UN JUEGO DE SEXUALIDAD

1.4K 47 12
                                    


LISA

Observo los árboles pasar a medida que avanzamos en el auto, voy con Amanda que no deja de darme ordenes y estoy a nada de estrellarle la maldita cabeza en el volante.

El tema con Sofia me tiene algo preocupada, si es verdad lo que ese hombre dijo, no entiendo como nunca me contó que aún seguía liada a él.

Supe que tuvo pareja, más nunca que seguía comprometida.

En mi mente bagan muchos pensamientos y dudas, tengo un poco de miedo que todo esto haya sido pasajero o temporal, que todo lo que hemos pasado no tenga un futuro para florecer.

—Estamos cerca, Benjamin dijo que el plan era efectivo. — la voz de Amanda me saca de mis pensamientos.

—Solo espero que toda esta mierda se acabe en cuanto antes. — es lo unico que digo.

La verdad no tengo animos ni ganas de lidiar con más cosas.

Llegamos a una casa aislada, adentrándonos entre los arboles que la separan del camino.
Estos negocios raros me ponen algo nerviosa, Amanda es algo peligrosa y en parte sabe que nos tiene a su merced.

Bajamos del auto y caminamos hasta quedar frente a lo que supongo es la puerta pirincipal, por fuera da un aspecto a casa abandonada, pero por dentro es bastante decente incluso tiene adornos de buen valor.

Lo extraño es que no hay nadie y se suponía que nos ibamos a reunir con unos tipos que nos ayudarían a acabar con esto.

–¿Donde están los demás?

–Ten paciencia, vienen de camino.

Sin más, con la ansiedad que tengo desde temprano trato de borrar todo pensamiento y decido recorrer la casa.

Es bonita, la estructura es de madera bañada de barniz.

—Es cómoda.— escucho a mi espalda.

—Bastante.

—Te noto tensa ¿Ocurre algo?

—En realidad nada que te importe— le respondo.

Me observa como analizandome y una sonrisa se le asoma al rostro.

—¿Problemas matrimoniales? — pregunta con burla.

—No me jodas Amanda, no estoy para aguantarte tus mierdas.

Me doy la vuelta y entro a lo que resumo una habitación, tiene un ventanal amplio y una cama matrimonial cerca de un closed color vino.

Me adentro y paso las manos en la pared de madera, me encanta lo bien que combina los tonos y la estructura. Pero rápido salgi del encanto cuando escucho un click en dirección a la puerta, haciendo que me gire de inmediato encontrándome con Amanda recontando la pared en la puerta que acaba de cerrar.

—Deja ya tua malditos juegos Amanda...

— solo hay un juego que me interesa y de hechi es mi favorito— dice yendose a la cama y dejandose caer de espalda.

—No me interesa que es lo que te importa, lo que quiero es que aparezcan los otros para ver que vamos a hacer, no estar a solas contigo.

Me dirijo a la puerta y tomo el pomo, pero a la hora de querer abrir este no cede y me hace suspirar de frustración.

—¿Para que mierdas cierras con llave?

—Porque se me antoja— dice sin darle importancia.

—Haz lo que quieras.

Me siento en un minibanco que estaba cerca de la cama y con toda las ganas de darle con el mismo a Amanda termino optando por esconder mi rostro entre mis piernas.

No se cuanto tiempo pasa, puedo jurar que hasta me estaba quedandi dormida cuando escucho ruido y levanto la cabeza para verificar de que se trata.

Y bueno... La poca paciencia se termina yendi por la borda al ver a Amanda quitandose la ropa.
Se acerca a mi a paso seductor y aunque me caiga de la mierda no voy a negar que se ve malditamente bien.

—Supuse que estabas aburrida, Así que le quise meter un poco de acción al asunto.

—Supones mal, asi que ya ¡Déjame en paz!

—niegame que no te gusta lo que ves— dice acercandome los pechos a la cara.

—No lo voy a repetir Amanda, dejame en paz.

—Hagamos un trato, juguemos y será la ultima vez que me tengas fastidiandote.

—¿Que juego?

—Uno muy divertido, te conviene.

—¡Deja los malditos rodeos!

—¿Conoces el juego de la sexualidad?  no es difícil, tu me coges y yo a ti.

Le doy una mala mirada y vuelvo a mi posición, me estoy hartando de perder el tiempo aquí. Lo unici que quiero es aclarar mis dudas con Sofía.

De la nada soy lanzada hacía atras, cayendo de espalda al piso y en menos de nada tengo una Amanda desnuda encima de mi pelvis.

Tratando de procesar trato de quitarme pero hace oresion von el peso de su cuerpo sosteniedome las de las muñecas y pegandome las tetas en la cara.

—¿Cual es tu maldito problema? —le grito harta de la situación— Quierete poquito, lo necesitas bastante.

Le digo sujetandole la cadera para que no siga con su movimiento seductor.

Pero como si fuera poco de la nada me toma por el cuello de la camisa, tirando de ella haciendola pedazos exponiendo mi piel.
Trato de forcejear con ella, pero de alguna manera hace que pierda fuerza en los brazos.

Se inclina y empieza a besarme el cuello bajando hasta mis pechos.
La sujeto del pelo tratando de provocarle dolor pero aún se prende de mi seno dejandome helada.

Dueña De Mis Fantasías  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora