como controlar a un inuhanyo

19

Los personajes de Inuyasha no son míos, ni nunca lo serán, pertenecen a Rumiko Takahashi

Inuyasha´s POV-

Seis meses habían pasado en un abrir y cerrar de ojos, en estos meses no habíamos percibido la presencia de Naraku todos los integrantes del grupo se sentían aliviados pero para mí eso era una mala señal. Perseguíamos a los 7 guerreros pero nunca nos encontrábamos con ellos, solo con la devastación y muerte que provocaban.

Nuestros amigos nos encontraron en una posición "un poco comprometedora" dentro del pozo al volver, por lo que aclaré que marqué a Kagome, después de dos días de escuchar los chistes libidinosos de Miroku y sus "consejos" de cómo hacerla gozar finalmente nos felicitaron, por lo que podía dormir todas las noches con mi hembra entre mis brazos. Los aldeanos murmuraban sobre ella, pero nunca tuve el coraje de repetirle los comentarios despectivos, ella estaba contenta y eso era todo lo que necesitaba para también serlo.

Al regresar de la época de apareamiento le entregué a mi compañera el diario de Kikyou, se puso muy contenta y empezó a entrenar todas las tardes.

‒ ¿Vas a entrenar Kagome? ‒ pregunte observándola desde la rama de un árbol.

‒ ¡Sí! Tan solo me faltan tres lecciones ‒ comentó feliz con una radiante sonrisa.

‒ Te acompaño ‒ aseguré a lo que asintió.

Llegamos a un claro ella se puso en medio y yo me senté sobre una roca a una distancia prudente, en la tercera lección casi me purificó y ahí aprendí a alejarme. La miraba fascinado, cada día la veía más hermosa, ya conocía cada parte de su cuerpo, aun así quería seguir mi exploración; vi como realizaba un campo de energía y estiraba ambas manos hacia el frente, recitando un cántico inentendible, esperaba ansioso para ver lo que haría hasta que la escuche bufar por lo que reí divertido.

‒ De que te ríes baka ‒ gritó molesta.

‒Te ves hermosa enojada ‒ le devolví el grito por lo que se sonrojó.

Realizó nuevamente el campo de energía y unió sus manos, la vi cerrar los ojos y recitar su cantico, veía la energía acumularse en sus puños en forma de luz rosada hasta que lo lanzó en una esfera de energía impactando contra un árbol y derribándolo.

‒ Nunca más la haré enojar ‒ pensé divertido, la veía respirar dificultosamente y luego debilitarse, corrí con todas mis fuerzas para sostenerla pero no llegue a tiempo y caí al suelo junto con ella.

‒ Te amo ‒ musito débilmente acariciándome el rostro por lo que sonreí.

‒ Y yo a ti ‒ aseguré antes de besarla. ‒ ummm, estas tan débil e indefensa que no te podrás defender si te atacan ‒ aseguré juguetonamente antes de desabotonar el primer botón de la camisa azul que traía puesta.

‒ Entonces gritaría para que me rescataran ‒ siguió mi juego con una hermosa sonrisa, desabotoné todos los botones, besé sus hombros mientras acariciaba su costado con mis garras logrando un exquisito gemido.

Escuché que realizaba un cántico por lo que levanté la cabeza y la miré interrogante y me asusté al ver su sonrisa de superioridad puso sus manos en el collar de cuentas.

‒ Paralízate ‒ ordenó ‒ en estos momentos me arrepentía de haberle dado el diario, no podía mover un solo musculo, se deshizo de la "prisión" de mi cuerpo sobre el suyo y se paró frente a mí ‒ Mírame Inuyasha ‒ ordenó por lo que levante la cabeza y la miré intrigado. Kagome retiró lentamente su camisa, luego falda bailando sensualmente, amaba el contoneo de sus caderas y esa mirada pícara que ponía al exhibirse para mi, se despojó de su ropa intima lentamente rosando por su piel, mi miembro dolía al estar aprisionado contra el piso pero todo dolor valía la pena por estar con mi hembra.