REDENCIÓN

DUDAS

ENJI

El pelirrojo estaba molesto, lo ultimo que queria era haberse encontrado con esos individuos que lo único que le causaban era nauseas y fue ese el motivo por el cual pago los helados, salieron de la heladería y subieron rápidamente al auto

-Enji, tu helado se derrite- Dijo la albina en el asiento del copiloto quien sostenía los dos helados

El mayor extendió su mano para tomar el helado pero en cuestión de microsegundos la puso nuevamente en el volante para evitar chocar con un auto que paso frente a ellos

-Creo que sera mejor que lo tires, no tengo donde estacionar- Dijo sin apartar la vista del camino

-Toma

El pelirrojo la vio de reojo y justo a unos centímetros de su rostro tenia el helado de fresa, la albina se lo ofrecía con una sonrisa y se sintió estúpido al sentir como sus mejillas ardían y no precisamente por su quirk. No lo pensó mucho cuando volvió su vista al frente pero inclino la cabeza para darle una lamida al helado

-¿Sabe bien?

"Mejor de lo que crees". Pensó pero obviamente solo se limito a mantener su vista fija en la calle

-Eso creo...puedes probarlo si quieres

La mujer parpadeo aturdida por un momento pero pronto una sonrisa adorno su rostro, se llevo el helado a la boca y le dio un par de lamidas. Enji deseo no haber desviado su mirada hacia ella, ahora estaba rojo a mas no poder, se sentia estúpido por los pensamientos que pasaban por su mente en esos instantes y lo que era peor es que la albina tenía un poco de helado en la comisura de la boca

"Mierda"

Ahora tenia un segundo problema que no sabia como remediar, la presión en sus pantalones era clara, tenia una erección y a causa de el revoltijo de sentimientos casi termina por estrellarse contra una motocicleta

-¿Quieres probar el mio?- Pregunto la mujer tendiéndole el helado pero pronto lo aparto. -Oh, olvide que...no te gusta el chocolate- Dijo avergonzada y al pelirrojo le pareció la mujer mas tierna del mundo

-Me acostumbre al sabor- Dijo y la albina le tendió el helado de chocolate al cual no tardo en darle un par de lamidas

Era mentira, Todoroki Enji odiaba el chocolate pero en ese momento comería lo que fuese que la mujer a su lado le ofreciera, si le pedía que bebiera un frasco de veneno lo haría, haría eso y mas solo por mantener esa sonrisa en su rostro

-Sabe bien- Murmuro aguantando las terribles ganas de vomitar

-Espera, te has ensuciado un poco

Fue un pequeño acto, tan natural como indiferente pero fue suficiente para que el pelirrojo detuviera el auto en seco. Rei habia pasado su pulgar por el labio inferior de su esposo lo que ocasiono un choque eléctrico en el ahora sensible cuerpo del heroe

-¿Que sucede?- Preguntó desorientada

-Na...nada. Espera aqui- Balbuceo de manera rápida y torpe para luego salir del auto y caminar hacia un establecimiento de comida rápida

Para fortuna del heroe el lugar estaba vacío solo estaban dos empleados que limpiaban las mesas. Pidio prestado el baño y se encerró alli para lidiar con su ahora creciente problema

"No puedo seguir asi"

Y claramente no podia pues ya habia ido demasiado lejos al tener que masturbarse en un baño publico mientras se mordía el dorso de la mano con fuerza para no soltar los gemidos que amenazaban con salir. Despues de treinta minutos salio del baño cerciorándose de no dejar pruebas de lo que había hecho pero al salir se encontró con la madre de sus hijos quien lo esperaba junto a la puerta