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Los personajes de Inuyasha no son míos, ni nunca lo serán, pertenecen la Rumiko Takahashi

Inuyasha´s POV-

Nunca un periodo de celos lo había sentido tan intensamente, aún faltaba un maldito día y yo no podía controlar mi miembro, que se encontraba erecto, Kagome me miraba con ojos de lujuria, lo que no ayudaba a mejorar mi estado, inclusive Miroku y Sango ya lo habían notado y tenía que aguantar los comentarios libidinosos del monje.

‒ ¿Cuántos días estarás así Inuyasha? – me preguntó en un susurro mi compañera cuando nuestros amigos se alejaron.

‒ ¿Así cómo? – pregunté a la defensiva, odiaba que todos supieran la debilidad de ésta época.

‒ Pues así – explicó agarrando mi miembro y presionándolo, a lo que no pude evitar un gemido.

‒ No lo sé, 2 o quizás 3 días – respondí apenado, dudaba que en ese tiempo termine el deseo que ciento por mi Kagome, pero fue eso lo que duró la última vez - maltita época de apareamiento.

‒ Inuyasha vamos a mi época – me susurró sensualmente.

‒ ¿Para qué? – Pregunté, - Hace poco que fuiste – agregué en un tono molesto, por kami que necesitaba poseerla ¡ya! O moriría de ignición.

‒ ¡Poco!, ¿15 días te parece poco tiempo Inuyasha? – preguntó alterada, - además no es para estudiar que quiero ir - agrego en tono meloso pasando un dedo delineando mi mandíbula. No entiendo a las hembras hace 1 segundo estaba molesta y ahora excitada nuevamente.

‒ Kagome, no podemos ir ‒ expliqué serio, ‒ Es la primera vez que estaré en celo teniéndote como compañera, no sé cómo he de reaccionar, y con tu familia cerca pues…- No pude continuar pues me sonrojé con la mirada poco sana que me dedicaba.

‒ ¿Qué Inuyasha?, no podremos gritar mientras nos retorcemos de placer con mi familia cerca – agrego mordiéndose el labio inferior.

Kami ésta perra era pura tentación y ya no lo aguanté, la agarré bruscamente por el cuello y la besé hambriento, enganche sus piernas en mi caderas mientras mordía sus labios, escuchaba sus exquisitos jadeos bajé mis besos por su cuello y los lamía rudamente, Kagome se retorcía sobre mis caderas rozando mi miembro aún con la ropa puesta ya me sentía completamente mojado, levanté su blusa y la lancé al piso, bajé mi lengua hasta el valle de sus pechos corrí la tela del molestoso sujetador y capturé un pezón entre mis colmillos a lo que mi azabache soltó un gemido arqueando su espalda y mandando su cabeza hacia atrás.

‒ Ejemm…escuché entre la bruma de mis pensamientos, solté el pezón y desvié la cabeza para saber quién era el causante de la interrupción, me encontré con una Sango sonrojada al lado de un Miroku con una mirada brillante y un hediondo olor a excitación.

‒ Porqué Sanguito nosotros no podemos "hablar" así – comentó el monje mientras manoseaba a la exterminadora quien le dio una "cariñosa caricia" en el rostro.

‒ Etto…nosotros iremos a mi época por unos días – musitó sonrojada mi azabache.

‒ Claro vayan y disfruten – comentó con una sonrisa pícara el monje , lo que logró un sonrojo en ambos.

Agarré la blusa de kagome, se la entregué, la puse a mis espaldas para cubrirle de la vista de cierto monje, cuando se la puso la cargué en mi espalda y corrí a toda prisa rumbo al pozo.

como controlar a un inuhanyo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora