⁀ EMPAT ‧₊˚

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La noche anterior le fue difícil dormir, los nervios se apoderaban de él y le impedían un viaje entre sus sueños. Todo por culpa de haberse prometido hablar con el chico que lo tenía loco.

Su alarma sonó, indicando que debía levantarse para otro día más de clases. Con pereza, salió de su cómoda cama para poner sus pies en el helado suelo. Un escalofrío lo recorrió a causa del repentino cambio de temperatura de la cálida colcha a las frías baldosas.

Sus pasos se dirigieron al ropero de donde tomó el uniforme del instituto. Él siempre había querido asistir a uno donde podían vestir lo que quisieras sin necesidad de seguir un código de vestimenta; pero nunca fue inscrito en un colegio así, por lo que debía aceptar la idea de portar un uniforme cinco días a la semana.

En lo que se arreglaba, su mente procesaba los posibles escenarios que podría llegar a vivir ese día si seguía los pasos que se había planteado para sacar información de Haruto.

Suspiró. El día anterior parecía más fácil, ahora lo veía como algo imposible. Odiaba ser tan introvertido.

Salió de su hogar después de despedirse de sus padres. Junghwan era un chico un poco cariñoso con sus padres a comparación de sus compañeros. Jeongwoo, por ejemplo, no solía despedirse de su madre cuando salía a algún lugar. En cambio, él no se sentía seguro al irse sin antes haber recibido un beso en la frente de parte de su progenitora.

Caminó hasta el instituto puesto que vivía realmente cerca del lugar donde estudiaba. Como era costumbre, se encontró con su mejor amigo en el camino. Jeongwoo y él no eran vecinos, pero el mayor buscaba la manera de que llegaran juntos a las instalaciones para pasar el rato con su amigo.

—¡Hwannie! —llamó Jeongwoo apenas vio al menor. El nombrado aceleró sus pasos para llegar al lado del otro.

—¡Hey! —saludó Junghwan.

—¿Cómo está el pequeño Hwannie? ¿Ya hablaste con tu crush? —preguntó interesado.

—Ah… —sintió sus mejillas calentarse por la vergüenza al estar hablando de aquel tema— Tenía planeado hablarle ahora... —confesó.

Jeongwoo comprendió. —Claro, entonces yo me iré a mi salón recién lleguemos —no insistiría en saber quién había robado el corazón del menor si éste no quería contarle.

Cuando menos se dieron cuenta, ya estaban frente a la entrada principal. Jeongwoo se despidió de su mejor amigo y se adentró a su aula tal y como había dicho que haría. Junghwan le agradeció en su mente por ello.

Con su mirada buscó al dueño de sus suspiros, y al encontrarlo no pudo evitar soltar uno. Apretó sus manos hechas puños y caminó decidido a realizar el plan que había creado el día anterior. Sin embargo, por más que se notara demasiado confiado, toda aquella confianza fue tirada a la basura cuando vio a algunas chicas acercarse a Haruto y hablar con él, seguramente para preguntarle cosas sobre él.

Suspiró rendido y agachó la cabeza para seguir caminando hacia su aula. Genial, su maldita timidez no le permitirían tener novio.

Chicas= 1, Junghwan= 0

Pasó al lado de Haruto, con la intención de por lo menos escuchar aunque fuera un poco de la conversación que las jovencitas mantenían con él, pero no se esperaba para nada ser detenido por el otro.

—¡Hey, Junghwan! —llamó el popular, ocasionando que el mencionado volteara y algunos ojos se pusieran en él— Buenos días —saludó con una hermosa sonrisa, dejando a Junghwan sin aire.

—Bu-enos días… —devolvió el saludo nerviosamente y se apuró a llegar a su aula.

Sus mejillas claramente estaban rojas y su corazón acelerado, pero no podía ocultar esa boba sonrisa que se había apoderado de sus labios.

Junghwan= 1, chicas= 0

わびさび 𓏳 𝗠𝗢𝗡𝗦𝗧𝗘𝗥₊ haruhwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora