Capitulo 29

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—¿Ya me dices que es?— dije caminando con dificultad, ya que llevaba los ojos vendados

—Todavía no, es una sorpresa— decía Christopher acomodando unas cosas, bueno eso supongo por que solo escuchaba el ruido que hacía —Ahora si ya puedes quitarte la venda—

Quite la venda de mis ojos y la cabaña tenía muchos adornos de flores, y regalos.

—¿Para que es esto?— dije observando todos los adornos

—Son para ti, tú mereces todo lo mejor, y quiero concentirte— decía Christopher con un poco de tristeza pero con un brillo en los ojos —*Tn* yo quiero confesarte algo— me quede en silencio para que siguiera hablando pero su celular sonó y ya no siguió hablando

Abrí una bolsa de regalo y había chocolates y en otra más joyas, y perfumes, nunca había tenido cosas así, pero estaba segura que ninguno de estos regalos es lo que quiero, yo quiero a Christopher pero se que el nunca me va a querer a mi. Sentí besos cálidos en mi cuello y de inmediato bese en los labios a Christopher, despacio me fue quitando la ropa, sus caricias eran suaves, mis manos jugaban con su pelo, y las manos de él recorrían mis piernas. Llegamos a la cama y sin dejar de besarnos logramos acostarnos.

—*Tn* te amo— decía Christopher entre gemidos pero no estaba segura si en verdad dijo eso, estaba por hablar pero otra vez capturó mis labios con los suyos, sus besos recorrieron desde mi cuello hasta mi zona íntima, ahí Christopher se quedo entretenido, y yo gozaba, la sensación de placer y de amor que sentía me prendía, estaba por venirme y de pronto su miembro ya estaba adentro mío, Christopher susurraba palabras que yo no lograba entender, pero no quería arruinar el momento preguntando y me callaba.

—Ya estoy cansada— dije sin casi aliento

—Esta bien guapa— dijo Christopher abrazándome y besando mis mejillas, me recosté en su pecho —Eres una chica increíble, no me refiero en el sexo, si no en otros aspectos, aveces he llagado a pensar que hubiera pasado si nosotros dos nos hubiéramos...— guardo silencio rápido y después soltó una pequeña risa

—Chris, no quiero perderte— dije un poco en voz baja, pero después caí en un sueño profundo.

El frío recorrió todo mi cuerpo, y de inmediato me tapé con una sábana, estiré mi brazo y no estaba Christopher, mire la ventana y ya era de noche.
Me puse mis sandalias y cubrí mi cuerpo con una bata de dormir, la cabaña estaba sin luz y Christopher no estaba, sin pensarlo salí y el frío  se hizo más presente, abrase mi cuerpo con mis manos y camine, la luna alumbraba todo el camino donde estaban las bancas y las flores azules, parecía un paisaje sacado de un cuento de hadas.

Unos murmullos se escuchan cada vez que caminaba más, esta escena ya la había vivido pero en diferente manera, estaba preparada para saber que encontraría a Christopher con Angélica, me detuve y quería regresar pero algo me incitaba a seguir. Me hice caso y seguí caminando.

—Te amo Christopher entiéndelo— decía Angélica besando a Christopher, mis lagrimas no tardaron el salir

—¿Siempre has jugado conmigo durante los siglos que nos hemos encontrado?— dije llena de rabia, no estaba preparada para verlos

—*Tn* yo— decía Christopher pero lo interrumpí

—¡Cállate!, ¡no quiero escucharte!—

—*Tn* espera— decía Erick corriendo hacia mi

—¿Tú qué haces aquí?—

—Hay algo que necesitas saber de Christopher, el no es bueno— decía Erick

—¿Por que dices eso?—

—Erick lo que te hayan dicho no es cierto— decía Christopher caminado hacia nosotros

—Eres un asesino— dijo Erick molesto —Tu mandaste matar a los papás de *Tn*—

Sus palabras resonaron fuerte en mi cabeza, ¿por que haría eso Christopher? —¡¿Por que lo hiciste?!— dije tratando de darle una cachetada a Christopher pero fue imposible el la esquivo rápido —¡Mataste a mis padres maldito!—

—*Tn* escúchame por favor— decía Christopher como si quisiera llorar, pero sabía que no lo haría el no tiene ningún sentimiento

—Yo no te voy a escuchar, eres un maldito asesino, no se que te hice pero no merecías quitarme a mis padres— dije llorando y tomando la pistola que tenía Erick en las manos —¡¿Por que los mataste?!—

—Déjame hablar por favor— decía Christopher —Tú me odias por eso—

—Ya no te odio, te aborrezco—

—Christopher amor ya decide— decía Angélica poniéndose a lado mío —Ya casi se acaba el tiempo—

—Espera Angélica— decía Christopher algo molesto

—No puedo esperar— decía Angélica sacando de la bolsa trasera del pantalón de Christopher una pistola —Ya mátala como lo tenias planeado—

Christopher quedó atónito.

—Me enamoraste, te acercaste a mi para matarme primero— dije más molesta

—Ya que esperamos *Tn* hay que matarlo— decía Erick

—No ganó nada negando que ese era mi plan, fingir que Angélica se fue y me dejo, y después acercarme a ti y ganarme tu confianza para acabarte— decía Christopher tratando de agarrar mi mano pero yo me aleje —Perdóname por favor, sabes me di cuenta que...—

—Tus estupidas palabras de perdón no las creo, me enamore de ti y tú juegas conmigo, no te asesinare por eso, si no por qué mataste a mis padre— agarre bien la pistola y Erick no se donde demonios saco otra, la escena se volvió a repetir

—Jala el gatillo— decía Erick

Pero otra vez esa luz nos cegó.

—¡Abre los ojos!— creí escuchar la voz de mis padres, abrí los ojos y Christopher tenía los ojos cerrados al igual que Erick y este tenía la pistola tirada, la luz cegadora no se quitaba, pero de las sombras alcance a ver una silueta y este disparo hacia Angélica, antes de que se quitara la luz tome la mano de Erick y comencé a correr atrás de la sombra.

—¿A donde vamos?— decía Erick tratando de abrir sus ojos

—Tú solo sigue corriendo— dije guiando el camino

—¿Que pasó con Christopher?— decía Erick ya recuperando mejor la vista —¿Por que corremos?—

—Estoy a punto de saber quién es el asesino de Angélica—

La silueta corría rápido, no creo alcanzarla, se metió dentro de unos árboles.

—¡No puede ser!— dije pateando un tronco —Yo no la mate—

—¿Quieres demostrarle tu inocencia a un asesino?— decía Erick, tenía razón el asesino era Christopher, no yo, amo a Christopher y sigo sin creer que el sea el que creo ese accidente

Comencé a llorar y Erick me abrazo —Hay que seguir caminando, no tenemos armas para defendernos por si Christopher quiere atracarnos— me paso su chamarra y me cubrí con ella.

—¿Como sabias que estaba aquí?—

—Me lo comento Joel, el no es como Christopher— decía Erick ayudándome a caminar sobre las piedras —El nos quiere ayudar—

Era difícil caminar en medio del bosque sin ninguna luz, buscamos un lugar más o menos seguro para dormir ya que no podíamos regresar a nuestra casa por qué Christopher iría a buscarnos ahí.

Por amarte así Donde viven las historias. Descúbrelo ahora