Dueña De Mis Fantasías (+18)

LAGRIMAS

SOFIA

Ya a pasado mes y medio, con Lisa las cosas han ido de maravilla, no me equivoqué al querer intentarlo. A valido la pena cada maldito segundo junto a ella.

Nos turnamos para quedarno en casa de una o de la otra para dormir, compartimos de todo, las noches de chismes antes de dormir son mis favoritas.

Lo que nunca a faltado es el Sexo, ella tiene ese no se que simplemente lo hace superior, ¿quien diría que una mujer puede provocar todo eso?

Sigo con mi trabajo normal, ella en su rutina de estudiante y tatuadora cuando está libre.

Y saber que en su estudio de tatuaje surgio todo, tuvo ese algo que simplemente me lanzó a explorar que era lo que se sentía.

Amanda no me habla, se que está enojada porque ella tiene obsesión que si algo le gusta se lo queda. Es buena chica pero cuando su lado rebelde sale a flote es tan imparable.

En ocaciones me da miedito, parece como si fuera a matar a alguien.

Salgo en busca de la soda que queda antes de la salida, son las 1:15pm y tengo hambre, odio no comer en mi horario. Estoy cruzando la esquina antes de llegar a  la soda cuando....

-¡AYUDA!

¿Eh? Me detengo y busco la voz pero no veo a nadie, se que no fue mi imaginación porque se escuchó cerca.

Trato de seguir mi camino hasta que caigo de costado sobre mis costillas, no logro ver quien me empujó pero si distingo un hilo de sangre que deja rastro en el camino.

Trato de reincorporarme y me sobo el costado de mi costilla, realmente me dolió ese golpecito.

Extrañada aún sigo el rastro de sangre que termina en un cubo de baño de mujeres.

-¿Estás bien?- pregunto nerviosa.

Nada...

Me acerco a la puerta del cubiculo de sanitario y doy golpecitos esperando respuesta pero nada...

-¡OYE!

Sigo insistiendo sin recibir respuestas y se me achina la piel... esto no está bien.

Empujo la puerta pero tiene seguro y trato de derribarla pero me es inutil.

-¿Que diablos pasó?- Escucho que preguntan a mis espaldas y pego un brinco del susto  -¿Estas bien?

Niego con la cabeza y Lisa sigue con la mirada el rastro de sangre, me inspecciona con inseguridas si realmente no estuviera bie o tuviera alguna herida.

-Se que hay alguien adentro y estoy segura que se está desangrando- digo y no se porque rayos quiero llorar, estoy muy nerviosa.

-Encontrarón muerta a una chica detrás de orientación, tenía 3 apuñaladas en el abdomen y el craneo desbaratado, aparentemente fué con una roca.

Cuando termina de decir eso quedo sin aire y me desespero por querer abrir la puerta, sea lo que sea quien este aqui adentro está a punto de morir.

Se me acelera el pulso y Lisa me ayuda a abrir la puerta, a la cuarta patada que le manda con fuerza la manda a volar dejando a la vista a una chica...

Una oleada de vomito se apodera de mi y Lisa solo hace una mueca de asco.

Hay una chica con los senos mutilados, y la boca cocida como si fuera una muñeca de trapo.

Trato de retomar mi postura pero solo le doy paso a pensar quien diablos haría algo tan así, y sobre todo ¿por qué?
La chica se ve Joven y si ni me equivo es una estudiante de Quimica que entró apenas este año.

-Salgamos de aquí, hay que avisarle a Amanda sobre esto al fin de cabo es la directora.

Me sujeta de la mano y nos dirigimos a Dirección, aún tengo la imagen presente de chica muerta y tengo miedo que su asesino esté cerca de nosotras.

Pasan 30 minutos y al fin la puerta se abre, mostrando la imagen de Amanda en brasier con moretones en la cara y las rodillas raspadas.

-¿Que fue lo que te pasó?- le Pregunta Lisa examinandola.

Mis lagrimas empiezan a caer y el miedo se apodera de mi.

-Estoy bien,  no se para que preguntas si ni siquiera te importa.- suelta con amargura.

-Amanda no confundas las cosas, a ninguna de las dos nos gustaría que estes mal, si preguntamos es porque no sabemos que está pasando... en el baño que está por la soda hay una chica muerta.

-Y por el lado de orientación hay otra igual... muerta.- Suelta Lisa.

-No se quién fué, pero me atacarón y me golpearón... casi me violan- dice Amanda con la mirada llena de rabia.

Y antes que una de las tres dijera algo, una mujer alta de pelo castaño con la ropa rasgada entra sin tocar, tiene en la mano un arma apuntando en dirección de Amanda.

-Así te quería encontrar ¡Perra!