CENA

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ENJI

Sabia bien que no debía alterarse pero simplemente no entendía porque su esposa se tardaba una hora para vestirse. Llevaba demasiado tiempo afuera de la habitación esperando a que terminara de arreglarse y las enfermeras no tardaron en verlo, algunas con miedo, otras con curiosidad y las otras de tal manera que le provocaba levantar la mano y mostrar su anillo de casado.

-¿Sigues sin poder entrar?- Preguntó la enfermera del otro día mostrando una sonrisa coqueta

-¿Sigues sin poder cerrar la boca?

Estaba molesto, no con la chica, ni con Rei sino con la situación. Odiaba que lo vieran de esa manera, con lujuria y deseo cuando su esposa no podía verlo de esa manera por las cosas de su pasado, la chica, debía admitir era linda, casi de la edad de su hija y con buenos atributos pero no lo suficiente como para tentarlo. Desde que Rei fue encerrada en aquel hospital él jamas se permitió estar con otra persona, era humano y por lo tanto tambien tenia erecciones que dolían hasta que decidía tragarse su orgullo y masturbarse para calmarse un poco. Habían chicas que le habían hecho propuestas indecentes por asi decirlo pero cuando él las veía solo podía pensar en Rei y terminaba gritándoles para que no lo fastidiaran.

-Estas bastante gruñón hoy- Enji juro que su quirk queria manifestarse mas concretamente para arrojarlo a la cara de esa enfermera

-Dejame en paz- No alzo la voz pero lo dijo con tal severidad que cualquiera ya se hubiera alejado

-Tranquilo, no te molestes, no hago nada malo

-¿Que quieres de mi?- Pregunto cansado de la situación y viendo a la chica con una ceja alzada a la espera de su respuesta

-¿Quieres que sea directa?

-Si y rápida

-Bien- Cerro los ojos un momento como meditando lo que iba a decir para luego abrirlos dejando ver una mirada lujuriosa. -Te quiero a ti

-¿Que?- Esta vez si que lo habia tomado por sorpresa y mas por el tono tan calmado

-Te quiero a ti, Todoroki Enji- Una sonrisa se dibujo en su rostro al ver la expresión de desconcierto del pelirojo. -Hace bastante tiempo que veo como dejas esas flores aquí. Por un tiempo pensé que solo era admiración pero me di cuenta de que en realidad me gustas. Solo te pido una noche, no tienes nada que perder, despues de todo no has logrado ver a tu mujer

-¿Porque no estas internada en este lugar?- Interrogo molesto para luego cruzarse de brazos mostrándose intimidante

-Piensalo y cuando te decidas ven a buscarme- Sin mas la enfermera le guiño el ojo y se marcho meneando su trasero para provocarlo...a Enji le causo repulsión. No soportaba que le coquetearan asi nada mas cuando su esposa estaba del otro lado de la puerta

-Rei- La llamo golpeando la puerta un par de veces. -¿Tardaras mucho?- Su pregunta fue respondida al abrirse la puerta dejando ver a una albina con su cabello recogido en una coleta y con un hermoso vestido suelto de color azul

-Estoy lista- Dijo con una sonrisa mientras su esposo la observaba embobado ante lo bien que se veía con algo sencillo. -¿Sucede algo?

-No- Respondió rápido para empezar a caminar hacia el elevador

Rei lo seguía mostrando una sonrisa en un rostro que reflejaba calma, ese vestido le habia gustado, no queria aceptarlo pero el doctor Gojo insistió tanto que simplemente no lo pudo rechazar. Sabia que era mejor no contarle aquello a Enji, aunque su esposo estuviese cambiando sabia que no le gustaría saber que su esposa recibe regalos de alguien mas...debía pensar en una buena excusa para el vestido...

-Señora Todoroki- Su esposo se freno en seco apretando los puños, frente a ellos venia el doctor con una sonrisa amable. -Me alegra que el vestido le quedara bien

"Diablos, debió pensar que algo asi pasaría pero estaba tan feliz de volver a casa a cenar con sus hijos"

-Nuevamente le agradezco el regalo, es muy bonito- Agrego Rei y casi le da un infarto cuando Enji la vio por encima del hombro...estaba molesto

-No agradezcas, deberías siempre lucir las cosas mas bellas Rei, tal vez los accesorios complementen el vestido- Agrego pensativo para luego agitar su cabeza como deshaciéndose de una idea. -Bueno, me voy, diviertete

El pelirojo estaba que ardía de rabia, ese doctorcito se estaba pasando de listo al tener ese contacto con su esposa. Noto como Rei lo seguía a cierta distancia, ya estaban en el estacionamiento, le abrió la puerta del copiloto y luego el ocupo el asiento frente al volante

-No lo haran- Dijo manteniendo su vista al frente y apretando el volante con fuerza, ni siquiera habia encendido el auto

-¿Que?- Pregunto la albina confundida y algo nerviosa ante el calor que empezaba a desprender su esposo

-Los accesorios no complementaran tu vestido...o al menos no los accesorios que ese doctor pensaba- Hizo una pausa y por fin dio vuelta a la llave para encender el vehículo. -Tu mejor accesorio es tu sonrisa- Murmuro para ponerse en marcha

Rei observaba a su esposo sorprendida pero luego una sonrisa apareció en su rostro, era lo mas bonito que alguna vez le hubiera dicho. Sabia que Enji Todoroki no era de los que demostraban afecto de manera abierta, no dedicaba palabras bonitas o detalles románticos pero a su manera, este habia sido su detalle mas lindo

-Lo mismo podria decir yo- Dijo la albina y él pelirojo se sonrojo ligeramente sin dirigirle la mirada

Sabia que esto no significaba nada, ella solo estaba esforzándose para que el ambiente fuera mas llevadero y lo agradecía pero por otra parte se sentia miserable al saber que ella tenía que fingir sonrisas y alagos cuando estaba con él. Su enojo habia mermado un poco pero aun asi se sentia extraño, queria ir y hacerle saber a ese doctor que Rei era casada, que no podía acercarse a ella si no era para algo de su tratamiento

Y asi es como Enji sin saberlo fue sintiendo celos, por primera vez habia sentido la necesidad de que nadie se fijara en su esposa, de hacerle saber al mundo que ella era, fue y sera suya

REDENCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora