-¿A dónde vas y cuál es la necesidad de pasearte en bikini por toda la mansión?
Danielle rodó los ojos y siguió su camino.
-Danielle, no me hagas perder la paciencia.
Bufando, la pelinegra se dió media vuelta, quedando de pie en nedio del recibidor.
-TaeHyung, tú me haces perder la paciencia todos los días y sigues vivo, así que deja de joderme con eso ¿Qué te importa si ando en bikini o no? No eres mi marido ni un carajo.
El castaño se le acercó con una ceja alzada y se adueñó posesivamente de sus caderas y labios.
-Soy mucho más que tu marido, Danielle-susurró al oído de la fémina luego de casi dejarla sin aliento con aquel candente beso-. Soy tu jodido amante; y si te pregunto por qué te paseas semidesnuda por toda la mansión es porque hay más hombres en esta casa y prefiero reservarme las vistas para mí solo.
Sin embargo, la pelinegra sólo se cruzó de brazos, echando ligeramente su espalda hacia atrás. Con el agarre de TaeHyung sabía que no se caería.
-Hoy es tarde de chicas y, Sabrine, Maggie, Sophie y yo estaremos en el baño al final del pasillo derecho-finalmente explicó.
-¿El del jacuzzi?
-Ajá. Pasaremos allí largo rato así que estate atento a cuando necesite que me traigas una sangría.
El castaño le sonrió ampliamente antes de robarle un corto beso y abrazarla por la espalda, juntando sus manos sobre el vientre de la chica.
-¿Y ahora por que estás así?-Danielle realmente estaba empezando a molestarse con TaeHyung.
Pero...¿cuándo no?
-Te voy a acompañar hasta allá. No quiero que ningún otro hombre vea lo que me corresponde.
-Ya, claro. Mira para allá. Ya tienes uno menos del qué preocuparte.
TaeHyung siguió la dirección que señalaba el dedo de Danielle y sonrió nuevamente al ver a JungKook y Margaret recostados en uno de los árboles del patio...en una escena bastante similar a la de él y la Ruber.
Margaret se quejaba porque JungKook la había marcado y éste sólo sonreía y le robaba pequeños besos.
-Ambos tienen corazones muy nobles. No me extraña que se hayan enamorado ya-hasta la misma Danielle sonreía enternecida por la vista.
-Hum...¿Será que algún día tú y yo lleguemos a ese punto?
Fue imposible para la Ruber no soltar una estruendosa carcajada.
-En tus sueños, Kim. Apenas podemos respirar cerca el uno del otro y tú ya piensas en boda ¿No es muy masoquista de tu parte?
-Seh. Tienes razón. El sólo hecho de verte siquiera es un acto de masoquismo de los más graves y placenteros.
Rodando los ojos (por segunda vez) y bufando, Danielle se alejó del agarre de TaeHyung y caminó por su cuenta hasta el baño donde Sabrine y Sophie la esperaban ya que, evidentemente, Margaret estaba...algo distraída.
-¡Yah!¿Cómo se te ocurre dejarme con la palabra en la boca, dama loca?¿Qué acaso no respetas a tu marido?
Los pasos de Danielle se detuvieron justo frente a la puerta de su lugar destino y observó al castaño. Su ojo derecho temblaba siendo aquel un tic nervioso que (secretamente, por supuesto) TaeHyung veía muy gracioso.
-Cierra la puta boca, imbécil.
Y, no queriendo lidiar más con la estupidez de "su esclavo", según ella misma afirmaba, se adentró en el baño, siendo recibida por las muecas burlonas de Sophie y Sabrine desde el jacuzzi.
ESTÁS LEYENDO
⟣ᎻᏆᎠᎠᎬΝ ᏀᎬᎷ⟢ ∥ ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ ∥✓
Fanfiction-Nada se compara al exquisito sabor de tu sangre. -Ajá. Ya sé que soy un encanto por dentro y por fuera pero ¿puedes, por favor, apartarte un poco? Yo también necesito clavar mis colmillos en ese lindo cuellito que tienes. •Historia dedicada a mi he...