ENCRUCIJADA

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Las manos temblorosas y la respiración agitada.
Todo había pasado muy rápido, apenas tuve tiempo de reaccionar después de ver que Brandon había subido a su auto para ir detrás de Patrick.

Yo por mi parte subí a la motocicleta junto a él, si la situación hubiera sido otra quizás ni lo hubiera hecho, pero como este no fue el caso lo tuve que hacer.

Mi hermano había pasado más de tres semáforos en rojo, la angustia se combinaba con el miedo que sentía por la velocidad en que íbamos.

- ¿Qué haces! - Me sentía desesperada al ver que su rumbo era distinto al de mi hermano.

- ¡Tranquila tengo una idea! - Avanzó unas cuadras más hasta que bajo la velocidad un poco para darme indicaciones.

Todo parecía volverse más complejo, al inicio no entendía su plan hasta que logré divisar ciertos cruces conocidos.

Llegamos al punto planificado, bajé rápidamente y en instantes estaba parada casi al medio de la pista, me saqué el casco, subí las manos y grité que se detuviera con toda las fuerzas que me quedaban.

No sé si había logrado escucharme, pero de algo estaba segura, él si logro verme.

Como si de una escena en cámara lenta se tratara pude ver como el auto pasaba justo en frente de mí, desviándose de la autopista, quedando estampando finalmente contra el poste de luz.

Mi instinto me indicaba que corriera, mas mi cuerpo no reaccionaba.

Solo podía oír la voz del recuerdo de mi madre diciéndome al otro lado del teléfono que mi hermano había sufrido un accidente y que no reaccionaba, seguidamente podía oírla repetir mi nombre una y otra vez al no escuchar mi respuesta.

- ¡Alis! ¡Alis! - Su voz se mezclaba con el sonido del recuerdo. - ¡Vamos reacciona!

La calidez de sus manos logró traerme de regreso a la realidad, aligerando mis pasos llegué hasta Patrick junto a él.

- ¡Patrick! - empecé a golpear el vidrio de la ventana intentando despertar el cuerpo inconciente de mi hermano.

- Háganse a un lado - Brandon había llegado con un bat - Lo siento hermano, prometo recompenzarlo después .

Brandon golpeó un par de veces el vidrio hasta que al fin pudo romperlo, quitó el seguro del auto y abrió la puerta, finalmente sacó el cuerpo semi consciente de mi Patrick, quién gracias a las bolsas del aire del auto había logrado no llevarse un mayor daño.

- Suéltame - A penas si se le podía oír el balbuceo.

- Ya estás - Brandon puso el cuerpo de Patrick en la vereda - Patrick ¡Ey!

El cuerpo de mi hermano se iba de costado, aún no lograba reaccionar.

- Tenéis que llevarlo a un hospital pronto, mirad cómo está - Sugirió.

Misti intento marcar a la ambulancia pero sus manos temblorosas no se lo permitían.

- Tranquila lo llevaré en el auto - Brandon tomó las manos de Misti intentando tranquilizarla.

- No me jodas, no quiero nada de ustedes - Mi hermano intento incorporarse, aún sin fuerzas apenas y se pudo poner de pie.

- Patrick por favor no estás bien - El sollozo fue inevitable.

- ¿ Y como quieres que esté? ¿Te parece poco todo lo que tú y este han hecho? - Patrick ahora se acercaba lentamente a Brandon - Se supone que eres mi herma...

No pudo ni terminar de hablar y volvió a caer inconsciente.

Brandon lo subió a su auto de inmediato y lo llevo al hospital junto a su hermana.

- Alis - Se acercó a mí oído intentando regresarme de nuevo a la realidad.

Ambos subimos de nuevo a la motocicleta hasta llegar al hospital.

Patrick entró por emergencias, la culpa y la angustia me sometían a una tortura sin fin.

Al poco tiempo llegaron mis padres, intentando buscar respuestas se acercaron a mí, pero yo después de mantenerme ausente me ahogue en llanto en los brazos de mamá.

Del otro lado del pasillo, papá intentaba saber el estado de mi hermano.

Brandon intentaba calmar a Misti, quien se encontraba en el mismo estado que yo.

- ¡Any! - papá llamaba a mamá.

- Ahora regreso - mamá tomó mi rostro con ternura, me miró a los ojos, para después mirarlo a él y dejarlo junto a mí.

A penas se acercó, me abrazó, intentado contener mi llanto y es que por alguna razón no tenía miedo de mostrarme frágil frente a él.

- ¿Podemos hablar? - Brandon estaba frente a nosotros - Por favor, Alis.

Él me miró en búsqueda de respuesta.

- Descuida estaré bien - Sonreí ligeramente.

- Bien, pero si te sentís mal ya sabéis que... - Sus palabras fueron interrumpidas por el timbre de su teléfono - Estaré a pocos metros de ti ¿ Vale?

Se alejó sin dejar de quitarme los ojos de encima.

- Parece que te cuida bien - Aunque intentaba ocultar el tono amargo de su voz, le fue imposible.

- Sí, y ni te imaginas cuánto - dije mientras intentaba secar las pequeñas lágrimas que aún recorrían mi rostro - Entonces ¿De que quieres hablar?

- Alis ¿ Cómo es que él se enteró?- Bajó un poco la voz, para que nadie oyera la conversación

- Creo que fue por Leonardo - Las escenas volvian de nuevo a mi mente.

-¿ Leonardo? ¿ y cómo rayos el supo de lo nuestro? - su rostro contemplaba desconcierto.

- No lo sé, pero creo eso ya no importa, porque al final Patrick se enteró por él, y ahora mi hermano está allí adentro por nuestra culpa - el sollozo en mi voz fue inevitable.

- Tranquila - se acercó para abrazarme.

- No, por favor no...no hagas esto - Lo aparté de manera impulsiva - mejor sigamos como en este último mes, separados , tú con tus mil conquistas y yo con la vida que intento reconstruir.

- ¿ Esto?...Alis - Su voz entrecortada me hacía sentir aún peor - Sabes perfectamente que sí volví a ser el de antes fue por ti ¿ A caso ya no recuerdas, que fuiste tú quién me dijo que me alejara? Tú dijiste que jamás podrías olvidarte de aquella noche y que ese era suficiente motivo para olvidarte de lo nuestro.

- Pues lo sigo pensando... - Esquive su mirada y crucé los brazos- Es mejor que ya no sigamos con esto, es que ya no se trata de solo ese recuerdo, sino de Patrick, yo realmente no creo poder estar contigo sin sentir culpa.

- Lo entiendo, yo tampoco quiero lastimarlo más - miró arriba, tomando un bocado de aire, soltando cada palabra poco a poco - ¿Te puedo pedir algo?

- Brandon yo ... - Podía sentir claramente mis latido acelerando por mil - Es que realmente ya no quiero más líos.

- Por favor Alis, solo quiero que leas esto - sacó un pequeño sobre de su chaqueta. - Fue un placer haberte conocido Alis Colbert.

Posó un último beso en mi mejilla y se retiró lentamente, dejando mi corazón y mente en una encrucijada.









LO QUE JAMAS DIJIMOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora