R E S P U E S T A S
Toqué con insistencia la puerta, una y otra vez. Estaba realmente apurada y nadie salía. Continué llamando a la entrada por lo que parecieron infinidad de horas y no recibía señal de vida dentro.Volví a tocar, con la mano hecha un puño y con más fuerza. Insistente.
Entonces la puerta se abrió de golpe y sus ojos cansados y de color negro puro me enfrentaron.
—¿Tú? —bramó.
—Sí, yo.
—¿Cómo me encontraste? —Arqueó una ceja, dudosa.
—No fue una tarea sencilla, créame —respondí, agotada.
Había preguntado a muchas personas en el pueblo si conocían a la mujer que tenía el pelo de blanco y negro, algunos solo se habían encogido de hombros, otros me aconsejaban no buscar a la mujer que consideraban la loca del pueblo y otros me brindaron con gusto la dirección.
—Es peligroso que estés aquí —refutó, con el rostro serio.
—Lo sé. Pero lo es mucho más todo lo que me está ocurriendo —espeté —. Necesito respuestas y creo que usted puede dármelas.
Me sostuvo la mirada por corto tiempo, creo que pensó deliberadamente sí era buena idea involucrarme en todo ese asunto, pero al final cedió.
—Pasa —hizo un ademán con su cabeza para que la siguiera y antes de hacerlo, observé con, la capucha puesta de mi sudadera, sobre mis hombros, asegurándome de que nadie me estuviera siguiendo u observando.
Di un paso insegura dentro de la casa vieja y el olor a humedad me invadió. El sonido del piso rechinaba con fuerza, era frío adentro y los colores sombríos de las paredes no contribuían a mis ganas de querer quedarme y escuchar todo lo que la mujer de avanzada edad tuviera para contarme.
Seguí a la señora hasta lo que pareció un muy pequeño comedor. La chimenea era la única que daba luz a nuestro al rededor y sobre el manto naranja que se pegaba por todas partes debido al fuego, pude divisar una mesita de madera en el centro con sus propias sillas ya desgastadas.
La mujer se sentó en una de las sillas y me invitó a mí a tomar asiento en la otra, lo cual hice insegura.
La observé en silencio, ella solo contempló el fuego ardiente.
ESTÁS LEYENDO
G R A V I T Y
Vampir«Érase una vez un ángel que nació para complementar a un demonio y el demonio para salvar al ángel» Jade comienza a sentirse atraída por Dieter desde el primer instante en que lo conoció. Todos los acontecimientos en los que juntos se ven implicado...