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Apenas el octeto llegó a Maphille, los Amethystos y humanos salvados (en su mayoría por Danielle, Margaret y Sophie) les dieron una calurosa bienvenida llena de agradecimientos y los ayudaron a acomodarse en la mansión donde vivirían a partir de entonces.

Apenas colocaron un pie en su nuevo hogar, se dejaron caer sobre la enorme alfombra de la sala y allí se quedaron dormidos los ocho...aunque JiMin ya iba así en el camino.

Cuando despertaron de a poco, fueron recorriendo la gran casa e instalándose.

En la entrada había un mediano jardín que esperaba ser llenado con las plantaciones de flores que Sophie gustaba coleccionar. Al entrar, estaba compartiendo espacio con la sala de estar, sólo siendo divididos por una pared, la cocina-comedor. Más adelante estaban las escaleras y a su lado un pasillo donde había dos cuartos, un baño y la entrada a un gran patio que se conectaba con los de las demás casas. En el segundo piso había otro baño más, el cuarto de aseo, y cuatro habitaciones. Había un tercer piso con tres habitaciones más, otro baño y un pasillo en cuyo final había una puerta que daba entrada a la terraza.

YoonGi y JiMin se establecieron en los cuartos del primer piso, Danielle, TaeHyung y Sabrine en el segundo y Margaret, JungKook y Sophie en el tercero.

Cada uno ocupó un cuarto, pero, aunque sabían que aquello no duraría mucho, lo dejarían pasar por el momento.

Todos bañados y más frescos, se reunieron en la sala de estar. Había un tema pendiente que debían hablar.

Unos ocuparon el sofá, otros los butacones, y algunos prefirieron el suelo; pero lo que sí compartían todos eran las miradas que se daban entre sí.

-Bien, hablaré yo si nadie da el primer paso-bufó Danielle y llevó sus ojos a los de TaeHyung, quien ya había vuelto a tener su aspecto normal-¿Qué carajo fue eso allá en Kabella? Un Amethystos, a excepción de Sabrine porque es su habilidad, no puede hacer lo que tú hiciste y además...ese aspecto...¿Qué fue todo eso?

El castaño suspiró y se encogió de hombros.

-No lo sé.

-Pero yo sí.

El octeto dejó escapar un grito de susto común y repararon en la presencia de aquel ser que bajaba las escaleras con tranquilidad.

Cabello oscuro, ojos cafés rasgados, labios gruesos y nariz pequeña. El hombre de porte asíatico vestía elegantemente; camisa, saco y pantalones de vestir, además de sus relucientes zapatos de punta fina.

-Oiga ¿Sabía usted que es delito irrumpir en casas ajenas?-lo enfrentó Sabrine, pero el acusado sólo le regaló una sincersa sonrisa que dejaba a la vista un tierno par de hoyuelos.

Se abrió paso entre los vampiros y se detuvo frente a TaeHyung, encorvando su espalda de modo que su rostro y el del castaño quedaran a la misma altura a una considerable distancia.

-Has crecido bien, muchacho-ahora la sonrisa que portaba delataba nostalgia, y no pudo reprimir más las ganas y acarició la mejilla del Amethystos-. Me siento muy orgulloso de tí.

-Hum...señor-TaeHyung estaba sonrojado hasta las orejas y carraspeó su garganta producto a su repentina vergüenza-¿Sería tan amable de presentarse? Lamento informarle que su rostro no se me hace conocido.

-Eso es porque jamás me viste hasta ahora-suspiró el intruso, retomando su erecta posición. Sus castaños ojos barrieron todo el lugar y recorrieron cada rostro presente antes de sentarse en el suelo, a un lado de la butaca donde estaban TaeHyung y Danielle-. Un gusto conocerlos, muchachos. En el mundo humano soy Kim NamJoon, pero mi verdadero nombre es Lucifer y sí, vivo en el Infierno. Soy el padre de TaeHyung.

⟣ᎻᏆᎠᎠᎬΝ ᏀᎬᎷ⟢ ∥ ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ ∥✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora