Capítulo 4
***
Gus apenas si estaba quieto, él y Maya estaban en la fila en espera de Kat y Beth, cuando Maya pudo localizar a las dos, les hizo señas con sus manos.
Beth se les acercó mientras Kat iba caminando directamente al gran gorila que se suponía fungía de guardia, era nuevo, según los recuerdos de Beth.
—Miren, solo hay como unos veinte tantos antes de nosotros. Además, entran en cinco en cinco. No creo que tardemos. Oh espera esa es Kat.
—Si vengan, ella consiguió la entrada rápida.
—¿Cómo? — Gus miró a Beth en busca de respuesta, la cual solo se encogió de hombros.
—No lo sé, eso te lo iba a preguntar yo a ti. Eres si ¿novio, no? Eres el que no debes respuestas.
—Qué, no. Kat y yo salimos, pero no somos novios.
—Oh vaya que desperdicio.
—Vamos ya no está haciendo señas.
—Bien.
Los murmullos de los que estaban enfrente de ellos no se hicieron esperar. Beth sonrió, era bueno que le pasara, aunque sea una vez eso.
—Bien, son todos, señorita.
—Así es, Peter. Solo nosotros cuatro. Bueno y si viene Jonh Quisbert lo dejas entrar, está bien.
—Como guste, señorita.
—Eres un sol, Peter. Además, extrañaba verte. ¿Cómo van tus clases de browne?
El gigante rio con ganas y afirmo que le iba de maravilla, incluso tenia una cita con la subchef.
—Bien, pasen.
La cinta azul les dio paso y al entrar las luces bajas y de varios colores les saludo. Maya y Gus quedaron con ojos abiertos. Kat empezó a mirar a todos lados hasta que encontró una mesa vacía en la zona vip del lugar, tenía una nota verde y un pequeño arreglo de flores «lirios» cuando Kat se acercó, un joven del bar se adelantó a ella y le preguntó algo, y Kat sonriendo le contestó mostrando algo en su celular, el barman o el que parecía uno, la ayudo subir a la tarima y arregló la mesa para ella.
—¡Qué esperan!
Kat les gritó y el mesero llegó con una charola llena de jarras de cerveza y algunas copas. —. Hola Beth. Pensé que te quedarías ahí abajo junto a Maya y Gus.
—No lo puedo creer. Reservaste una mesa ¿Cuándo?
—¡Oye! Si iba a entrar tenía que tener una mesa, no lo crees.
Maya afirmó tomando una cerveza de la charola; Gus mostró una sonrisa y miró embobado a Kat.
—Eres la mejor, nena.
—Oh, Gus. No seas bobo. Es claro que soy la mejor.
Beth negó y trato de disfrutar la velada con sus amigos.
***
Maya ya se había ido con un tipo que parecía galán de novela. Gus tenía a una Kat muy feliz y a la par de ellos estaba un moreno de ojos chocolate y super alto. Algo que la dejo impresionada, era como la pequeña—que hoy no lo era tanto— estaba en medio de esos dos como el queso de una tostada doble francesa. No se lo esperaba.
Kat bailaba entre ellos de forma tan sensual que tanto el bombón de chocolate y Gus no se daban abasto. Pensó que Kat no estaba en sus cabales, hasta que ella la miro por uno segundos con una mirada picara que hasta le dio escalofríos. Así que recordó lo que la enana le había dicho.
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La Maestra y el Vaquero ©
RomanceEn Proceso-Mundo al que pertenece: The Sin Quisbert. 2 libro Fustas. Bondage. penis plug Y unas cuantas corbatas son lo que guarda en su cajón. Oliver "el relámpago" vuelve a casa para ser consentido por todos gracias a su fractura. Lo que no espera...