Lena miró a Moon con una sonrisa, se veía preciosa con el velo cayendo sobre su rostro y su impecable vestido blanco. Moon hizo algo parecido a una sonrisa y se miró al espejo.
No podía creer que era el día de su boda.
Ella nunca de había visto caminando hacia el altar, pero no por eso dudaba de lo que estaba por hacer, ella estaba complementa segura de que quería casarse con John.
Le sonrió al espejo y entrelazo su brazo con el de la peliazul y salieron al patio trasero de la casa de su madre.
John le esperaba con una sonrisa en el altar, al verlo sintió un cosquilleo recorrerla de pies a cabeza y no pudo evitar sonreír. Su padrastro Clark iba a entregarla así que entrelazo su brazo con el de él y la macha nupcial comenzó a sonar. Camino despacio con un ramo de margaritas en sus manos. Al llegar al altar Clark se le entrego a John y ella tomó su mano.
La ceremonia comenzó y la verdad era que Moon no escuchaba nada de lo que decía el padre, solo miraba a John con su preciosa sonrisa y su cabello rizado. Ella no quería a nadie más en su vida, solo a él. El momento de los votos llegó y se pusieron frente a frente.
-Moon Shivers Parisi, ¿que puedo decir que no haya dicho ya? -rió nervioso acompañado de los presentes.-Prometo amarte de ahora en adelante sin importar qué porque eres la luna a la cual adoro y admiro cada noche, mi alma gemela y desde aquel momento en el que recogí tu lápiz del suelo y vi tus preciosos ojos grises supe que eras a la única chica a la que iba a amar para toda la eternidad y es que no sé si son tus pecas o el color de tu cabello, no sé si son tus ojos o tu sonrisa, no sé si son tus besos o tus caricias, pero Moon, me tienes como un demente y no quiero a absolutamente nadie más en mi vida porque tú eres y siempre seras más que suficiente.-Maldición, John. Haces que mis votos parezcan un asco. -sonrió. -Pero bueno aquí voy. Recuerdo bien el primer momento en que te vi, me pareciste fastidioso hasta que tome tu mano, realmente no puedo explicar lo que sentí, pero intentaré hacerlo; John, me hiciste sentir completa. Yo simplemente no podía creer que un chico que acababa de conocer me hiciera sentir de esa forma y en realidad tenia miedo, pero entonces miré tus ojos y me sentí tan segura que de inmediato supe que no quería a nadie más porque te tenía a ti. Y esto voy a repetirlo hasta el día de mi muerte: John Lewis Smith, estas en mis venas y no voy a poder sacarte de ellas nunca. -culminó con una sonrisa.
Una pequeña niña rubia de preciosos ojos color aqua, también conocida como Daisy, hermana menor de John se acercó a ellos con los anillos.
Repitiendo las palabras que decía el padre se entregaron los anillos mirandose a los ojos y finalmente llegaron las palabras que por tanto tiempo habían esperado.
-Tú, John Lewis, ¿aceptas a Moon Shivers como tu futura esposa para amarla y respetarla, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?
-Acepto. -contestó sin dudarlo.
-Ahora tú, Moon Shivers, ¿aceptas a John Lewis como tu futuro esposo para amarlo y respetarlo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?
-Acepto.
-Ahora por el poder que se me concede los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.
John tomó de la cintura a Moon y la atrajo hacia él juntando sus labios, enviando una pequeña corriente eléctrica por su espina dorsal también conocida como escalofrío. Los presentes aplaudieron emocionados. Se separaron lentamente y entrelazaron sus manos para luego entrar, de nuevo, a la casa.
La fiesta seria algo pequeño, solo la familia de Moon, la de John y unos cuantos amigos. Moon ya se había despojado del vestido de novia y llevaba un bonito vestido tan azul como los ojos de Daisy, tenía a la pequeña sentada en su regazo mientras esta comía helado.
John miraba la imagen mientras su padre le comentaba algo, daba por hecho que Moon sería una gran madre algún día. Se acercó a ellas y tomó a Darsy en sus brazos, Moon se levantó de la silla y limpio la conmisura de los labios de la pequeña ya que estaba sucia de helado.
La pelirroja sintió el fash de una cámara y se giró para encontrar a Lena mirando tiernamente la escena.
-Voy a tener que robartela un momento. -se excusó con John y tomó a su mejor amiga de la mano llevandosela de nuevo al patio trasero.
La abrazó y chillo emocionada como una niña pequeña, Moon rió ante su reacción, sabía que ella haría eso en algún momento.
-Monnie, joder, estoy tan malditamente feliz por ti y es que te mereces esto y mucho más y y y... -al no saber que decir volvió a chillar.
-¿Y Simon? -preguntó al notar que no lo había visto durante toda la fiesta.
-Salió un momento por más alcohol. -se encogio de hombros. -Volverá en un rato. -sonrió. -Mierda, pero dime como te sientes, Moon. -la sacudió por los hombros. -Estas casada.
-No sé, parece un sueño. -se tapo el rostro y suspiró.
-Puedo pellizcarte para que veas que no lo es.
Moon la miró con cara de no te atrevas sabiendo que era capaz. Lena volvió a reír y a abrazarla.
-¿Sabes, Lena? Quizás nunca lo diga, pero te quiero. -susurró.
-También te quiero, Moon. -sonrió.
Desicieron el abrazo y entraron a la casa donde Lena corrió a los brazos de Simon y este la tomó de la cintura y la besó.
John se acercó a ella y la invitó a bailar, ella acepto riendo siendo arrastrada por él hasta la improvisada pista de baile.
Moon cerró los ojos cuando acomodo su cabeza contra el pecho de John y sonrió cuando la suave voz de Steve Morrissey llegó a sus oídos cantando Let me kiss you, John comenzó a susurrar la canción en su oído sabiendo lo mucho que ella amaba que hiciera eso.
Entonces fue cuando ella cayó en cuenta que estaba casada. Aún no se explicaba como todo había sucedido tan rápido, como en una película, pero no se arrepentía de nada porque esa era la mejor decisión que había tomado nunca. Pasar el resto de su vida junto a la persona que mas amaba era lo que ella más había anhelado desde que era tan solo una niña, quería que alguien le amara como Sebastian amaba a Atenea y a pesar de que no había conseguido algo idéntico a aquel amor, había construido su pequeña historia junto a alguien que la adoraba y le constaba, y eso, eso era más que perfecto para ella. Y es que gracias a ese chico de brillantes ojos negros y cabello rizado ella había vuelto a ser feliz, él la había completado, le había curado y ella no necesitaba más para saber que él era la persona con la cual quería estar sin importar qué. Le amaba y le amaba con locura, justamente como solo un demente puede hacerlo y eso no le asustaba, tampoco le parecía un problema porque sabía que era correspondida de igual forma.
Después de ese día no hubieron más noches de insomnio, tampoco lágrimas de tristeza, ni poesía sobre corazones rotos. Solo hubieron días de infinita felicidad, piezas de arte, música de The Beatles retumbando en la habitación y miles de bailes improvisados en medio de la estancia.
Porque este no es el final de esta historia, es el comienzo de una mejor.
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In my veins
Short Story"Nothing goes as planned. Everything will break. People say goodbye. In their own special way. All that you rely on. And all that you can fake. Will leave you in the morning. But find you in the day." In my veins -Andrew Belle cover por -satan