Capitulo 12

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Siempre que voy con Perla de compras el día se me pasa rápido.

–¿Segura que no quieres que te acompañe hasta tu casa?— Perla

—Si segura, además llevas muchas bolsas de ropa y la caminata hasta mi casa es muy cansada—

—Esta bien, nos vemos en la escuela— Perla

Me despedí de mi amiga y comencé a caminar, ya era noche y hacía frío, siempre que me tocaba venirme sola venía al pendiente de que nadie me siguiera, últimamente las calles no son muy seguras para que una chica ande sola.
Los carros pasaban a lado mío y alumbraban un poco, en medio de la obscuridad se podía ver a una pareja besándose.

—Ojalá estuviera así con Christopher pero eso no va a pasar por qué está con Angélica—

Era algo muy lejano lo que quería con el, ¿debería de seguir con Sebastián?, desde hace tiempo quiero terminar con el pero no es para que corra a conquistar a Christopher si no por qué hay veces que ya no aguanto la manera en la que me trata.

Seguía caminando mientras mis pensamientos se iban apoderando más y más de mi mente, unos gemidos se escuchaban, creo que provienen de mi casa.

Me detuve en la puerta y los gemidos eran más fuertes, estaba por tocar pero mejor no lo hice, no quiero interrumpir a Erick si esta con alguien.

—¡Ahhhh!— el gemido de la chica se escuchó

—Ya pasó hermosa— la voz que habló no era de Erick, si no de otro chico  —Ahora no te va a doler nada—

Estaba por abrir la puerta pero en la cerca de la casa de a lado iba saliendo un chico con una mujer

La mujer con dificultad se iba acomodando la ropa y el hombre la ayudó a caminar, pero antes de llegar al auto la joven cayó al suelo.

—Disculpe ¿pasa algo?, ¿quiere que lo ayude?—

—No pasa nada, sólo que tomo mucho y no aguanto— decía el chico acomodando a la mujer en el auto

—Esta bien— dije sin creerle
Entre a la casa y por la ventana vigilaba que movimientos hacia el chico,  ¿le haría algo malo? ¿y si mejor llamo a la policía?.

—¡Muchachos pecadores!— gritó nuestra vecina, ella vive donde los chicos estaban haciendo ruidos —Voy a llamar a la policía por que estuvieron teniendo relaciones sexuales en mi jardín—

—Cálmese señora— decía el joven subiendo a su auto

—No me voy a calmar, son unos pecadores, Dios los va a castigar— vecina

El joven arrancó y la vecina se quedó gritando.

—Pensé que nunca iban a acabar
su escándalo— decía Erick atrás mío

—Al principio pensé que eras tú el que estaba haciendo esos ruidos—

—¿Y con quien iba a hacer eso?, no tengo
novia— Erick

—Bueno pues pensé que habías invitado a una amiga— dije entre comillas

—Nunca haría eso, bueno si lo haría pero no aquí, pero señorita ¿por qué no me avisaste que ibas a salir tarde del trabajo?— Erick

—Se me olvidó, es que fui de compras con Perla y ya sabes que nos centramos sólo en comprar ropa y accesorios—

—Esta bien señorita, ahora cena— Erick

—La cena quedó estupenda—

—Gracias, esta receta me la pasó Harry— Erick

—Pues está muy buena la receta—

Por amarte así Donde viven las historias. Descúbrelo ahora