Old Scars / Future Hearts || Bucky Barnes x OC ||

Cap. 21: I know I'm gonna get through this

Comencé a realizar ejercicios de estiramiento, para reducir el malestar que sabría que tendría al terminar el lunes de entrenamiento. Samantha se sentó en el pasto, disfrutando del sol, mientras Matt venía a nuestro encuentro. Me quede un momento mirando a mi amiga, quien, en menos de una semana, había pasado de estar siempre con una sonrisa e irradiar alegría, a estar siempre seria, envejeciendo 10 años de una sola vez. Podía ver en su rostro que estaba sufriendo.

Nos había contado todo lo que había pasado y una parte de mí, quería partirle la cara a Barnes, aunque me rompiera la mano al intentarlo.

-cual es el siguiente paso?- preguntó Matt, llegando a nuestro lugar

-irnos a la mierda

-a mi abuela no le gusta ese lenguaje!- le golpee el pie a Sam, quien solo miró de reojo

-la señora de la cafetería me dijo que hoy hay pasteles de desayuno, vamos antes de que se acaben- dijo Matt y le ofreció ayuda a Sam para levantarse, la que la aceptó sin problemas

Fuimos a los camarines para ducharnos y cambiarnos de ropa y nos reencontramos con Matt en nuestro puesto habitual en la cafetería, el cual nos esperaba con tres pasteles: chocolate para él, manjar, crema y durazno para Sam y panqueque naranja para mí. Sam fue la primera en partir su trozo en tres para repartir. La miré de reojo, con su nuevo uniforme, que prácticamente era una calza deportiva negra y polera del mismo color con la insignia de Los Vengadores, junto con su nuevo semblante, se veía casi enfermiza, pálida, con ojeras más notorias de lo normal. Sabía que incluso había bajado de peso, pero lo que había bajado en grasa, lo había ganado en musculatura, que ya era visible.

Noté que Matt también la miraba de reojo, mientras ella estaba perdida en sus pensamientos, con la vista en su plato.

-sé que me están mirando, puedo sentir sus ojos perforándome el cráneo- dijo, mientras se llevaba un trozo del pastel de chocolate a la boca- estoy bien

-si, bien y yo soy la Viuda Negra

-te verías bien con el pelo rojizo Matt- dijo y sonrió. Matt negó con la cabeza y también sonrió

-has vuelto a hablar con él?- dije, después de un momento de silencio

-no, creo que esta en una misión- Sam movió su cabeza- al menos no le ha dicho a nadie, sino tendría a todos encima, haciendo preguntas

-pero te conozco Sam, no estas así porque tienes miedo de lo que puede pasar

-Liz- me miró- si lo hubieras visto ese día, también te dolería el corazón

Éramos profesionales, pero nunca había sido un problema para nosotros mostrar muestras de cariño, eran años de confianza y amor lo que nos mantenía unidos, así que cuando me acerque a Sam y Matt se levantó y cruzo la mesa para sentarse al otro lado de ella y la abrazamos con fuerza, ella no pudo evitar reí y abrazarnos de vuelta. Los tres teníamos cicatrices, tanto físicas como psicológicas, pero Sam era la que nos llevaba la delantera, porque siempre había sido la primera en enfrentarse a lo que sea que viniera. Ella sabía que su mayor cualidad, era también su mayor debilidad.

Matt me toco la mano para llamar mi atención y me hizo señas.

-Sam- dije, alejándome de ella. Matt se sentó en la mesa y se estiró para alcanzar algo en su lado- sabemos que todavía queda un mes para tu cumpleaños, pero queremos que tengas esto antes de que salgas a alguna misión.

Sam nos miró expectante, al momento en que Matt sacaba una maleta de su lado de la mesa. Nos quedamos todos mirando la maleta, mientras Sam abría con cuidado cada uno de los seguros. Me reí cuando abrió su boca en sorpresa al mirar el interior.

-sabemos que sigues prefiriendo cuchillos a armas de largo alcance, que, a mi parecer, son mejores- dijo Matt

-pero estas... son sus cuchillas

-mejoradas- dije- con Matt nos preocupamos de que siguieran siendo las mismas de siempre, pero con las maravillas de la tecnología actual- Sam tomo un de ellas y comenzó a probarla- más liviana, con un mango y hoja más resistentes, pero con los mismos detalles que las hacían nuestras

-así, cuando estés allá afuera, peleando con los malos, te acordarás de que tienes que volver a casa- dijo Matt con una sonrisa

Sam sonrió y comenzó a sollozar, pero de felicidad. Cualquiera pensaría que es extraño que tus amigos te regalen armas, pero en nuestro mundo no era tan descabellado. Siempre nos habían enseñado que no debíamos tener lazos afectivos, porque eso podía significar debilidad en la batalla, pero eran nuestros lazos lo que nos mantenían vivos. Sam siguió probando sus cuchillos, mientras Matt y yo nos reíamos de las tonteras que hacía.

POV: Bucky

Entre a mi departamento y deje caer mi bolso al suelo. Me quede un momento en medio de la sala, mirando al par de muebles que tenía en él, haciendo que el lugar se viera más grande de lo que era. La habitación de Samantha en la base era mucho más pequeña que este espacio y tampoco tenía tantas cosas, pero se sentía mucho más acogedor que esto.

Ella lo hacía acogedor.

Camine hacia mi habitación para darme una ducha y cambiarme de ropa y me quede mirando la libreta que estaba sobre la mesa de noche. Steve la había usado para ponerse al día después de su descongelamiento y me la había regalado, para que hiciera lo mismo, aunque mi lista no era precisamente sobre películas. Abrí la libreta en la lista de nombres y comencé a repasarlos, eran bastantes, casi tres hojas, pero ya tenía la gran mayoría de ellos tachados. Me detuve en una de las filas, todos los nombres estaban tachados, a excepción de una, que sobresalía: S. Sullivan. Miré instintivamente a mi armario, en donde, entre mi ropa, estaba su archivo personal, junto con el informe de su terapeuta. Se suponía que sería una de las primeras, pero el tiempo solo había hecho que todo se complicara cada vez más. Me pasé la mano por mi cabello, retirándolo de mi rostro, cada vez que sentía que podía enmendar todo lo que le había hecho, descubría que eso era solo la punta del iceberg, además, ahora había roto una de las tres reglas, específicamente la segunda: nadie saldría herido.

Y la había herido, lo seguía haciendo.