Capitulo 2

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— ¿Por qué mierda te pensaste tanto el dispararle a ese idiota? — Pregunto Aiden enfadado — Tu nunca lo piensas dos veces simplemente disparas.

Era verdad nunca pensaba dos veces antes de actuar (Disparar, matar e insultar) Pero no fui capaz de dispararle y por lo que note él tampoco fue capaz de hacerlo sino ya estaría muerta por mi estupidez.

Nos encontrábamos disparando a todos lados para herir a los británicos y así poder salir de este lugar antes de que el sol se ocultara por completo.

—Lo sé  Aiden — Suspire — Solo fue un error no volverá a pasar — Dije a modo de disculpa.

El me miro y luego asintió con la cabeza. Yo suspire aliviada.

Seguíamos disparando como locos hacia todos lados pasamos alrededor de media hora en la misma condición hasta que habíamos dado de baja a varios británicos otros se encontraban heridos y los demás se rindieron y huyeron como nenas.

No volví a ver a míster ojos hermosos y era mejor así. Aiden, Maximiliano, algunos hombres y yo empezábamos a salir de ese espeluznante edificio.

Yo iba detrás de todos ellos cuando de repente sentí como alguien me agarro del brazo y en un ágil movimiento me tapo la boca con un trapo, estaba oscuro por lo cual no sabía cuál era el bastardo que me había atrapado sin embargo mis instintos se activaron y yo en un rápido movimiento patee la entrepierna de mi enemigo y logre zafarme de su agarre, escuche como aquel inútil maldecía en voz baja yo sin ponerme a pensar saque mi pistola, la recargue y le quite el seguro estaba a punto de disparar cuando mi enemigo se incorporó rápidamente y logro agarrarme las manos para pelear por el arma.

La movíamos a todos lados haciendo fuerza para que uno de los dos la soltara hasta que un tiro salió de aquella pistola. Sentí como mi cuerpo se debilitaba poco a poco hasta que no pude más y caí.

Lo último que recuerdo es que no caí al frio suelo de ese lugar sino que unos fuertes brazos me sostuvieron de mi cintura evitando que callera al piso para morir allí.

— No te iras aun eso te lo aseguro. —  Susurro una suave, grave y calidad voz varonil fue lo último que mis sentidos entendieron.

Todo se volvía negro para mí, todo perdió el color y todo dejo de existir…

*****

Mis ojos empezaron a abrirse lentamente, acostumbrándose a la poca luz que entraba en aquella oscura habitación. A medida que se abrían sentía un agudo dolor en mi costado derecho, como una bala me hubiera atravesado en dicho lugar. De un momento a otro los recuerdos vinieron a mí.

Un momento…

 ¿Bala?

sentí como alguien me agarro del brazo y en un ágil movimiento me tapo la boca con un trapo, estaba oscuro por lo cual no sabía cuál era el bastardo que me había atrapado sin embargo mis instintos se activaron y yo en un rápido movimiento patee la entrepierna de mi enemigo y logre zafarme de su agarre, escuche como aquel inútil maldecía en voz baja yo sin ponerme a pensar saque mi pistola, la recargue y le quite el seguro estaba a punto de disparar cuando mi enemigo se incorporó rápidamente y logro agarrarme las manos para pelear por el arma.

La movíamos a todos lados haciendo fuerza para que uno de los dos la soltara hasta que un tiro salió de aquella pistola. Sentí como mi cuerpo se debilitaba poco a poco hasta que no pude más y caí.

Lo último que recuerdo es que no caí al frio suelo de ese lugar sino que unos fuertes brazos me sostuvieron de mi cintura evitando que callera al piso para morir allí.

Tiempo Para Matar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora