Capitulo 28

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—¡Ya llegue!— decía Erick abriendo la puerta de la casa —¡Huele delicioso!, ¿que hiciste de comer?— decía entrando a la cocina

—Hice lasaña, ¿y esa caja?—

—Nos la mando nuestra mamá, dice que es un regalo para cada uno— decía Erick poniendo la caja en la mesa

—¿Sabes que es?—

—No, ya hay que abrirla, muero por saber que nos mando— decía Erick abriendo la caja, venían muchos cacahuates biodegradables para los envíos en paquetería, y hasta el fondo venían dos cajas de madera negras, sacamos cada una y arriba decía nuestros nombres, abrimos las cajas y eran dos chamarras de cuero, la mía estaba más larga y la de Erick era corta, lo normal. En la mía venía una camisa Victoriana de manga larga y un corse negro, el pantalón igual era del mismo color y también era de piel al igual que la chamarra, también traía botas largas y de tacón —Parece el disfraz de Van Helsing— decía Erick

—Eso mismo pensé, este disfraz es perfecto, lo llevaré a la fiesta de disfraces—

—¿Y el mío de que personaje es?— decía Erick mirando su chamarra de color café obscuro

—Supongo que igual de van helsing— los trajes se parecían un poco, sólo que el no llevaba corse, si no un chaleco de cuero y sus botas eran sin tacón —Pero te vas a ver genial—

—Espero que si— decía Erick mirando la demás ropa, tocaron a la puerta y rápido fui a abrir pero no había nadie.

El resto del día Erick y yo nos entretuvimos adornando la casa de Halloween, la verdad es algo que nos encanta hacer.
Volvieron a tocar la puerta y volví a abrir pero seguía sin ver a nadie, de seguro los adolescentes o los niños ya van a comenzar a hacer bromas en el vecindario.

—Mañana iré a comprar dulces para darles a los niños que vienen a las casas a pedir— decía Erick acomodando el último esqueleto en la ventana

—Deberías comprar más de 5 bolsas, acuérdate que el otro año compramos 3 y se acabaron rápido, y ya no alcanzamos a darles más—

—Tienes razón— Erick

Otra vez volvieron a tocar la puerta, y me levanté enojada del sillón, abrí la puerta —¡¿Quien eres?!, estás tontas bromas de tocar e irse son muy estupidas—

—Cálmate pequeña— decía Christopher

—¿Eras tú el que tocaba la puerta y se iba?—

—No, yo apenas vine a verte— decía Christopher

—Vinimos a verla— decía Joel atrás de él

—Si es cierto, se me olvidó comentarte que venía Joel conmigo— Christopher

—Pasen por favor— dije dándoles paso

—Que espectacular les quedó su casa— decía Joel mirando los adornos

—Gracias, todo lo hice yo— decía Erick mientras bajaba las escaleras

—No es cierto— dije riendo —Yo le ayude—

—Es verdad, ella me ayudo— decía Erick

—Bueno yo me tengo que retirar, tengo que ver algunas cosas con otros vampiros— decía Christopher

—¿Y a que veniste Joel?— decía Erick

—Am vine a hablar algo con ustedes, esta semana ya todo saldra un poco a la luz— decía Joel

—¿Que saldrá a la luz?—

—El por qué Christopher aveces te odia, y sólo quiero decirles que yo creo en ustedes y que cualquier cosa que necesiten pueden contar conmigo— decía Joel

Debo admitir que lo que dijo Joel si me dio un poco de tristeza, Christopher me odia, y el por qué ya pronto lo sabré, pero se que no quiero que pase algo, últimamente nos estamos llevando muy bien, y cada día más me enamoro de él.

Por amarte así Donde viven las historias. Descúbrelo ahora