- ¿QUÉ, QUÉ? - Grito a todo pulmón mi padre.
Me pegue con la palma de mi mano en la cara.
Él idiota de Max no aguanto la presión y termino contándole todo a mi papá, cuando le dijo lo de Lauren se rompió a llorar, pero eso no fue lo único que rompió, también rompió algunas decoraciones de la sala mientras lloraba, destrozo casi toda la sala llorando con la rabia fluyendo por sus venas. Ahora no hay rastro de lágrimas solo de ira y eso me asusta.
- Calmate papá... - Le dice Aiden a mi padre pero fue interrumpido por una mirada asesina de mi padre. Trague saliva.
Robert nunca nos había mirado así ni a Aiden ni a mí. Pero claro a él nunca se le ha muerto uno de sus hijos, hoy ha pasado y debe de estar fuera de sí.
- ¿Que me calme? - Pregunta Robert de forma calmada, obviamente fingida. - ¡¿CÓMO MIERDA QUIERES QUE ME CALME SI ACABO DE PERDER A MI HIJA?! Y para colmo ¡ME ENTERO DE QUE UNO DE NUESTROS RIVALES LOS TRAE A MI CASA! - Grita. Si, tiene muchos motivos para estar molesto.
Aiden se quedó callado y atento a todo lo que mi padre decía o hacía.
Menos mal yo no soy como Aiden.
- Mira - Comencé yo - No es nuestra culpa que ese chico nos trajera, cuando él me condujo a su auto no reaccioné, ver cómo murió mi hermana me afecto tanto que creo que estaba en un tipo de trance. No me importaba nada de lo que me pudiera pasar a mí en ese momento, toda mi mente estaba en Lauren. Luego ese chico apareció con Aiden y Max. - Relate - En el camino pensaba que nos iba a matar y luego a dejar por ahí pero en lugar de eso nos salvó.
- Lo estas justificando - No sonó a una pregunta, más bien sonó una afirmación - Por lo que me conto Max ese idiota fue el mismo que lanzo la granada. ¡OSEA QUE POR SU CULPA MURIO MI HIJA! - Grito furioso.
Ahora ese grito iba dirigido a mí.
A mí nadie me grita. Odio que me griten.
- ¡CALMATE MALDITO! ¿QUÉ SOLO TE IMPORTA LAUREN? ENTIENDO QUE ES DURO, PERO NO JUSTIFICA QUE NOS TRATES COMO SI FUERAMOS ALGUN PEÓN. - Grite con rabia y fuerza, recibiendo a cambio un fuerte puño en la mandíbula.
- ¡CALLATE! - Grito mi padre.
Mi padre. ¡Mi padre! ¿Mi padre?
Desde hoy dejare de llamarlo como tal, desde hoy muere toda la esperanza de volver a llamar a alguien papá.
Lleve mi mano a la zona golpeada.
Alrededor de mis ojos se acumulaba unas cuantas lágrimas pero, me negaba a dejarlas salir. Mi orgullo ante todo.
Mire a los ojos de ese hombre al cual le llamaba papá, Él también me miraba pero lo hacía con rabia y furia. No había rastro de arrepentimiento.
Aiden llego a mi lado mi abrazo por mi costado derecho y luego miro a mi pad... a Robert.
- ¿Qué clase de padre eres? - Escupió Aiden con enojo. Aiden tiene la vena del cuello hinchada y le palpita, también noto que su mano derecha esta echa un puño y tiene sus nudillos blancos.
Robert no dice nada, solo me mira y luego mira a mi hermano, si las miradas mataran Aiden no estría conmigo abrazándome, su alma estaría ya vagando en algún lugar y su cuerpo estaría sin vida sin embargo, Aiden parece que por primera vez en mucho tiempo no le intimida y me aprieta más fuerte contra él.
- Estoy cansado de ustedes dos, últimamente solo me traen problemas, sobre todo tu Emily. - Robert me apunta con el dedo. - tres y van dos, la próxima no será un puño ¿Entendido? - Su voz es firme y llena de renco, como si yo un fuera su hija, como si yo hubiera matado a Lauren.
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Tiempo Para Matar ©
RomanceEl amor es un campo de batalla y Emily Blackwell no esta lista para afrontar ese peligro. Amor... Tal vez años atrás hubiese sido agradable esa palabra para Emily, ahora solo la dejan con ganas de vomitar. El amor es un intruso en su mundo, que te...