Por amarte así

Capitulo 7

Yo solo sonreí, por que la que quedó humillada fue Priyanka

Ella sólo se molesto y se fue furiosa

—Perdón, Priyanka es muy temperamental y no se mide nunca— Christopher

—Si lo note—

—Pero bueno, ¿que haces aquí?— Christopher

—Vine a ayudar a Harry, el se encarga de cuidar la mansión—

—Si lo conozco, ¿es tu novio?— Christopher

—No, sólo somos amigos—

—*Tn* ya hay que irnos, quiero llegar temprano a la casa para preparar
la comida— Erick

—Erick— Christopher susurro —¿el es es tu hermano?—

—Si, bueno somos mejores amigos pero yo lo considero mi hermano, Erick te presento a Christopher el es el dueño de la mansión—

Erick y Christopher se saludaron pero note que Erick se sentía cansado, salimos de la mansión y Erick se agarró de uno de los barrotes del portal de una casa.

—Mejor hay que pedir un taxi, me siento cansado, me duele la cabeza— decía Erick

Al llegar a casa Erick por poco se caía, le dije que se fuera acostar, prepare la comida.

Tocaron a la puerta y cuando abrí estaba Sebastián.

—Hola *Tn*, ¿cómo estás?— dijo Sebastián entrando, se sentó en el sillón y prendió la televisión —¿Estas sola?—

—No, está Erick en su habitación—

—¿A donde fuiste con el después de salir de la escuela?— Sebastian

—Fuimos con Harry—

—¿A que fueron?, ¿y por qué no me pediste permiso para ir con ellos?— Sebastián

—Fuimos a ayudarle con el jardín de la mansión, y no tengo por qué pedirte permiso, no eres mi dueño— me sentí enojada, y no se por que el recordar a Christopher me hizo sentirme segura

—Soy tu novio, y debo de saber todo lo que hagas— dijo Sebastián parándose del sillón

—No tengo que decirte lo que haga, no eres mi dueño, lo repito, ahora vete y déjame en paz Sebastián—

Antes de subir, Sebastián me agarró fuerte del brazo.

—No debiste de decirme eso— dijo Sebastián,

Mi mejilla comenzó a arder, Sebastián me había dado una cachetada, me empujó hacia el sillón y me dio otra.

—¡Sebastian ya déjame!— decía llorando

—Esto es para que aprendas que no debes de levantarme la voz, y que siempre, escúchalo bien, siempre tienes que decirme a donde vas y con quien— Sebastián

—Esta bien, ya aprendí que debo de hacer eso, por favor ya suéltame—

Sebastián se alejó y al salir azoto la puerta, le preparé la comida a Erick, y subí a su habitación, al pasar por su espejo note que mis mejillas estaban muy rojas e hinchadas.

Me acerque a Erick, y el estaba dormido, lo moví un poco para que se despertara.

—Hice ya la comida, aquí te la traje— dije cuando estaba despertando

Me salí rápido de la habitación para que no viera los golpes que me dejó Sebastián.

En mi habitación todo estaba en silencio, tenía la luz apagada, sólo quería estar sola.

Estaba mirando hacia al techo cuando otra vez un montón de luces de colores comenzaron a salir. Cerré los ojos y cuando los abrí estaba en un antro, las personas que estaban ahí tenían ropa de los 90s, a lo lejos vi a Sebastián, quería salir corriendo de ahí ya que no quería más problemas, en una de las mesas estaban Richard y Zabdiel y miraban con enojo a Sebastián, en un momento rápido Zabdiel y Sebastián se agarraron a golpes.

¿que problema tienen?, no quise acercarme por qué tenía miedo de Sebastián.

Las luces volvieron a salir y cuando abrí los ojos estaba de nuevo en mi habitación, prendí la lámpara que tengo a un lado, y luego abrí la ventana.

Y otra vez estaba un lobo afuera del pateo, ¿por que vendrán?.

Al día siguiente saqué mi polvo para la cara, con mi brocha me daba pequeños golpecitos para que el maquillaje cubriera  los moretones que me salieron en mis mejillas.

—Te dormiste casi todo el día ayer, ¿hoy ya te sientes mejor?—

—Si ya, sabes ayer me pasó algo raro— Erick

—¿Que te paso?—

—Cuando llegue a mi habitación comencé a ver muchas luces de colores, y de un momento a otro estaba en una discoteca de los años 90 y a lo lejos vi a Sebastián estaba discutiendo con un chico llamado Zabdiel, estaban discutiendo sobre una chica, no escuché el nombre de la chica, pero lo que me llamo la atención es que te miraron, tu estabas ahí conmigo— Erick

—¿Y que más pasó?—

—No lo se, después ya estaba en mi habitación, no se que fue lo que me pasó— Erick —Yo creo que sólo fue un sueño—

—Erick a mi...—

—Hola *Tn*, ¿cómo estás?— dijo Joel mientras me saludaba de beso

—Hola Joel, que bueno que nos volvimos a encontrar—

—Me comentó Christopher el problema que tuviste con Priyanka, y una disculpa, ella es muy temperamental— Joel

—No te preocupes, el me dijo lo mismo, ¿donde está Christopher?— pregunté curiosa

—El estaba en las canchas de fútbol, se va a meter al equipo creo— Joel

—Bueno *Tn* los dejo, tengo que ir con Patricio a checar unas cosas en
el laboratorio— dijo erick

—¿Es tu mejor amigo cierto?— Joel

—Si, ¿cómo lo supiste?—

—Se nota, se ve que tienen mucha
conexión— Joel

—En verdad somos muy unidos, ¿y Christopher y tú son mejores amigos también?—

—Si, nos consideramos hasta hermanos, el sabe muchas cosas de mi como yo de él— Joel

—Pensé que nos íbamos a ver en las canchas, te estuve esperando— Christopher

Al verlo sonreí como una tonta, y muchas punzadas me estaban dando en mi parte íntima.

—Me quede platicando con *Tn*, ¿creen que me puedan esperar?, es que tengo que ir por un libro a la biblioteca— Joel

—Si, claro— Christopher  —¿Cómo se siente Erick?—

—Bien, ya se siente un poco mejor, pero espera ¿cómo supiste que se sentía mal?—

—Note que se sentía así cuando nos presentamos— Christopher

—Claro, se me había olvidado— dije entre nerviosa, es que no podía estar cerca de Christopher

Por ratos Christopher me sacaba plática y por otros solo me veía, se me cayó una moneda que traía y al tratar de agarrarla ambos rozamos nuestras manos , nos miramos y la expresión del rostro de Christopher había cambiado, ya no expresaba furia, su rostro era más amigable y parecía contento. Sus ojos son color ámbar muy claro, y sus labios eran carnosos, sonrió y sus colmillos están afilados, se percató de lo que vi y de inmediato dejó de sonreír.

—Aquí está tu moneda— dijo Christopher en un tono muy suave

—Gracias—

—*Tn*, ¿sabes dónde está mi hermano?— dijo Angelica llegando

Christopher la miro y su mirada se puso rara, es como cuando alguien mira obsesionado a una persona, Angelica también lo miro y su mirada no expresaba nada.