La Verdad Está Cerca

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LISA


Pese a estar decepcionada de Sofía no puedo evitar sentir miedo.
Su rostro está empapado de sus mismas lágrimas y logro captar marcas de golpes en los brazos.
La impotencia me recorre el cuerpo, lo que menos quiero es que le haga más daño. La esperanza de que haya sido obligada vuelve a mi y lo único que quiero es rescatarla.

Pone a Sofía a un costado mío he instintivamente volteo mi rostro hacia ella tratando de descifrarla.

—Awww la cachorrita está preocupada— dice haciendo burla con un falso puchero.

Su celular suena y sonríe al ver el nombre antes de contestar.

Aquí  estamos donde lo habíamos acordado.
Si si, ambas están conmigo no te demores.

Cuelga la llamada y se dirige a sacar no se que del vehículo.
A los pocos minutos otro auto llega de la nada y se aparca al lado del maniático ese y sonríe tanto que se le nota lo demente.

Vuelvo a observar a Sofía y puedo escuchar que se está quejando como si le doliera todo, sus sollozos hacen que mi estómago se estruje, porque a pesar de todo aún la amo y me duele pensar en lo que este malnacido le haya hecho u obligado.

Vuelvo mi vista hacia los vehículos y mi cuerpo no duda aún con la poca fuerza ponerse a la defensiva cuando veo a Amanda salir del auto que acaba de llegar.
Se sonríen y parece que están cerrando un gran negocio por lo feliz que se les nota el rostro. Pero ¿que tiene que ver Amanda con él?

Sin dudarlo trato de acercarme a Sofía con el fin de protegerla a como sea y noto que ya no se está quejando lo cual me hace arrugar las cejas y acercarme hasta tomar su rostro y darme cuenta que realmente no está respirando.

La drenalina toma mi cuerpo y trato de levantarla conmigo pero su cuerpo está totalmente inmóvil y el miedo consume mi interior.

Esto no puede estar pasando, no ahorita...

Dueña De Mis Fantasías  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora