Uno Sobre Todos

Capitulo 13: El inicio de un oscuro camino.

Descargo de responsabilidades: Simón bro, los derechos de chainsaw man no me pertenecen, si fuera así, entonces tendría dinero y escaparía de mi país y le compraría algo bonito a mi mamá.

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Hiro no estaba para nada feliz en este momento, las palabras de Kishibe habían cavado muy profundo en su mente y se acentuaron allí para recordarlas todo el tiempo.

Por una vez él quería ayudar a alguien, por una vez quería demostrar que es capaz de ayudar a las personas incluso sino son humanos en primer lugar; Makima podía haber sido el ejemplo perfecto para empezar pero a Hiro no le permitían estar ni a 5 metros de ella, ¿Cuál era el problema en primer lugar? Makima era un demonio, Hiro podía estar bien con eso solo si ella no intentaba algo que iría en contra de su vida, aunque hasta ahora ella había demostrado ser alguien muy...dócil. Esa palabra no sonaba correcta pero luego descubriría otra palabra para describir los comportamientos de Makima hacia él.

Pero de todos modos no debería haber ningún problema con que se relacionara con Makima, ¿Pero entonces porque Kishibe estaba haciendo todo lo posible para alejarlo de ella? ¿Qué era lo que hacía tan especial a esa niña para provocar un enojo de Kishibe?

Hiro no lo entendía y odiaba cuando no entendía algo pero odiaba más cuando nadie se esforzaba por ayudarlo a entender.

Vaya mañana, estuvo repleto de muchas cosas en tan solo unas horas y aún no terminaba el día, probablemente apenas eran las 11 de la mañana pero Hiro sintió que eran como las 10 de la noche; estar en esas instalaciones se sintió como una eternidad pero no se arrepentía del viaje.

Tal vez de lo que sí se arrepentía un poco era de no haberse despedido adecuadamente de Makima, vaya forma vergonzosa de despedirse. Hiro también considero que Kishibe no podía ser la única persona en el mundo que podía darle las respuestas que quería, también tenía a Quanxi pero dependía también de que tan dispuesta estaría ella a darle esas respuestas, aunque claro, Quanxi era de esas personas que no se comunicaban tanto pero de alguna manera decían mucho con pocas palabras, o al menos Hiro lo veía de esa manera.

También no estaba tan seguro si Quanxi tendría el tiempo para hablar con él, era raro verla en el apartamento y en ocasiones solo venía a entregar el cuerpo alcoholizado de Kishibe, luego ella se iría y volvería a lo mucho dos meses después, no había tiempo para hablar con ella además de decir un simple hola o darle un pequeño abrazo.

Otra persona, pero ahora era la más improbable, era la misma Makima; solo ella podía ser capaz de responder las dudas que tenía de ella, pero ahora esas posibilidades se veían muy limitadas. Hiro también sabía que fue su culpa que Kishibe estuviera como estaba ahora, desobedeció sus ordenes y se fue en una aventura extraña con una niña demonio o lo que sea que Makima fuera.

Pero tampoco tenían que joderlo de esa manera, al fin y al cabo salió vivo de todo eso, Makima también había demostrado ser alguien que necesitaba urgentemente a una persona con quien expresar sus emociones, también necesitaba a alguien que fuera su amigo, su familia, Hiro podía ser esa persona. Pero ahora ni siquiera lo dejaban acercarse a ella. Odiaba esto.

Hiro poco a poco empezó a sentir sus parpados pesados, tanto pensar, frustrarse y llorar lo habían cansado tanto que sintió que debería tomarse el resto del día.

Hiro pasó casi toda la tarde durmiendo.

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"¿Acaso está llorando por que no le compraste su juguete favorito?" Quanxi intentó hacer una broma entre toda la tensión que se había desatado en el lugar. Intentó darle una sonrisa a Kishibe que haría que incluso se desmayara, pero para su desconcierto el cazador no parecía prestarle tanta atención ya que solo se limitó a ver su vaso de whisky en su mano. Su sonrisa falsa poco a poco fue muriendo hasta que volvió a tener su típico semblante frio.