Capítulo 25

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Alexa's point of view

"Vamos, bebé" la voz de Justin sonó a través de la puerta del baño, a la vez que yo terminaba de maquillarme "Tenemos que salir ya si no quieres llegar tarde"

Miré la hora en mi móvil : las ocho y veinte de la mañana. Todavía faltaba casi una hora para que empezaran las clases, ¿por qué parecía tener tanta prisa?

"Voy, dame un minuto" le dije, dándome una última mirada en el espejo.

Salí del baño para ver a Justin de pie junto a la puerta, moviendo la pierna en un gesto nervioso, a la vez que miraba a su alrededor con impaciencia.

"Por fin" exclamó él en cuanto me vio salir del baño. Tomó mi mano, prácticamente arrastrándome fuera de su habitación.

"Justin...¿qué está mal?" pregunté mientras él bajaba las escaleras a toda prisa, mientras yo trataba de seguir su ritmo, sin mucho éxito.

Se paró en seco delante de la puerta de la entrada y se giró para mirarme.

"¿Qué quieres decir?"

"Pues que te noto algo nervioso, no sé..." dije, sin saber muy bien cómo expresarlo "Llevas toda la mañana con prisas, y parece que te va a dar un ataque de un momento a otro ¿pasa algo?"

"Tranquila, pequeña. Todo está bien, te lo prometo" me sonrió, aunque me pareció un gesto algo forzado. Justin se acercó a mí, dejando un beso sobre mi cabeza "Lo siento si me comporto algo raro, los jodidos negocios me están matando de estrés"

De nuevo, apareció aquella maldita sensación de que había algo que no me estaba contando. Me obligué a ignorarla.

Tal vez yo me estaba convirtiendo en una paranoica. Justin me había asegurado que todo estaba bien, y debía creerle.

Salí detrás de Justin por la puerta de su casa, con aquella jodida sensación de que algo iba a salir mal pronto.

Me auto convencí de que Justin no me estaba ocultando nada, que todo eran cosas mías. Pero entonces, ¿por qué no dejaba de sentir aquel desagradable cosquilleo en el pecho?

Justin's point of view

Notaba el pulso a mil por hora cuando entré en el coche y me senté en el asiento del piloto, al lado de mi chica, que me miraba, no muy convencida con mi mentira.

Apreté los puños alrededor del volante, respirando profundamente para tratar de reducir toda aquella ansiedad que me estaba comiendo por dentro.

Hoy era el día, el tal Michael Jones había vuelto a San Diego. Mi molesto cliente se había encargado de mandarme un mensaje a las seis de la mañana para recordármelo.

Para recordarme el crimen que estaba a punto de cometer.

"Justin..." la voz de mi chica me sacó de mi laberinto mental "¿Seguro que estás bien?"

Noté sus ojos escaneándome de arriba a abajo, consiguiendo ponerme aún más nervioso, si es que era posible.

Juro que por un momento me dieron ganas de tirarla fuera del coche y dejarla en medio de la carretera. Los nervios no hacían más que comerme por dentro, y lo último que necesitaba eran más preguntas por parte de mi chica.

"No me mires así, por favor" murmuró ella. Al instante me sentí un poco mal, sabía que ella no lo hacía con malas intenciones, pero sus constantes preguntas me sacaban de quicio "Lo siento si te molesta que te pregunte, pero es que te noto raro. Pero está bien... no preguntaré más, lo prometo"

Suspiré, notando que la tensión entre nosotros se podía cortar con un jodido cuchillo.

"Te prometo que no es nada, deja de preocuparte" le dije, en un tono algo más seco de lo que pretendía "Ya te lo dije antes, sólo es estrés. Tengo mucho trabajo, hoy tengo un par de reuniones importantes, y necesito que todo salga bien"

Mentiras y más mentiras.

"No sabía que ibas a trabajar hoy. Pensé que ibas a venir al instituto" dijo, señalando mis jeans rotos y mi chaqueta.

"Me cambiaré antes de ir al trabajo. La reunión es a las siete de la tarde"

"Entonces, ¿por qué no vienes a clase por la mañana? No quiero pasarme el día sola"

Cerré los ojos unos instantes, tratando de digerir toda la rabia que sentía en mi interior, que crecía con cada pregunta que salía de su boca.

"No puedo, cariño. Tengo muchas cosas que planificar y un montón de papeleo del que encargarme"

Realmente eso no era mentira, sí que tenía que planear algo. Pero no era lo que ella pensaba.

"Está bien...te echaré de menos" me sonrió tímidamente ella, tratando de aligerar el ambiente.

Haciendo un esfuerzo, le sonreí a mi chica. Me incliné hacia ella aprovechando que estábamos en un semáforo en rojo, y le di un suave beso en la frente.

"Yo también, mi pequeña"

No tardamos mucho en llegar al instituto, y en parte lo agradecí. Sentía que iba explotar si ella seguía mucho más rato conmigo.

"Ya llegamos, cariño" le sacudí ligeramente del hombro, porque parecía que se había quedado dormida.

"Oh...está bien" dijo ella, saliendo de su aturdimiento "Gracias por traerme"

Se dio la vuelta en el asiento para inclinarse hacia la parte trasera del coche, tratando de agarrar su mochila.

En ese momento sentí que el aire desaparecía a mi alrededor, pero ya era demasiado tarde para detenerla.

Alexa cogió su mochila con manos temblorosas, y se giró para mirarme, con la mirada más asustadiza y recelosa que jamás había visto.

"Justin...¿por qué está ahí tu pistola?" 

Heartbreaker  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora