Segunda parte "Por amarte asi" (Epilogo)

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—¿Como que no encontraste las joyas?— decía Joel revisando cada cajón de la habitación

—No, no se donde quedaron, ¿tú no las moviste?— Priyanka

—No, muy pocas veces entro aquí— Joel

—René ven para acá— decía Priyanka esperándolo

—No he agarrado las joyas, mi audición me permitió escuchar todo— decía René entrando

—¿Seguro?, por favor René di la verdad, si agarraste las joyas para pagar tus deudas dinos, no creo que Christopher se moleste por eso— Priyanka

—Les juro que yo no agarre nada, ya saben que cuando tengo problemas de dinero siempre les pido prestado a ustedes o a Christopher— René

—Bueno por el momento Christopher no se dará cuenta que desaparecieron las joyas, esta muy sumergido en su dolor— Joel

—Eso si, ¿ustedes creen que pronto se le pase su tristeza?— decía René

—La verdad, yo siento que no, aunque años lo oculto, el la amaba mucho— decía Priyanka —Cuando pierdes a tu pareja ese dolor nunca se va, se queda, y siempre vives con tristeza—

—¿Tú como lo sabes?, ¿has perdido a un enamorado?— decía René curioso

—¿Por que eres tan preguntón?— decía Priyanka evadiendo el tema

—Bueno es que lo que dijiste, parece como si tú también sintieras ese dolor— René

—Bueno yo sólo soy empatica, solo me pongo en los zapatos de Christopher— decía Priyanka saliendo

—Nunca nos va a contar algo más de su vida— decía Joel recordando la vez que la conoció —Siempre ha sido muy reservada, solo comenta lo necesario—

—Lo único que se de ella es que nació en la India, y su cumpleaños es el 12 de marzo— decía René —Y que tiene pésimo gusto por la moda actual— el y Joel rieron

Christopher desde que llegó del funeral se encerró en su habitación, si hubiera sido humano estaría seguro que agarraría muchas botellas de alcohol y se embriagaría hasta quedar inconsciente y olvidar lo qué pasó, pero eso no va a pasar, desgraciadamente el alcohol no hace efecto en los vampiros.
Durante todo ese rato escuchaba la voz de *Tn* pidiéndole ayuda, su tristeza no lo dejaba en paz, el quería estar con ella, daría todo con tal de tenerla mucho más tiempo.

Erick por su cuenta si comenzó a beber varios tequilas y vinos, perdió a su hermana, se sentía mal al llegar a casa y no tener su compañía, no aguantaba estar tan solo, su mamá marco varias veces pero el jamás le respondió, no quería agobiarla.  La mente de Erick se sentía perdida, se sentía mal por no haber estado con ella, gracias a Dios ya casi eran las vacaciones de navidad y se ahorraría todas las preguntas de sus compañeros para saber dónde está *Tn*.

—Joven ya casi voy a cerrar el comentario, tiene que irse— decía el vigilante a Harry

—Si está bien, sólo deme 5 minutos, tengo que acomodar estas flores adentro de la capilla— decía Harry

—Está bien, pero que no pasen de los 5:00 por favor— decía el vigilante retirándose

Harry entro a la capilla y con mucho cuidado acomodo las flores a lado del ataúd, supongo que se veía hermoso, decía supongo por que ya casi estaba por anochecer y no se veía muy bien, cerró la capilla con un candado.

—¿Gusta que lo acompañe a la salida?— decía el vigilante prendiendo su linterna

—Si, se lo agradecería mucho—

—Este cementerio es donde entierran a las personas millonarias de la ciudad pero tiene muy mal el alumbrado, necesitamos más postes de luz, ya que a estas horas ya es difícil caminar, y las personas se tropiezan a cada rato— decía el vigilante, con la mayor calma, al contrario Harry venía rezando para que ningún fantasma les saliera, era algo incoherente ya que a sus jefes vampiros no les tiene miedo, pero si a los fantasmas —De la familia Vélez, la chica es la primera que está en este
cementerio, los demás parientes del joven Vélez han de estar muy sanos por qué jamás  había estado alguien de esa familia aquí—

—Mis jefes si se cuidan mucho— decía Harry tratando de calmar sus nervios

—¿Cuantos años tiene el señor Christopher Vélez?— preguntó el vigilante

—Tiene 26 años— Harry

—¿26?, que raro, yo recuerdo que cuando yo tenía la edad de 18 años acompañaba a mi padre aqui, el era antes el vigilante, y siempre venía el joven Vélez a pagarle para que sus familiares que fallecieran reposaran aquí— decía el Vigilante muy confundido

—Lo más seguro, es que era el abuelo de Christopher— decía Harry ocultando la verdad de su jefe

—Eso concuerda, tal vez si era sus abuelo, pero que curioso, su abuelo y Christopher tienen el mismo parecido— Vigilante

Unos golpes se comenzaron a escuchar, e hicieron que Harry se pusiera más nervioso —¿De donde son esos golpes?— decía Harry

—A lo mejor ese ruido lo está haciendo un gato o una rata, esos animales vagan mucho por aquí— dijo el Vigilante con la mayor tranquilidad del mundo

Los golpes cada vez sonaban más desesperados, como si alguien quisiera salir de su ataúd.

El vigilante prendió su cigarro —Estos jóvenes que aveces entran a hacer travesuras, son los que han de hacer el ruido, espéreme aquí, voy a ir a correrlos—

—¿Me va a dejar aquí solo?— decía Harry mirando cómo el anochecer formaba figuras horribles a su alrededor —Espere, lo acompañó— decía corriendo atrás de él.

Caminaron hacia la misma dirección donde estaba la capilla de *Tn*, y el ruido se hacía más fuerte, Harry temblaba por el miedo que sentía.

—El ruido viene de la capilla de los Vélez— decía el vigilante abriendo el candado, entraron a la capilla y ya no había ningún ruido —Que raro, estoy seguro que el ruido venía de aquí—

—Yo igual estaba seguro, pero ahora que ya vimos que no es nada, hay que ir a la salida por favor— Harry

El vigilante acompañó a Harry a la salida, y Harry sin pensarlo se metió rápido al auto y manejo hasta la mansión de Christopher.

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