Uno Sobre Todos

Capítulo 1: La masacre de una familia

Descargo de responsabilidad: Chainsaw Man no me pertenece, le pertenece a su único dueño y creado Tatsuji Fujimoto. Yo solo me encargo de hacer este fanfic.

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Ser un cazador de demonios nunca era fácil, en realidad, quien se convirtió en cazador de demonios porqué pensó que era un trabajo facil merecia ser golpeado, ya que solo un idiota podría pensar que es facil pelear con seres del inframundo.

Él había aguantado mucho durante estos años, cortes, perdidas de sangre, fracturas de huesos, sus musculos siendo llevados al limite, los golpes de Quanxi y uno que otro ataque psicológico.

Y aunque algunas veces puede variar, no deja de ser un trabajo muy agotador y con una probabilidad alta de morir en cada misión.

Él pensó que solo tenía suerte, aunque los demás lo alabaran diciendole que era muy fuerte, solo sentía que en algunos casos la suerte había estado de su lado, y probablemente el resultado de su duro entrenamiento.

Muy probablemente en el futuro lo llamen el cazador de demonios más fuerte, un titulo que en realidad no le importe mucho. No le importa ahora y seguramente no le importará en el futuro.

Y hoy solo era otro día de trabajo más como cazador de demonios de seguridad pública en donde pondría a trabajar a su 'suerte' y a sus habilidades. Le habían informado que por esta zona de hogares residenciales había ocurrido un incidente con un demonio de nivel medio, uno de esos que te harían drenar un que otra gota de sudor, al menos para él.

Había estado trabajando como cazador por 12 años, prácticamente ya lo había visto todo. Esto no era nada nuevo para él, solo debía eliminar al demonio y listo.

Solo entrar, matar y salir, sin hacer nada más.

Él miró al cielo, estaba nublado y todo el ambiente estaba teñido de un gris solitario y triste, el viento trataba de que sus musculos se contrajeran ante la sensación del frio. El invierno en Tokio se estaba acercando asi que era normal ver esta clase de ambientes durante esta epoca del año.

Lo que no era normal era el olor a cobre que lentamente se estaba apoderando del lugar. Era sangre, por la intensidad del olor podia deducir que era mucha sangre la que se habia derramado.

Vió todas las casas que estaban en el lugar, muchas aun estaban en perfecto estado pero de todas solo una tenia un desperfecto. Y ese era que una de las paredes estaba completamente destruida.

Entró en la casa por el orificio como si fuera el dueño del lugar, sin duda este era el lugar de donde provenia el olor a sangre. Caminó hasta encontrarse con las escaleras, junto con el cuerpo de una mujer.

El cuerpo estaba tirado en medio de las escaleras, los ojos verdes de la mujer perdieron su brillo, su mirada estaba perdida mientras que debajo de ella la sangre salia de su estomago y manchaba la alfombra de las escaleras.

Él revisó el cuerpo por un instante, la herida que la mató fue una gran mordida que le arrancó gran parte de su abdomen, eso explicaba porque derramaba tanta sangre, debió haber muerto al instante por la mordedura que la despojó de sus miembros internos, o por la perdida de sangre. Ambas eran buenas opciones.

Pero él no era el forense, tenía que seguir buscando al responsable. Después de pasar por el cadaver de la mujer, se encontró con un pasillo lleno de algunas habitaciones con puertas que no habían sido abiertas.

A excepción de una, la última hasta el fondo.

Apresuró más el paso por primera vez desde que llegó aquí, a medida que se acercaba podia distinguir un sonido familiar, ese sonido que las personas suelen hacer en la mañana, tarde y noche mientras comen sus respectivas comidas. El sonido de algo siendo masticado.