Volumen 8: Capitulo 224

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A pesar de que tenia escamas súper duras, las traspasaban con mucha facilidad debido a que la espada estaba impregnada de Ki.

Una vez hizo todo eso, salió por debajo y por detrás del dragón.

Seguido de haber salido por debajo, no podía parar su derrape y estaba a punto de caer hacia abajo debido a que el techo de la casa llegaba a su fin.

Samay pega un gran salto y salta a la siguiente.

《Fuaaa, eso fue duro y complicado.

Quien iba a pensar que pasaría por debajo de un dragón que mide de largo una casa y media.》

Luego meditar en eso, se para, se sacude la ropa y se da vuelta para ver al dragón.

Sin embargo, cuando observa a el dragón que estaba en la anterior casa en la que se encontraba, Samay se lleva un gran sorpresa al verlo postrado entre las dos casas que había en frente.

No solo eso, sino que desde su abdomen todos los órganos se salían y la sangre no paraba de salir.

Era asombroso y un poco aterrador

XXX

Después de que el dragón quedara completamente destrozado, el jinete que estaba encima, se para arriba de su bestia y empieza a sacarse poco a poco las vestimentas o trapos que cubrían todo su cuerpo.

Mientras el individuo hacia eso, menciona las siguientes palabras con una voz femenina y muy alegre…

“Wa wa wa, eso si que fue impresionante.”

“No puedo creer que la mismísima ex general Samay, haya aniquilado por completo un dragón y encima lo hizo en frente mío.”

Poco a poco los trapos empiezan a caer.

Lo primero en verse de este jinete, fue su largo cabello rojo oscuro brillante, que era demasiado similar a la sangre, ya que no todo rojo es parecido al color de la sangre.

Junto con su cabello se dejó ver su rostro y como su voz la describía, era mujer y una con un rostro muy seductivo.

A medida que se sacaba las demás ropas, la chica va mostrando más de su precioso y seductivo cuerpo.

Estaba completamente desnuda.

Si no fuera por las pequeñas y pocas prendas que cubrían su pecho y sus partes intimas, la mujer estaría completamente desnuda.

“Ahhh, ahora me siento mejor.”

“Si a mi me molesta usar simples trapos, no me imagino como se deben de sentir los soldados como ustedes al usar armaduras tan pesadas y gruesas. Sin contar que causan mucha traspiración y eso es bastante molesto.”

Tras esas palabras, acomoda su látigo y una dagas en la cintura.

“Entonces, ex general Samay, ¿Qué te parecieron los subordinados que te estuve mandando constantemente para matarte.”

Decía esas palabras de una manera que hacía parecer muy feliz y alegre la pregunta que le había hecho a Samay, hasta el punto en que eran similares a una linda y tierna charla entre amigas.

Samay no podía creer como esta mujer hablaba tan sencillo y fácil de lo que le había causado a su soldados, amigos y a ella misma.

Estaba tan enojada e irritada con esta chica desconocida, que disparo tres flechas a una gran velocidad contra la chica de en frente.

Una de las flechas atravesó la ala visible del dragón y las otras dos se dirigieron a la jinete.

Pero…Ambas flechas fueron esquivadas de manera fácil y a una gran velocidad.

Mi Reino Fue Transportado A Otro Mundo 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora