INCOMODIDAD

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ENJI

El pelirojo sonrio un poco al ver que a su esposa se le iluminaban los ojos al ver la casa, sabia que no era por estar alli sino por la ilusión de ver a sus hijos, eran las seis de la tarde y la albina no perdió tiempo al ver que su esposo abría la puerta de la residencia y le hacia un gesto para que entrara

-Ve a ver a tus hijos- Murmuro Enji dándole ánimos al verla dudar

Ella sonrió y entro a la estancia, su esposo noto como estudiaba lo que la rodeaba, vio en su rostro una sonrisa triste y apretó los puños ante la realidad... Él fue el causante de esos recuerdos tristes, el fue el causante de dañar a su familia

-¡Bienvenida a casa mamá!- Exclamo Fuyumi emocionada para luego abrazar a su madre quien correspondió gustosa

-Gracias, se siente bien volver a casa- Dijo con calma la albina y Enji juro persevir la mentira en sus palabras pero prefirió no decir nada

-Bienvenido papá- Murmuro su hija con nervios, observándolo de tal manera que el mayor supo ver que ella no sabia si podía abrazarlo o solo debía quedarse alli parada

-Gracias- Dijo con una muy leve sonrisa al tiempo que colocaba su cálida mano sobre la cabeza de su hija en un gesto cariñoso. Ella sonrió ante la acción de su padre

-Mamá

Los tres se giraron y vieron a un joven de cabello bicolor. Venia vestido con un pantalón negro y una camiseta blanca. Su madre le sonrió alegre y se acerco a él... Shoto la abrazo, no era un abrazo tan efusivo como los de Fuyumi pero viniendo del heterocromatico era una clara muestra de afecto

Natsuo llego unos minutos despues y saludo a su madre mostrándose alegre pero en cuanto su mirada caía en su padre terminaba frunciendo el entrecejo... Enji sabia que tenia suerte de que las miradas no mataran

-La cena esta lista, vamos- Anuncio Fuyumi quitándose el delantal. El pelirojo supo que esa era su señal para marcharse de alli

Camino hacia su habitacion pero antes de que lograra siquiera dar tres pasos unas frías y delicadas manos tocaron ligeramente su hombro. Su esposa estaba alli, a su espalda, una sonrisa tímida en su rostro aunque sus ojos eran de completa calma

-No tienes que marcharte Enji

-No quiero arruinarles la cena- Se sincero. No habia necesidad de ocultar la verdad, sabia que no seria cómodo si él estaba presente

-Por favor, Enji, ven a cenar con nosotros

-Rei...

-Ven a cenar con tu familia- Lo interrumpió y cualquier excusa que el pelirojo pudiera tener se perdió por completo. Se sintió vulnerable y extrañamente melancólico, "familia", ¿acaso tuvo una cuando estuvo con ellos?. Vio a su esposa y esa sonrisa...haría cualquier cosa porque esas sonrisas que le dirigía fueran sinceras

No dijo nada solo asintió y la siguió hasta el comedor en donde estaban sus hijos sentados. Todo transcurría con normalidad, ellos hablaban y Enji se limitaba a escuchar con atencion, no queria decir nada que los incomodara

-No sabia que te gustara tanto el soba, Shoto- Dijo la matriarca de los Todoroki a su hijo quien solo hablaba de ser necesario

-No eres la unica- Agrego Natsuo viendo a Enji de reojo. -¿Como íbamos a saberlo si nunca estábamos con él?

La tensión fue palpable. El albino lo observaba con odio y Enji le sostuvo la mirada sin inmutarse, Fuyumi estaba empezando a inquietarse, Rei solo parecía melancólica y Shoto sólo comía su soba observando la escena con tranquilidad

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