Reencuentro

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LISA

Una vez tuve que sacrificar una parte de mi por la persona que más he amado y lleva mi sangre.
He aprendido a no dejar morir a los míos aún así dependa de mi vida.

Temo tanto por la vida de Sofía, ella en tan poco tiempo se a convertido en alguien muy especial para mí.
Es irónico como un día todo está bien y de un pronto a otro todo se viene abajo.

Un sabor amargo pasa por mi garganta, me carcome pensar en cómo se encuentra. Necesito verla, necesito escuchar su voz y que me diga que está bien.

Cruzo la calle y entro a un callejón, está medio oscuro por lo que es algo cerrado, las paredes deterioradas y el mal olor se hacen presente.

Ajusto mi capucha y acelero el paso a mi destino.
Veré cara a cara al bastardo que está jugando a los acertijos.

Me introduzco en una bodega abandonada, se lo arriesgado que es pero necesito respuestas.
El tipo de la carta después de ha erlo llamado me citó aquí.

Cumplí con mi palabra de venir completamente sola.
Ya a pasado un día y medio y no se nada de mi chica.

Así que sea lo que sea que me pida si está a mi alcance no dudaré en hacerlo.

Todo está oscuro aquí, uso la linterna de mi celular para iluminarme el paso, traigo grueso porque la sensación de miedo se empieza hacer presente.

Me detengo frente a una pequeña mesa para juegos de azar, se suponía que este sería nuestro punto de encuentro.

Mis manos sududan y me aflojó el nudo de la capucha quitándome la para poder respirar más. No hay nadie aquí...

O eso creí hasta que escuché los tacos de unas botas.

Un tipo con una garabina negra y botas del mismo color se deja ver con la poca luz que da mi linterna.

Cuando lo tengo casi de frente puedo notar su facciones marcadas y su piel blanca sobresaliente.
Trago grueso ante su presencia, tenía tantas ideas de como podía ser el tipo pero ninguna imagen de mi imaginación se asemeja a como es realmente. Bueno... Si es realmente él.

Hay un silencio absoluto y puedo jurar que lo único audible son los latidos de mi corazón, los nervios me están traicionando y más aún cuando el tipo sin dar una sola palabra me estrecha su mano en modo de saludo.

Dudo un par de segundos y insegura le es tiendo la mía y me da un leve apretón de manos. Cuando pienso retirarla me deja algo inmóvil cuando se inclina y me da un beso en el dorso de ella.

Por inercia la retiro y rompo el silencio...

—Aquí estoy— trato de sonar segura de mi misma. — Dime que es lo que quieres a cambio de Sofía.

Un brillo se filtra en sus ojos y sonríe como si fuera un cumplido lo que salió de mi boca.

—Sin rodeos eh? — dice con un tono de diversión.

—No venimos aquí para ser amigos supongo.

Le digo sería y su sonrisa se borra dándome un aura oscura que hace que trague grueso.

—Bien, necesito que me ayudes en algo y después de eso Sofía es toda tuya, o bueno termina de ser tuya porque primero fue mía.

Eso hace que un hilo de rabia haga presente.

—¿Que sería? — trato de no escucharme afectada.

—tu conoces a Amanda y ella tiene asuntos pendientes conmigo.

—¿Y?

—Qué más que su presa favorita la descuartice viva...— finaliza con una sonrisa nada humana.

—¿Me estás jodiendo?

—Pues como te explico...

Sus ojos se centran en los míos

—OK ya, Si te estoy jodiendo ya puedes quitar esa cara— dice encogiendose de hombros en plan relajado

—Mira... YO NO VINE AQUÍ A SER TU ESTÚPIDO PAYASO PERSONAL MARICA, puedes decirme la maldita mierda que quieres que haga y listo?

—Mira si quieres que las cosas sean agresivas no tengo problemas, estoy tratando de ser un poco amable.

—Pues de pedirte amabilidad por teléfono te lo hubiera rogado.

Me ignora y se inclina para abrir una valija, saca un sobre blanco y esparse el contenido en polvo sobre la carpeta.

—¿Ves esto? — me pregunta y observo cómo hace líneas con el polvo.

—Ajá

—Necesito que hagas que Amanda lo consuma el día que me la traigas, claramente yo lo puedo hacer pero es parte de tu sacrificio para recuperar a Sofía.

—¿Y si no lo logro?

—simple, No la vuelves a ver...

—¿Que clase de persona eres tú?

—creo que eso no te importa, venimos a cerrar trato no hablar de la vida personal de cada uno.

—¿Y si Amanda no viene?

—Si sucede eso te harás cargo de lo que yo haré.

—Y eso es?

—En realidad nada complicado, solo torturar la y matarla lentamente... Ya sabes una muerte rápida no es un buen castigo.

Ahora no se si esta bromiando o hablando en serio, pero observo como deja una bolsita de esa cosa blanca en la mesa y se endereza listo para marcharse.

—Y esto no es broma, o me la traes o te toca matarla, es tu elección .

Y terminando de decir eso se marcha.

Dueña De Mis Fantasías  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora