«Érase una vez un ángel que nació para complementar a un demonio y el demonio para salvar al ángel»
Jade comienza a sentirse atraída por Dieter desde el primer instante en que lo conoció. Todos los acontecimientos en los que juntos se ven implicado...
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—Me parecería muy extraño invitarlo a él —mencionó Rylee y detuve mi escritura.
—¿Por qué? —Theo enarcó una ceja —. Él es inteligente y casi estoy seguro que podría salvarnos de cualquier peligro.
—¿Lo dices por sus insignias de explorador? —cuestioné.
—Lo digo porque sí es muy capaz.
—Tiene razón. Bueno, más o menos. Él es muy estratégico y serio —dijo Sebas frente a mí —. Se nota que eso de la supervivencia le encanta.
Nos reunimos en Stars Coffee esa noche, aprovechando la salida decidimos comenzar a planear el campamento que realizaríamos en unas semanas. Justo en ese momento escribíamos y escogíamos los nombres de las personas que considerábamos más aptas para la travesía.
—Sería buena idea que tu padre fuera —Adeline se dirigió a Rylee.
—Sí, deberías comentarle —dije.
—Y aunque no se lo comente, igual irá —la rubia rodó los ojos y comió una papa frita.
—Ya tenemos a cinco, ¿Agregamos a tres más? —cuestioné con la vista en la hoja de papel frente a mí, escrudiñando cada nombre y persona desde mi propia perspectiva.
—Quizá sean suficientes —Sebas me arrebató la hoja y la observó también con atención.
—Creo que sí —Theo se acercó al hombro de Sebas para revisar junto a él —. Ellos cinco, nosotros cinco, un guía y un policía. Somos incluso demasiados.
—¡Entonces es perfecto! —expresó Rylee a mi lado —. Mientras más seamos, menos riesgo corremos.
—O podría ser todo lo contrario —recibí un golpe debajo de la mesa con fuerza y solté un pequeño quejido. Theo y Sebastian me veían con dureza y miradas amenazantes.
—Nada malo ocurrirá —Rylee se encogió de hombros, muy segura de sus palabras.
—No, nada —dijimos los cuatro al mismo tiempo, yo con una sonrisa forzada.
—De igual forma, debemos pensar en quienes podrían suplantar a los que ya escogimos, solo en el caso a que se nieguen.
—Podríamos decirle a Lore si Niko se rehúsa —propuso Theo. Apunté el nombre al lado del último mencionado.
—Y a Gale en vez de Alessia —ahora la propuesta vino de parte de Adeline —. Ella me agrada.
Guardamos silencio por un para de segundos, analizando las posibilidades y las personas correctas. Hasta que llegó a mi mente otro buen candidato.
