VII

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-¡Vamos, Monnie! La boda es a las 08:00 y llevas tres horas encerrada en el baño. -se quejó John mirando su reloj.

-¡Por el amor de Dios! ¡Para ya de exagerar! -rió la pelirroja al otro lado de la puerta. -Salgo en un momento. Si quieres puedes esperarme abajo.

-Esta bien. Pero no te demores. -salió del apartamento y Moon mordió su labio al mirarse al espejo.

Su cabello rojizo estaba recogido en un moño alto y una trenza al rededor de este. Usaba un vestido vino tinto que había comprado junto a Lena días atrás. Llevaba poco maquillaje en los ojos y en sus labios llevaba un labial rojo que era de Lena. Se sentía incómoda vestida así, pero era la tercera boda del padre de John y además ese día lo conocería, suponía que debía verse bien, pero más que incómoda estaba nerviosa.

Abrió la puerta del baño y salió de el tambaleandose por los tacones dorados que llevaba. Tomó el sobre del mismo color que los zapatos de la cama y salió del apartamento. En el ascensor se mantuvo jugando con sus dedos para distraerse y al bajarse de este visualizo a John de espaldas hablando por teléfono. Aclaró su garganta para hacerse notar y cuando John giró su mandíbula cayó. Se veía... preciosa.

-Joder, Moon. -se acercó a ella y la tomó en sus brazos. -Eres una obra de arte. -ella escondió su cara entre el cuello y el hombro de él, como siempre hacía para esconder el rubor de sus mejillas.

-Eres un idiota. -sonrió. -Mejor vámonos. -él le tomó de la mano y salieron del edificio para luego subir al auto de John.

-¿Estas nerviosa? -le preguntó mirando de reojo como mordía sus uñas.

-¿Cómo no voy a estarlo? Voy a conocer a tu padre. ¿Y sí no soy suficiente? ¿Él conoció a Sea? ¿Y sí quiere que vuelvas con Sea? -él rió ante su nerviosismo.

-Tranquila, Monnie. Todo va a estar bien. Además, tu eres más que suficiente. Sinceramente a veces siento que no te merezco. -le dio un leve apretón a su mano y ella sonrió.

-¿Todo va a salir bien?

-Lo prometo. -le sonrió y volvió su vista a la carretera.

El resto del camino a la iglesia fue completamente silencioso. Y así estaba bien. No necesitaban de las palabras, no en ese momento.

John aparcó el auto y salió de él junto a Moon. La pelirroja sentía que iba a vomitar de los nervios, pero cuando John junto sus labios con los suyos todo en ella fue tranquilidad. Volvió a tomarle de la mano y entraron a la iglesia.

La mayoría giraron a ver al hijo del "novio", hace años que ninguno de los presentes le veía, ya que el pelinegro odiaba estar rodeado de personas hipócritas a las cual solo les caía bien por el hecho de que su padre tuviera dinero.

Pero, no solo giraron a verlo a él, también a la hermosa chica que le acompañaba, con su precioso vestido contrastando con su cabello y sus dulces ojos grises observando a todos con nerviosismo.

-Que no te intimiden, suelen hacer lo mismo en todas las bodas. -sintió el aliento de John chocar contra su oído. Solo asintió y continuo caminando junto a él hasta la primera banca.

Se sentaron y esperaron a que la boda comenzara, para John eso no era más que un show, todas sus bodas habían sido por la iglesia a pesar de que eso no estuviera permitido, pero como dicen por ahí; el dinero mueve montañas.

Luego de aquel teatro que había presenciado varias veces todos salieron de la iglesia para ir a la gran fiesta.

-Esa chica no ama a tu padre, ¿no? -le preguntó Moon encendiendo la radio.

-¿Cómo va a amarle? Es 30 años menor que él. Siempre se casa con chicas menores que le engañan con cualquiera y luego en el divorcio le sacan suficiente dinero para vivir cómodas el resto de sus vida.

-Tú padre es terco. Me recuerda a alguien. -le miró de reojo y rió al notar que se había molestado.

-¿Monnie? -le llamó luego de un rato.

-¿Mmju?

-Sea va a estar en la fiesta. -le informó, esperando a no se lo tomara mal.

-¿Ah, sí? Que bien. -fingió tranquilidad.

-¿No te molesta?

-John, algo que tengo claro es que me quieres sino no estarías conmigo, ¿o no? Para molestarme tendría que estar celosa y no estoy celosa. -lo dijo todo mirando por la ventana, ya que si le miraba a los ojos descubriría que mentía. Él sonrió.

-Me alegra que lo tomes bien. Creí que te ibas a molestar.

-Para nada. -sonrió. -A fin de cuentas, ¿por que va a ir?

-Su madre es socia de mi padre.

-Ah, lógico. ¿Por eso la conociste?

-Algo así.

-Bien.

Ya en la fiesta, John le sacó a bailar varias veces, pero a ella no le agradaba a idea así que se sentaban luego de un tiempo en la pista. El padre de John estaba encantado con Moon, además de hermosa, le parecía una joven muy culta.

Cuando John tomó de la mano a Moon para arrastrarla a la pista de baile, una chica de piel de porcelana, cabello corto teñido entre naranja y rosa y brillantes ojos azules se les acercó con una gran sonrisa.

-John. -le saludó con un beso en la mejilla. -No nos vemos hace mucho.

-Desde que terminamos. -dijo serio sosteniendo la mano de Moon.

-Claro. -miró a la pelirroja. -Y, bueno, ¿quien es ella?

-Moon Shivers...-le miró y sonrió. - Mi novia.

-Oh, me alegro. Tengo que ir a felicitar a tu padre, nos vemos luego. -les sonrió. -Fue un gusto conocerte, Moon.

-Lo mismo digo...

-Sea. -completo la ojiazul.

-Claro. Sea. -le sonrió y esta se marcho.

Caminaron hasta el centro de la pista de baile y John le tomó de la cintura, ella por su parte enrolló sus brazos al rededor del el cuello de él.

-Lo mismo digo...-imitó la voz de la pelirroja y luego rió. -Sabes perfectamente su nombre.

-Ahm, bueno...-también rió. -Tú sabes. -se encongio de hombros y recargo su cabeza en su hombro. 

Bailaban Lat it down de Aerosmith.

-Me presentaste como tu novia, John. -susurró con los ojos cerrados. -¿Somos novios?

-Lo somos, Moon. -confirmó.

-Nunca he aceptado nada. -John hizo que girara y la tomo de nuevo en sus brazos.

-¿Quieres ser mi novia, Moon Shivers?

-Mmmm, no, John Lewis. -rió al ver la cara del pelinegro. -Se supone que eres muy romántico y todo eso, ideate algo.

-Oh vamos, Moon. ¿Qué es más romántico que pedirte ser mi novia con Aerosmith de fondo?

-Muchas cosas.

-Vale. Entonces, huye conmigo.

-¿Huir? ¿A donde?

-A donde sea, Moon. Solo hagamoslo. -dejo un pequeño beso sobre su nariz.

-Esta bien. Huyamos, John. -tomó su mano y salieron corriendo del gran salón.

N/A:

¡He aquí otro capítulo de In My Veins!

Espero que les guste porque en lo personal me gusto mucho.

Si les gusta recuerden votar.

Les quiero.

-Con amor, Alex.

In my veinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora