Capitulo 22

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—¡*Tn*! despierta— decía Erick tocando la puerta —Vamos a llegar tarde a la escuela—

—Es muy desesperado ¿no?— decía Christopher mientras besaba mi hombro

—Si, pero con justa razón, ya son las 6:55, vamos a llegar tarde a la escuela— decía mientras me paraba de la cama pero Christopher me detuvo

—Dile que te sientes algo mal y que te quieres esperar hasta que te sientas bien, que el se adelante a la escuela— Christopher

—¿Para que quieres que le diga eso?—

—Solo dile— Christopher

—Erick—

—¿Qué pasa?— contesto Erick al otro lado de la puerta

—Me siento algo mal, me duele el estomago—

—¿Quieres que te lleve al doctor?— Erick

—No, mejor adelántate a la escuela, ya si me siento mejor llego después—

—Si está bien— Erick

—Ven hermosa— decía Christopher poniéndome encima suyo

—¿Quieres que volvamos a tener relaciones?—

—No, por hoy no, solo quiero que nos bañemos juntos— Christopher

Me baje de el y fui al baño a abrir la regadera.

—Ya está la duc...— salte del susto cuando Christopher apareció en la puerta, agarró mi manos y nos metimos a la regadera

Christopher dejaba besos en mi cuello y con una mano agarró un estropajo y lo comenzó a pasar sobre mis brazos y estómago, yo hice lo mismo con el, enjuague su pelo muy suavemente y por ratos le daba besos en sus labios.

—Mi auto se descompuso así que viajaremos en motocicleta — dijo Christopher colocándose su casco

—¿Quien la trajo?—

—René, yo le dije que la trajera, ademas te gustó viajar en ella  ¿no?— Christopher

—Si me gustó—

Me subí a la motocicleta y me agarre de la cintura de Christopher, el viento chocaba con mi casco, y la adrenalina se sentía muy bien.

—¡Hey! ¿a donde vamos?– dije cuando pasamos la escuela

–Te llevaré a un lugar a fueras de la ciudad— decía Christopher

Me sentía nerviosa y con miedo, ¿miedo?, si si es miedo, ¿y si me quiere matar el primero?,  ¿y si planeo una venganza hacia mi?, esas preguntas no las dejaba de repetir, no se muy bien por que somos rivales, pero estoy segura que hoy el puede matarme.

Ya estábamos a fuera de la ciudad y Christopher se desvió y entró a un atajo, los árboles se veían muy verdes y la neblina no sesaba, estacionó la motocicleta y me ayudó a bajar, tomó mi mano y caminamos por un sendero de flores azules y bancas, bajamos unas escaleras y estaba una pequeña casa, Christopher sacó las llaves y abrió la puerta.

—¿Por que me trajiste aquí?— dije tratando de no toser, el polvo que estaba adentro era mucho

—¿Te gusta el lugar?— Christopher

—No por ahora, esta lleno de mucho polvo y telarañas, pero si se limpia bien el lugar estoy segura de que es hermoso—

—Concuerdo contigo, con una limpieza este lugar quedará hermoso— Christopher —Esta casa será nuestro lugar para vernos—

Por amarte así Donde viven las historias. Descúbrelo ahora