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Los personajes de Inuyasha no son míos, ni nunca lo serán, pertenecen la Rumiko Takahashi

Bueno mis niñas, en mi defensa debo decirles que gracias a dios en los últimos 6 meses he leído como 200 fic Inu/Kag lemon y todos han sido exquisitos jeje, intento hacer capis lemon que aún no hayan leído, lo que me resulta bastante difícil, y por ¡kami! Nunca permitiría que Kouga participe de algo tan intimo que solo Inu puede poseer, perdonen si les pareció un poco osado mi lemon pero bueno soy así y quiero ofrecerles otro tipo de lectura, pues o sino no tendría sentido escribir un nuevo fic, si narrará lo mismo. Espero sigan apoyándome y me den una oportunidad hasta el final.

Atte. Mizune - Mei

Kagome´s POV-

Me sentía en las nubes, mis músculos entraron en un estado de relajación, sentía como Inuyasha aún me embestía feroz, era exquisito, lo sentí derramarse en mi interior mientras gruñía contra mi pecho, nunca pensé escucharlo gruñir de ésta manera fue tan erótico, me sentí feliz por haberlo complacido. Sentí como aflojaba el agarre en mis glúteos y desenganchaba mis piernas de sus caderas cuando mis pies tocaron el pasto me soltó, no pude aguantar el peso de mi cuerpo y caí sobre el pasto.

Sentía como su semilla bajaba caliente por mis piernas, quede acostada boca arriba en el césped, tratando de acompasar mi respiración hasta que escuche el sonido de metal romperse, me asusté, levante la cabeza buscando el causante del ruido, miré hacia Inuyasha, quien había soltado la cadena y estaba parado frente a mí con el flequillo cubriéndole la mirada, sentí una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo, algo no estaba bien y lo comprobé cuando levanto la mirada, tenía los ojos rojos con el centro azul y las marcas moradas en su rostro, se había transformado no entendía por qué hasta que lo escuche.

- Quédate aquí perra, iré a deshacerme de la basura y luego ya encontraremos que hacer para divertirnos – añadió con una voz gutural que me dio miedo, aunque para que negarlo también me excitó, solo un poco.

- ¿Dónde vas? – pregunté, le temía ¡sí!, pero más temía quedar en el bosque sola, desarmada a la madrugada. Si era necesario arriesgarse prefería hacerlo con mi hanyou.

Me miró y sonrió tenebrosamente, mientras anudaba su hakama.

- A algunos Youkais les apetece poseer a la hembra en celo, qué fue poseída pero no marcada, aunque el inútil del Hanyou no te marco yo lo haré, solo iré a matar a los que desean a mi perra y vuelvo, te demostraré como trata un Inu-youkai a su perra – aseguró y me dio escalofrío su sentencia.

Miré a nuestro alrededor y me percaté de la presencia de muchos youkais, ¡Kami! Eran demasiado para Inuyasha. Estaba aterrada hasta que lo vi pelear se movía con una gracia letal, ¡él era hermoso!

Después de varios minutos de pelea Inuyasha se encontraba cubierto de sangre de los youkais que había desgarrado y tan solo quedaban 3 en píe. Con mucho pesar decidí dejarlo solo en su batalla, me levante silenciosamente, me vestí y a pasos torpes me adentré al bosque.

Caminaba a pasos lentos, me preguntaba cómo habría salido Inuyasha de la pelea y me reprendía por haberlo dejado solo, es que me dio pavor que cumpla lo prometido. Estaba cada vez más preocupada hasta que lo escuché.

- ¡Muéstrate perra!, ven aquí, puedo olerte y sé que estás cerca, no te escondas o seré yo el que te castigue – Aseguro con voz lúgubre.

como controlar a un inuhanyo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora