Astronomía en mi habitación

Juicio

Perdón. Lo siento. Perdón. 

Repetía el acusado ante las tres juezas. Antes de su llegada habían dibujado dos círculos con sus pasos, invocándose una a la otra. La niña llamaba al dragón, el dragón al cuervo, el cuervo a la infanta. Una lloraba, la otra ardía y la última observaba. 

Perdón. Lo siento. Perdón. 

"Fui muerta el día de tu llegada", canta la niña. "Clavaste una daga en mi blanco pecho, cosiste mis párpados, fracturaste mis alas. El mundo que conocía se perdió, y por años odié errática. Era una criatura bestial e inhumana, una mariposa cuya infancia fue arrancada, una niña cuya infancia no fue vengada". 

Perdón. Lo siento. Perdón. 

"Cometiste un acto de guerra y pagaste injustamente. Soy el Dragón sangrante y vengativo que se salvó a sí mismo. Hubo un tiempo en que el mundo sólo conoció mi rugido, y la lluvia de mi frente devastó ciudades, declaró guerras y asesinó a sus protegidos. Pero no soy más esa bestia. Donde antes mi sangre amargaba la tierra, ahora fluyen ríos de dulce icor del que beben mis hermanos. Soy el Dragón protector que salvó la última estrella". 

Perdón. Lo siento. Perdón. 

"Cambia la Luna y cambio yo. Caen las estrellas y nace el sol. Soy el Cuervo que ríe a media noche, el paciente guerrero que desde el principio amó.  Fui el cruel mensajero de la niña desolada y el cuidador del sufriente Dragón.  He vivido todas las vidas vividas y al final quien gana soy yo. 

No ha habido peor hombre que el que me asesinó. Pero es por él que ya no hay quien pueda herirme, pues de todo esto, elegí lo mejor. Soy madre de gorriones y bientevos, hermana de búhos y canarios. He conocido el cielo, y la luna que te doy, me la robé yo. 

Por tanto, te dejo en libertad. Con la llave de mi fuego abro la jaula, con el corazón reabastecido te digo adiós. Soy más fuerte que lo que tú o nadie puedan hacerme. Soy mejor de lo que pude haber sido, y riendo a carcajadas, te doy las gracias". 

Las juezas concluyen haciendo un tercer círculo. El ciclo que sufrieron ha terminado, y es por todo esto que al final sigo siendo yo. 

Adiós.