わびさび 𓏳 𝗠𝗢𝗡𝗦𝗧𝗘𝗥₊ haruhwan

⁀ SEMBILAN ‧₊˚

Había sido extraño; para Jeongwoo había sido extraño los últimos dos días. Al parecer su mejor amigo y el chico codiciado parecían llevarse de maravilla después de habérsela pasado jugando toda la tarde en su casa.

Junghwan se veía demasiado contento al lado del otro chico, y eso hizo a Jeongwoo sonreír; Junghwan estaba haciendo otro amigo a pesar de su dificultad para socializar, lo que hacía que Jeongwoo sintiera orgullo por el menor. Pero eso no quitaba que se sintiera extraño al no estar tanto con su mejor amigo.

En ese momento ambos se dirigían al colegio, caminando a un lado del otro en un silencio para nada incómodo. Junghwan estaba concentrado en el camino mientras que Jeongwoo ponía toda su atención en su celular.

—Jeongwoo, no debes mirar tu teléfono mientras caminas en la calle —habló el menor con la vista al frente.

Jeongwoo apagó el aparato y lo guardo en el bolsillo trasero de su  pantalón.

—Tienes razón, perdón Hwannie —le sonrió al otro.

Siguieron su camino aún en silencio. Por alguna razón no había tema de conversación como todos los días, pero eso no significaba que se sentían incómodos. No obstante, Jeongwoo no quería estar sin algo que hablar con su mejor amigo, así que abrió la boca y dejó las palabras salir.

—¿Y cómo es Haruto? —preguntó de la nada, provocando que Junghwan se sorprendiera.

—¿A qué te refieres...? —preguntó bajito el menor; Jeongwoo se desconcertó por eso, pero no mencionó nada.

—Te has estado juntando con él, ¿cómo es como amigo? ¿es bueno? ¿te trata bien? ¿te obliga a hacer cosas que no quieres? ¿te insulta? ¿te hace sentir mal? —empezó a interrogar. Si Haruto se atrevía a lastimar a Junghwan, se aseguraría de romperle el cuello y dejarlo descansando en una tumba a tres metros bajo tierra.

Era muy sobreprotector con Junghwan.

—Es una buena persona; no tienes nada de qué preocuparte, Jeongwoo —una sonrisa se dejó ver en los labios del menor, tratando de que con ese gesto el otro se calmara.

Jeongwoo lo dudó un poco antes de asentir. Tenía sus dudas, pero de igual forma confiaría en el menor.

—Y ¿te gusta estar con él? —preguntó Jeongwoo.

Notó a Junghwan ponerse un poco nervioso, pero nuevamente dejó pasar aquella reacción.

—S-sí... ¡Es muy divertido! —sonrió en grande, recordando las bromas que Haruto le contaba cuando compartían tiempo juntos.

—¿De verdad? —Junghwan asintió— Espero que no me termines reemplazando por él porque me pondré triste —hizo un puchero un tanto exagerado, provocando que una risa saliera del menor.

—¡Nunca! Tú eres una persona muy especial para mí —abrazó al mayor. Nunca en su mente se había cruzado la idea de no estar cerca de Jeongwoo, y no le gustaría que eso llegara a suceder. Jeongwoo tenía un lugar muy importante en su corazón y no le gustaría que algún día discutieran y eso ocasionara el fin de su gran amistad.

—Eres muy tierno, ¿te lo han dicho? —despeinó la cabellera del menor suavemente.

Junghwan pareció pensarlo antes de contestar. —A veces —dijo simple.

—Deberían decírtelo todo el tiempo, ¿qué sucede con las personas hoy en día? —cuando su vista se posicionó delante suyo pudo notar que ya habían llegado al instituto. Un mohín se dejó ver en sus labios; quería pasar un poco más de tiempo con su mejor amigo.

Se despidieron y Jeongwoo vio la silueta de Junghwan desaparecer por la puerta de su aula. Por alguna razón sintió su corazón doler; sentía que debía pasar más tiempo con el menor.