Thirty-Eight

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Celeste Black.

Me aparecí frente a la mansión Lestrange, es bastante tenebrosa, la fachada es negra completamente y el jardín está bastante descuidado, pero hay que añadir que ha estado sola mucho tiempo.

Entro y subo hasta la habitación de Rabastan, abro la puerta y lo encuentro sentado con un cigarrillo en sus manos, pese a que es mayor es muy atractivo, tiene el cabello negro azabache y grandes ojos negros, su cuerpo está bastante tonificado y las cicatrices que lo adornan le dan un aspecto más caliente. Sus facciones están bien marcadas, barbilla afilada y labios rosados.

Me acerco por detrás y paso mis manos por sus grandes hombros, él sonríe y se da la vuelta dejándome entre sus piernas.

—Ya estabas tardado— dice levantándose y alzo la vista para poder mirarlo a los ojos, es demasiado alto.

Se abalanza sobre mi y su boca se conecta con la mía, nuestras lenguas luchan para ver quien tiene el poder y me agarra del trasero alzándome haciendo que enrolle mis piernas en su cintura, mi núcleo conecta con su polla y gimo en sus labios.

Camina hasta la cama y me tira suavemente, me tomo tiempo para observar sus pectorales, ahora descubiertos, me muerdo el labio y él se abalanza sobre mi. Sus grandes manos recorren todo mi cuerpo y desatan mi corsé dejando mis pechos descubiertos; ataca el derecho chupandolo y pasando su lengua al rededor de mi pezon erecto, su mano izquierda masajea el otro con fuerza mientras que la restante me quita la falda de tubo, que se encontraba enrollada en mi abdomen. Mi mano baja hasta sus 20 centímetros y hago pequeños movimientos sobre la tela.

Desabrocho su cinturón y le doy la vuelta con dificultad, bajo lentamente dejando besos y mordidas en su torso desnudo hasta llegar al borde de sus pantalones, le quito los pantalones y los bóxers dejando su polla al aire, escupo en su punta y comienzo a mover mi mano de arriba a abajo. Mi boca entra en contacto con ella y hago movimientos lentos rodando mi lengua, toco sus testiculos ganandome un fuerte gemido de su parte.

—Eres tan buena ángel— gime haciéndome una coleta.

Empuja sus caderas haciendo que su punta choque con mi garganta, aguanto unos segundos y las lágrimas brotan sin piedad de mis ojos, se incorpora apoyándose en su codo libre y levantó la vista sin dejar de chuparsela. Sus 20 centímetros tiemblan en mi boca y se corre, me levantó y me limpió la comisura de la boca.

Me subo sobre él a horcajadas y comienzo  a moverme disfrutando de la fricción de su polla contra mi coño mojado e hinchado, la excitacion hace que me duela y me muevo más rápido haciendo que su polla vuelva a subir. Sin esperar le agarro los 20 cm y me la meto bajando lentamente para acostumbrarme a su tamaño.

Chupa el puto sensible de mi cuello y comienzo a dar pequeños saltos, balanceo mis caderas con fuerza y lo empujo sobre la cama apollándome en su pecho descubierto, mis movimientos suben de intensidad a medida que me caliento más.

—Joder Celeste— gime con fuerza y sonrió.

Clavo mis uñas en su pecho y echo mi cabeza para atrás gimiendo su nombre con fuerza, su polla me llena por completo y sus manos agarran con fuerza mis caderas, sabía que dejarían marcas, pero no me importa.

—Joder Rabastan, la tienes tan grande— gimo moviéndome más fuerte.

Él me da la vuelta y sin previo aviso vuelve a penetrarme haciendo que arquee la espalda, sus caderas chocan con las mias haciendo un exquisito sonido. Su rostro tiene una fina capa de sudor, y sus ojos están más oscuros de lo normal, agarra mis manos y las entrelaza con las suyas poniéndolas en los lados de mi cabeza.

Manipulative (+18) [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora