Epílogo

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Wei Ying se encontraba preparando la cena cuando los sonidos de unos pasos la hicieron voltear para ver quien había llegado. Era su pequeña Zhuying, quien estaba aprendiendo a caminar.

-Mi pequeña ya es tan grande-le sonrió a su hija-¿Y tu hermano?-

Decidió agacharse para cargar a su hija, la pequeña solo sonrió y beso la mejilla de su madre mientras la llenaba de baba en el proceso. Mientras, su pequeño hijo comenzaba a gatear en dirección de su madre y hermana.

-Con que aquí estabas, eh-su pequeño hijo llegó a ella y también lo cargo-mis pequeños bollitos, ya están muy grandes y lindos-

-Baba~-balbuceaba el pequeño niño

-Mi pequeño extraña a su padre-beso su pequeña mejilla-ya pronto va a llegar, no te impacientes-

Y como si fuera por arte de magia se escucho como su esposo entraba por la puerta.

-Cariño ya estoy en casa-anuncio mientras se quitaba su abrigo

-Bienvenido-fue hasta la sala con sus hijos-alguien te estaba extrañando-su hijo estiró sus pequeños bracitos en dirección a su padre. Su hija también empezó a hacer lo mismo que su hermano. Tan pequeños y tan revoltosos.

Mingjue recibió ambos pequeños entre sus brazos besando sus cabecitas.

-Yo también los extrañe-despues beso a su esposa

-Llegaste justo a tiempo, la cena ya casi va a estar lista-

Wei Ying dejo a sus pequeños con su padre y regreso a la cocina para terminar de cocinar. Cuando estuvo la comida fue a servirla y sonrió al ver a sus hijos jugando con su padre. Nie Mingjue adoraba a sus hijos y eso nadie lo podía negar.

-Ya luego juegan, ahora vengan a comer que la comida se enfría-

Había preparado cosas blandas para sus hijos, ellos todavía no podían comer todo lo que ellos comían. Los pequeños empezaron a gatear hasta la mesa. Lo único que querían era comer.

-Parece que no comieron-su madre los ayudo a sentarse-pero comieron no hace mucho, glotones-

Solo esperaba que sus hijos no quisieran jugar con la comida o todo acabaría en desastre. Tuvo que evitar que su hija volteara su plato, vaya que eso de ser madre era agotador, pero eso no lo cambiaría por nada en el mundo. Era feliz junto a su pequeña familia, lo tenía todo junto a ellos.

-Son unos pequeños golosos-dijo su esposo acariciando la cabeza de su pequeño hijo

-Lo son-suspiro con una pequeña sonrisa-ayudame con Zhuying, va a tirar el plato si sigue así-

Su pequeña era la más traviesa y la pequeña princesa de papá sin duda.

-Mi querida princesa no hagas travesuras o no podrás dormir conmigo-La pequeña pareció entender lo que su padre dijo y dejo el plato en paz

-Sin duda es la princesita de papá, solo a ti te obedece-

-Lo es, es una mimada de papá-beso la mejilla de su pequeña Zhuying

-Si que lo es-nego con la cabeza-su hijo soltó un pequeño chillido y Wei Ying lo abrazo y beso su mejilla-Ya, ya, no te pongas celoso, tú eres mi pequeño bollito, tan pequeño que eras cuando naciste-

-n-nia..-balbuceo el pequeño niño

-No puedo creerlo-estaba sorprendida-¿Dijiste a-niang?-vio a su hijo esperando que lo repitiera nuevamente. Iba a gritar de la emoción

-N-nian..- volvió a balbucear

-¡No puedo creerlo!-abrazo a si hijo emocionada-mi pequeño ya puede hablar, ¿Lo oíste cariño?-pregunto a su esposo

Las dos caras de una monedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora