Bullied (Trigger Warning)

Capítulo 29: "Alcohol y basquetbol" 2/2

Pasé todo el día con Crawford. Hoy nos tocaron casi las mismas clases. Por suerte no me topé con nadie más que con Peyton y Autumn. A los demás no los vi en todo el día, tampoco a Junior.

Habíamos pensado en pasar la tarde con Crawford, pero apenas terminaran las clases debía ir al último entrenamiento antes del partido. Se vio nervioso todo el día, por lo que traté de animarlo lo más que pude.

Ahora camino directo a mi casillero para dejar los libros que usé en mi última clase, para luego irme a casa.

Diablos. Debo ir a casa a enfrentar mi realidad, la cual he querido evitar todo el día. Hoy pude confrontar a Autumn y Peyton por mi cuenta, pero no es lo mismo que enfrentar a mi papá, definitivamente. Se me paran los pelos de tan solo pensarlo.

Abro mi locker, meto los libros y saco mi celular. Lo guardo en uno de los bolsillos de mis jeans y cierro la puerta.

—Hola, preciosa —dice alguien a mis espaldas apenas cierro mi casillero. Me estremezco al reconocer la voz de la persona. Es Tyler.

Me volteo y para mi suerte no solo es Tyler, también está Caleb a su lado.

Si tuviera que calificar a todo el grupo, me atrevería a decir que Tyler y Caleb son unos de los peores. Bueno, la verdad es difícil, son todos unos idiotas conmigo.

Ambos me miran tranquilos, Caleb anda con una sonrisa en su cara. Se ve irónica.

—¿Dónde vas? —pregunta Caleb esta vez, acercándose un poco más a mi.

Mantente fuerte, Aria, igual que en la mañana.

Por lo general, retrocedería por inercia, pero hoy no. Me quedo firme en mi lugar, mirándolos seria.

—¿Acaso eso te incumbe? —pregunto de vuelta, arqueando una ceja.

Trato de irme pero ambos me impiden el paso. Me pongo nerviosa, sí, pero no lo demuestro en lo absoluto.

Ruedo los ojos y trato de irme por otra parte. Esta vez, en lugar de pararse frente a mí, Tyler me toma por el brazo y me empuja contra los casilleros. Lo saqué completamente de sus casillas.

—Supimos lo que pasó hoy, ¿sabes? —me dice Tyler mientras aguanto el leve dolor que provocó el golpe—. Te has hecho la fuertecila, confrontando a Autumn y Peyton —ríe—, ¿puedes creerlo?— le pregunta a Caleb.

—La verdad, no —responde—, pero sabemos por qué pasó —asegura.

—¿Ah sí? —pregunto yo con mi espalda aún pegada contra los lockers—. ¿Por qué fue?

Me doy cuenta que no hay mucha gente en los pasillos, pero las pocas personas que hay ni se dignan a hacer algo, solo pasan de largo.

—Desde que tienes amigos te has vuelto más insolente. Si estuvieras sola, como siempre has estado, esto no estaría pasando —escupe Caleb.

—Las agallas que has sacado para comenzar a faltarnos el respeto a cada uno de nosotros, las tienes porque crees que no estás sola. Crees que ahora alguien te cubre la espalda —suelta Tyler—, pero adivina qué.

—Qué —lo desafío, mirándolo fijamente.

Sigo firme en mi lugar con cara seria.

—Estás más sola que cualquiera, Aria. No tienes a nadie. Conoces a ese par hace unos días y ya crees que son tus amigos. Por favor —se burla— Créeme. Los dos se aburrirán de ti.

Se me forma un horrible nudo en la garganta al escuchar esas palabras, pero no le daré la razón.

—Así que desde ya te avisamos que más te vale mantenerlos alejados de ti, sino te irá muy mal, ¿oíste? —dice Caleb ahora.