Parte 1
Era la primera semana que Beth estaba por fin en Dallas, tenía poco de haber alquilado un pequeño condominio, claro que Kat le había ayudado en ello, la rubia le había dicho que ella tenía contactos en la ciudad y que sí quería uno estaría encantada de ayudarla. No le sorprendía que la pequeña enana fuera tan buena en ello.
No fue algo tan grande, pero para ella le venía muy bien. Kat solo estuvo unos días y se fue de nuevo al Rancho, parecía que tenía problemas con algunas cosas y también estaba de ayudante en la clínica Stone, Beth por su parte no dejo nada en el hospital y la escuela ya tenía una nueva enfermera en planta.
Beth se dejó caer en la cama, tenía pensado ir a bar más cercano de la zona, no quería quedarse sin un toyboy nuevo. También se aseguró de dejar su correo abierto para las notificaciones del hospital, Michelle sabía que ella estaría más que feliz cuando le dieran su plaza fija en el hospital de la ciudad.
Decidió que iría esa noche y más tarde buscaría que ponerse. En la primera línea de su visión estaba colgada la chaqueta negra de cuero que Kat le había regalado ¿Cómo haría esa rubia para tener cualquier cosa? Beth se preguntaba como esa chica tenía todo en tan poco tiempo. Sabía que su hermana la consentía demasiado ya que una vez la escuchó hablar con Abby acerca que su familia era muy protectora o algo así por ello le mandaban cosas cuando ella lo pedía, también Kat mostro fotografías de unos bebés hermosos, decía que eran sus sobrinos. La verdad sé que eran bellos los bebés. En fin, se dejó caer en un sueño el resto de la tarde y ya vería que hacía al inicio de la noche.
Sus sueños estaban plagados de carisias y hombres fuertes que le hacían perder la cabeza, que tenían a su disposición para ella y solo para ella. No quería más distracciones de las necesarias.
Un sonido molesto y repetitivo la despertó, era el teléfono el cual ya marcaba la hora que había programado para levantarse y poder arreglarse, no era fan de las prisas, todo tenía un tiempo y momento dado.
Se desperezó de la cama y caminó hasta el baño, un baño de tamaño promedio con tina y regadera separada, según Kat era algo que su amiga le gustaba, sí, porque el pequeño lugar donde estaba era de una amiga de Kat la cual estaba en Los Angeles por el trabajo, así que la renta era baja, otra cosa que agradecer a la rubia loca. Se tomo el tiempo para preparar la tina, era una aficionada de las tinas y baños de burbujas.
—Esto es vida.
Tomo todos los productos que le parecían neutros y otra loción para la tina, lavanda, era suave y olía bien.
También saco los productos de aseo personal para dejarlas encima del mostrador del baño. Se miró en el espejo y observó su rostro. No traía nada de maquillaje, así que saco su bolsa de accesorios y busco la paleta de color de noche, era de una marca reconocida y le encantaba, también tomo su labial de color coral, y colocó en la mesa el rizador para el cabello, hoy luciría su cabello con ondas.
Tomo unas pinzas para poder recoger su cabello, no lo mojaría. Se colocó la bata de baño y cerro la llave del baño, la tina estaba lista para usarse.
Salió un momento del baño solo para traer un bote de crema que usaba después del baño.
—Vamos a relajarnos.
Tomo su tiempo para estar lista quería disfrutar su baño y quería dejar la mente en blanco. No tenía prisas de nada. El bar que visitaría esa noche era uno que no tenía mucha fe de encontrar algo permanente, así que solo saldría a divertirse.
Terminó su baño y se secó con la mullida toalla que estaba a su disposición y se dispuso a usar todos los productos que usaba después de su baño, empezó por secarse bien, no dejar nada de agua en su piel para luego pasar su crema por todo el cuerpo. Después de ello se fue a la habitación y se colocó su ropa interior, un juego de algodón con encaje, sentirse cómoda hoy era realmente necesario y para eso la ropa interior jugaba un gran papel, si esta era incomoda una persona estaría de mal humor.
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La Maestra y el Vaquero ©
RomanceEn Proceso-Mundo al que pertenece: The Sin Quisbert. 2 libro Fustas. Bondage. penis plug Y unas cuantas corbatas son lo que guarda en su cajón. Oliver "el relámpago" vuelve a casa para ser consentido por todos gracias a su fractura. Lo que no espera...