En la mañana siguiente la rutina fue la misma, con excepción que está vez Brandon no venía con nosotros.
La razón de su ausencia no la sabía aún, por lo que tenía que hacer que Misti me diera la respuesta.- ¿ Ya tienes planes para hoy en la tarde? - Misti se puso frente de mí
- Pues... - Tenía dudas en contestar, por alguna razón sentía que Misti planeaba algo - Creo que sí, planeaba...
- No lo creo - Misti hizo un chasquido interrumpiendo mis palabras- Solo pregunté por pura formalidad y cortesía, en realidad hoy vendrás a almorzar a mi casa, Amber y mamá quedaron en que hoy estaríamos todos juntos, ya que tú no quisiste una fiesta de bienvenida...
- Genial - Dije algo sarcástica, una vez más habían planeado todo sin mi permiso.
- Ya no seas amargada, además allí estará Brandon y sé muy bien que tienes mucha curiosidad por saber porque no nos acompañó hoy ¿ O me lo vas a negar ?- Misti me mostró un sonrisa ganadora como si hubiese dado en el blanco, para luego caminar dejándome sin palabras.
- ¿ Y por qué no vino? - Evité con mi brazo derecho que entrara al salón.
- Lo sabía, pues ya te dirá el cuando lo veas hoy - Misti quitó mi mano de la puerta y sonrió.
Gire los ojos y entré al salón. Estábamos a tiempo, aún no llegaba todos, estaba tan solo la mitad de la clase.
- Iré por un botella con agua ¿ Te traigo algo? - Edson se había acercado sin darme cuenta.
- Hola Edson - No pude evitar sonreír algo nerviosa, me quité uno de los auriculares y traté de enfocarme en él - Disculpa no te oí.
- Hola , sí ya veo - Tomó el auricular que tenía en mi mano y con la otra tocó mi mejilla - Te preguntaba, si querías que te trajera algo, es que iré a la cafetería.
- Pues... - no pude evitar sonrojarme y más porque empecé a sentir la mirada de Misti sobre mí.
- Malteada de chocolate quizás - Edson aún recordaba alguno de mis gustos, y sin dejarme reaccionar empezó a jugar con un mechón de mi cabello, poniéndome aún más nerviosa.
- Hola - Misti interrumpió de pronto - ¿ Te acuerdas de mí?
- Hola, creo que... ¿ Misti? - Edson puso sus ojos pequeños, el mismo gesto que recordaba que hacía cada vez que intentaba recordar algo.
- Sí, vaya que haz cambiado, sino escucho tu nombre de boca de mi querida amiga Alis ni te reconocía - Misti tocó el hombro de Edson con un dedo.
- ¿ Tú crees? Yo siento que sigo siendo el mismo - Edson sonrió a Misti con picardía, haciendo que me ponga algo fastidiada por la situación, de pronto se habían olvidado de mí por completo.
- Claro que no, estás más alto y más lindo - Misti volvió a tocarlo pero esta vez deslizó su dedo desde su hombro hasta su muñeca - ¿ No lo crees Alis?
- Bien, ya llegué, disculpen la demora - El profesor de filosofía dejó su maletín sobre el escritorio, luego se quitó el saco y caminó hacia nosotros - Los invito a sentarse.
- Buenos días, mi nombre es Hernán Cáceres - El profesor empezó a escribir en la pizarra - Bien alguien me puede decir ¿ Qué significa filosofía?
- Amor a Sofía - El amigo de Edson , Fredy, había respondido haciendo que todos rían de su respuesta.
- Casi, es amor a la sabiduría, filosofía viene de dos vocablos, Philos significa « amor» y Sophia significa « sabiduría» - El profesor se acercó a Fredy - Pero ya que a usted le gusta responder y amar a Sofía, entonces a partir de ahora será el primero al que le haga preguntas en todas las clases.
Todos empezaron a reír y hacer ruido, Fredy por otro lado había dejado su sonrisa juguetona para ponerse serio.
La clase fue algo llamativa, aunque la verdad no pude concentrarme del todo pues Edson no dejaba de mirarme.
Al término de la primera clase, salimos al receso.
- Alis tengo que ir al tocador, me esperas please - Misti hizo con las manos una señal de súplica.
- Bien, pero esta vez te espero afuera, no quiero que nos vuelvas a meter en líos - cruce los brazos.
Misti entró al baño mientras yo la esperaba afuera, saqué el teléfono para no aburrirme y puse algo se música.
- Hola - Leonardo se había acercado detrás de mí, susurrándome al oído.
- Hola y adiós - reconocí rápidamente su voz por lo que no dudé en avanzar sin dejarle oportunidad a que respondiera.
- Ey, Así agradeces lo que hice por ti - Leonardo se había puesto justo en frente de mí, interrumpiendo mis pasos.
- Lo siento, gracias, ahora si no necesitas más, adiós - No tenía ganas de hablar con quién había sido la causa de los cuernos de mi hermano.
- Lo siento, pero eso no basta - Leonardo me retuvo sujetando uno de mis brazos.
- Que quieres - Jale con fuerza, logrando que me soltara.
- Tranquila solo quiero conocerte un poco más, chica problema - Leonardo tomó un mechón de mi cabello.
- Ok, quieres conocerme, escucha bien, soy Alis Colbert, hermana de Patrick Colbert ¿Te suena? - No pude evitar la aversión por él - Veo que no te suena, entonces quizás recuerdes a Samantha Montenegro, la exnovia de mi hermano, la chica con quién te revolcaste el año pasado en la fiesta de Renato,cuando aún estaba con Patrick.
- Veo que ya te pusieron al día - Leo puso sus manos dentro de sus bolsillos del pantalón.
- Sí, así que si me disculpas me voy - avancé un poco para luego volverlo a mirar - Por cierto, te agradecería que no me vuelvas a hablar jamás.
Giré nuevamente y regresé a ver a Misti.
- Listo ¿ Todo bien? - Misti me miró algo extraña.
- Sí, vamos al salón - Me sentía frustrada, no podía creer que por un instante me gustara alguien como Leonardo.
- Ok, pero quería algo de beber antes ¿ Me acompañas? - Misti hizo pucheros una vez más.
- Está bien, vamos - Bufé.
Al llegar a la cafetería, Misti pidió un capuchino. Tuvimos que esperar casi cinco minutos por lo que entramos a la clase de Literatura algo tarde.
Al terminar la clase, salimos con Misti al encuentro de mi hermano.
- Alis, apúrate - Misti no dejaba de teclear, mientras que yo caminaba lentamente detrás de ella.
El timbre de mi teléfono hizo que me detuviera, me había llegado un texto de Keyla, donde me avisaba que llegaba la siguiente semana, por lo que me sentí mucho mejor al saber que al fin llegaría mi mayor confidente.
Estaba tan concentrada que no me di cuenta cuando él se acercó.
De pronto todo cambió, el aire frío del ambiente se tornó cálido, me estaba quedando sin aire, todo había pasado muy rápido, me había tomado por sorpresa, aquel desconocido me había envuelto en un cálido beso, dejándome sin palabras.
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LO QUE JAMAS DIJIMOS
Novela JuvenilLa noche había sido larga, la primera del año, algunos habían bebido mucho pero no tanto como ella. - Joder ya pareces mi madre - Sus pasos eran poco coordinados - ¿Ya te dije que te quiero mucho? - Sí, sí ya cállate que nos van a oir - La senté en...