La Maestra y el Vaquero ©

Capítulo 8

—¿Casa Quisbert?

—Buenas, soy el entrador del equipo The Legends.

—Oh un gusto, yo soy la nueva veterinaria. Oh bueno, ya no soy nueva, realmente tengo un buen tiempo por aquí ¿En que lo ayudo?

—Verá hay un problema con Oliver, fue enviado al hospital de la ciudad de Dallas.

—¡Espere! ¿Quién es Oliver? Le digo desde ya que aquí no vive... Ey oye... —. Kat miró con ojos grandes y mezquinos a Isabela, quién le había quitado el teléfono.

—Soy Isabela Quisbert ¿habla de parte de Oliver? ¿Qué pasó?

Kat no le quito la vista de encima a la loca que tenía de jefa (o casi jefa), era de verdad que aún no podía vivir en esa casa, la verdad sea dicha. Ella no soportaba las locuras de esa mujer y si aún estaba de veterinaria, era por el bien de los animales.

Abby aún tenía el tiempo en la clínica y Athon no estaba del todo seguro que cambiaran de trabajo, ya que ella aún tenía un contrato que el mismo señor Quisbert, que mantenía vigente y por eso no hacía el cambio con Abby permanentemente.

—Ya veo, iremos de inmediato.

—¿A dónde? —. Kat preguntó con ojos entrecerrados ¡ella no iba ir a ningún lugar! No le pagaban lo suficiente, se dijo.

Isabela rodo los ojos. A Kat no le gustó—. Mira aun no sé porque sigues aquí.

—Lo mismo puedo decir. Aun no entiendo que vio su esposo, es una mujer...

—Cuidado con lo que dices, niña.

—Mire, no es que quiera ser metiche—. Kat soltó en un noto meloso e Isabela rodó los ojos—como piensa, solo sé que sí me pregunta a donde va o donde vamos, ya que dijo eso "de iremos" tendré que contestar. —. Kat la miro burlona—. Su esposo más que a todos, la trata como si cualquiera la pudiera robar—Kat volvió a ver a Isabela de arriba abajo y soltó un suspiro—y si se va, es porque quiere. No debería invernar excusas.

—¿Quién se va? —una voz dura se escuchó. Las dos voltearon para ver a Athon junto a Tayson, el cual fue el que preguntó, mirando con ojos fieros a su esposa.

—Llamó el entrenador de Oliver. —Isabela ignoro lo dicho por su esposo y dijo lo de la llamada.

—Sí, es verdad. llamo un entrenador. —Kat lo afirmo, sacudiendo su cabeza en afirmación, ya que los dos sujetos (que eran sus jefes) la miraron. Kat observo como la misma Isabela rodaba los ojos.

—Esta en el hospital de Dallas, en el Metropolitan Center Hospital.

—¡Que!

—Sí, tal parece un accidente.

—¿Estaba en Dallas y no dijo nada? —. Athon miro a su hermano.

Kat miro como los dos hombres hablaban y ella solo podía seguir la conversación. No sabía quién era Oliver, tampoco sabía porque todos se preocupaban por él ¿sería un familiar? ¿Un primo como Dan?

—Katherine diles a todos que vamos a Dallas City. —medio gritó el Sr. Tayson.

—Bien.

—Avisa a Abby que estaré con Tayson, y dile a John que este pendiente del pienso del almacén. —silbó Athon.

—Ok.

—También dile a María junto a Rina y a Susi que Oliver sufrió el accidente, pero no a papá.

Kat asintió con una sonrisa tensa. —. Por supuesto.

—Oh y cuida de Connor, por favor. —casi susurró el mayor de los hermanos.