Plan En Proceso.

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Sofía

Frío...

Tengo mucho frío, me encuentro atada a una cama, con las manos alzadas sobre mi cabeza, tengo una mordaza en la boca y traigo puesto solo una mini pijama, dejando mis muslos expuestos y mi dorso desnudo.

Tengo miedo, sueño, hambre, sed y ganas de morir si nadie va a venir por mi.

Ya no tengo lágrimas, he pasado llorando desde que unos hombres entraron a mi casa en horas de la madruga.

Puse un poco de resistencia y me golpearon, uno de ellos me partió el labio inferior y me sacó sangre de la nariz.

Me duele el cuerpo aún, no se quienes eran y el porqué.
Creo que no he cometido un pecado tan grande como para que Dios me castigue de esta forma.

Siento mi garganta seca y ya no tengo ni saliva, me duele tragar así que trato de dormir otro rato más para no sentir dolor en mi inconsciencia.

Logré quedarme dormida y no sé cuánto tiempo pasó, la puerta de la habitación se abre dándole paso a un hombre.

Trae un antifaz puesto así que no puedo ver su cara, trae una garabina negra y botas de cuero del mismo color, es alto y con un cuerpo fornido.

Se acerca a mi lentamente, el taco de sus botas hacen eco por la habitación.

Tiemblo nuevamente porque no se que es lo que quiere de mi, no se quien es ni que me irá hacer.

-Dulce Sofía...-dice casi en un susurro y mis alertas se encienden cuando me quita la mordaza.

No puede ser! El no puede ser...

-¿Jason?

-hmm, aún me reconoces pilluela- dice en un tono juguetón

- Pe-pero tu...

_Pe-pero yo? No tienes de que asombrar te Sofía, te dije que iba a volver y he vuelto.

Y diciendo eso se quitó el antifaz, regalandome la sonrisa más sádica que mis ojos han visto.

Su rostro se ve más maduro, y tiene unas cuantas canas en el cabello, su piel blanca resalta con la mía en la poca iluminación que hay.

-¿porqué estoy yo aquí?- digo susurrando más para mi que para él , pero aún así fue audible para su oído.

-porqué desgraciadamente estás con mi ficha clave y eso ya no estaba en mis planes.

-¿ficha clave? Te refieres a...?

-A tu querida Lisa!

Mi pecho duele y mi pulso se acelera, tengo miedo de verdad que si.

-Ella no tiene nada que ver con tu plan.

Se sienta en la cama y me observa, sus ojos escanean cada parte de mi y es donde me doy cuenta que estoy en pijamas y nada cubierta.

Sus ojos se centran en una parte que deseo poder zafarme de las manos y taparme, se come con la mirada mis pecho y con la tela rala de mi pijama se ven mis pezones.

Nome culpen, que va a saber una que ya ni dormir tranquila puede porque entra un loco con sed de venganza y manda a secuestrarte.

-Los años te favorecen mi querida Sofi.- dice y se acerca a mi cuello respirando fuertemente, la piel se me pone eriza y cierro los ojos recordando todas la veces que me hizo suya.

-No me has dicho que tiene que ver Lisa en todo esto.

Trato de mantener mi cordura, y el recobra su postura y toma una bocana de aire.

Y antes de decir algo frunce el entrecejo, levanta su mano y pasa su pulgar donde tengo el labio partido.

-¿te portaste mal o te trataron mal?

Lo fulmino con la vista y se ríe.

-Agresiva eh...

-¿ahora tu pasatiempo es hacerte el idiota? Te he preguntado más de una vez que tiene que ver Lisa en esto...

-oh! Eso... Pues verás, ella viene siendo el detonante para que la fiera salte.

Frunzo en ceño confundida

-¿A qué te refieres Jason?

-Mira- hace una pausa -La mujer que me quiso matar aquella vez que me encontraste desangrandome a estado entre ustedes...

-¿que quier...

-Esa mujer es Amanda- me interrumpe - y ella tiene una obsesión sexual con Lisa, así que para mí es un Blanco fácil.

Quedo perpleja, nunca me pasó por la mente que Amanda podría llegar a ser la mujer del hombre por la que fui amante un largo tiempo.

-¿Y PORQUÉ MIERDAS NO SÓLO VAS POR ELLA Y YA MALDITA SEA?

-Porque eso sería muy fácil, a parte que ella me quito algo valioso y eso es lo más imperdonable.

-¡Estás enfermo!

-Por este enfermo te dejabas coger.

-¡Eres un maldito!

- Lo dice la maldita que acepto ser mi amantes aún sabiendo que tenía mujer- dice entre risas.

-¡Sueltame! Le exigo con rabia

-Eso hasta que tu noviecita se aparezca.

-A LISA NO LA METAS EN TUS BRONCA MALDITO!

Se inclina y en medio de nada me apretá el cuello.

-A MI NO ME GRITAS! y tampoco te tengo que dar explicaciones de nada.

-Eres un estúpido!

Me ignora y quita el agarre enderezandose y yéndose hacía la puerta.

Se detiene en el pomo girando lo y habla...

-Va a venir una de las chicas de servicio, TE VAN A DESATAR Y TE VAS A PORTAR Bien, vas a comer y poder asearte... De ti depende si quieres que te trate bien.

Y con eso se va, dejándome con lágrimas en los ojos y rezando para que Lisa no le haga caso de venir a buscarme.

Dueña De Mis Fantasías  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora