Entrelazamos nuestras manos y embonaron a la perfección. Y en mi afán de demostrártelo juré no soltarte nunca.
Pero pasó el tiempo.
Y crecí.
Y crecí.
Y crecí.
Pero tú no lo hiciste.
Y lo que era una pieza perfecta se convirtió en mi prisión.
Y yo te quedé tan grande que no supiste detenerme.
Y volé para mí misma.
Y eso también es amor.
ESTÁS LEYENDO
Astronomía en mi habitación
DiversosColección de escritos independientes con los temas de la vida conforme pasa el tiempo.