Capitulo 26

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—¿Ex novia?— decía Christopher entrando —Eso yo nunca lo supe, en algunos siglos nos encontrábamos con Kenia pero nunca supe eso—

—¿Pero por qué me quiere matar?—

—Gracias Priyanka por cuidarla, ahora déjanos solos, quiero hablar con ella— decía Christopher —Ven linda— decía mientas agarraba mi mano —Kenia es una mujer loba, pero no sigue a Zabdiel, ella tomó su propio rumbo—

—¿Por que no sigue a Zabdiel?—

—Es que el y su demás manada se alimentan de  animales normales, y a Kenia no le agrado la idea así que se alimenta de humanos, y por lo que sabemos ella quiere matarte a ti y
a Erik— Christopher

Me estremecieron sus palabras, sabía que Kenia no era buena chica pero nunca pensé que fuera mujer loba y que aparte quisiera comernos.

—Te juro que no pasará nada, yo te cuidaré de todas las personas que te quieran hacer
daño— Christopher

—Gracias— lo abrase pero de pronto una idea muy extraña me surgió, qué tal si quiere protegerme de otros para que ellos no tengan la oportunidad de matarme y el si la tenga.

Me separe rápido de Christopher y el me miro confundido, yo sólo le sonreí y le dije que tenía que ir con Erick, quería saber que estaba bien.

—Pensé que ibas a estar en la casa— decía Erick mientras dejaba a un lado sus herramientas con las que repara los autos

—Solo quería venir a ver cómo estás— dije abrazándolo

—Pero si siempre estoy bien, ¿pasa algo?— Erick

—Si pasa algo, y algo muy preocupante—

—¿Christopher ya es tu enemigo?— Erick

—No, bueno creo que eso siempre ha sido, pero no se trata de eso, se trata de Kenia, tú ex—

—¿Qué pasa con ella?— Erick

—Ella es...— uno de los compañeros de Erick del trabajo estaba cerca y no quise hablar –Vamos a la oficina de tu jefe, creo que no está—

Entramos a la oficina y Erick cerró con seguro la puerta.

—Ya nadie nos escuchará, Kenia es una mujer loba—

—Ahora entiendo por qué tenía más fuerza que yo, pero ¿por qué es preocupante?, supongo que es de la manada de Zabdiel, y supongo también que son buenos— Erick

—Zabdiel y su manada si son buenos, pero Kenia no es parte de ella y es mala, y nos quiere matar—

—¿Matar?, ¿por que?— Erick

—Por lo que le entendí a Christopher en el camino, es que le gustaste pero no precisamente para ser su pareja o algo así, si no, que le gustaste para ser su comida, y yo también le guste para ser su comida—

—¡No puede ser!, ahora hay que estar al pendiente de que no nos mate Kenia o Christopher— decía Erick

—¿Por que dices que Christopher?—

—Ayer que me desmalle, otra vez se me vinieron muchas escenas de nuestras vidas pasadas y Christopher siempre te mira con odio, no dudo que quiera matarte en un momento— Erick

—¿Sabes el por qué me odia?—

—No, no lo sé— decía Erick mirando hacia otro lado —Lo único que se es que tanto tú como el tienen sólo esta oportunidad para que uno asesine al otro y se acabe todo el problema que llevamos acarreando—

—Erick amo a Christopher, siento mucho amor por el, y no lo quiero dañar, pero aveces siento que el me quiere matar y trato de estar a la defensiva, no se que va a pasar esta vez—

La noche llegó rápido, Erick y yo salimos del taller, pero el auto que tiene se descompuso y por eso se quedo guardado en su trabajo, durante el camino platicábamos y hacíamos bromas.

—Este año hay que disfrazarnos de personajes de Harry Potter— Erick

—Me parece buena idea, yo me disfrazo de Hermione Granger y tú de Dobby el duende que llega con Harry— dije riendo

—Ese disfraz no me gusta, mejor hay que elegir otro— decía Erick mientras pensaba —¡Ya se!, nos disfrazamos de Batman y Robin—

—¡Que buena idea!, yo soy Batman y tú
Robin—

–No me gusta los disfraces que me tocan— decía Erick

—Te quedaría genial ser Robin, aparte eres mi ayudante para cazar monstruos, así que si te va—

—No me va el disfraz— decía Erick

—¿A donde van chicos?— dijo esa voz tan conocida para mi, es la de Kenia

—No es algo que te importe— decía Erick agarrando mi mano mientras la esquivábamos

—Claro que me importa, quiero saber a donde va mi futuro novio— decía Kenia deteniéndonos —Erick debo admitir que el perfume que te pusiste huele exquisito— una sonrisa algo extraña se formó en sus labios

—Hay que irnos— decía Erick cerca de mi oído

Le hice caso y comenzamos a caminar, de pronto un aullido resonó en mis odios, mire hacia atrás y Kenia ya no estaba, ahora estaba un lobo blanco.

—Es Ella— dijo Erick preocupado —Hay que correr— sin decir algo más comenzamos a correr, y Kenia en forma de lobo nos seguía, pronto nos rebasó y se puso en frente de nosotros, miro a Erick y después a mi, pero en un segundo se abalanzó contra mi, mi cuerpo cayó al suelo y ella trató de morderme.

Un chillido soltó Kenia y se quitó de mi, mire a Erick y este tenía una navaja, al parecer la hirió.

—Esto no nos lo va a perdonar— dije mientras veía como Kenia trataba de recuperar su fuerza, corrió y esta vez la detuve, no se de donde saque tanta fuerza y valor pero ahora era yo quien estaba encima de ella, no permitía que me rasguñara o mordiera, Erick me lanzo la navaja pero antes de que yo la agarra, Kenia con su osico la tomo y me empujo.

—¡Ayyy!— mi brazo ardía y sentí como un líquido comenzó a correr

—Te acaba de lastimar, por favor,  deja que yo me enfrente con Kenia— decía Erick rompiendo una parte de su playera y comenzó a hacer un torniquete al rededor de mi herida

—¿Estás loco?, no dejare que solo te enfrentes a ella, somos un equipo—

—Se que no cambiarás de opinión así qué hay que acabar con esto— decía Erick

Kenia nos observa y parecía que estuviera escuchando todo lo que dijimos, aventó la navaja al otro extremo de la calle y volvió a atacar a Erick.

—*Tn* ve por la navaja, mientras yo distraigo a Kenia— decía Erick agarrando de la cabeza a Kenia para que no lo mordiera —¡Ve rápido!—

Ya era noche asi que era algo difícil de ver donde cayó la maldita navaja.

—¿Donde estas?, ¡maldita sea!— decía buscando —¡Por fin!, ¡la encontré!— mire a Erick y a Kenia, y esta le gano un poco y estaba ya apunto de morderlo, corrí lo más rápido posible

—¡*Tn*!— gritó Erick tratando de apartar a Kenia

No sabía exactamente cómo distraerla, pero sentí más miedo de que le hiciera daño a mi mejore amigo, sin pensarlo me abalancé sobre ella y le encajé la navaja en la espalda, creo le di dos puñaladas, Kenia cayó al suelo y su respiración estaba lenta.

—La mate— dije soltando la navaja llena de sangre —¡La mate, Erick!—

—Cálmate *Tn* por favor, cálmate— decía Erick abrazándome

No quería matarla, solo quería defender a Erick, en verdad solo lo quería defender.

Por amarte así Donde viven las historias. Descúbrelo ahora