DEAR GOLDEN ❁્᭄͜͡ theodore nott

Seven

Una chica bajita y delgada, con una bufanda de Hufflepuff envuelta alrededor de su cuello, estaba de pie en el puente de Hogwarts con su cuaderno de dibujo en la mano. Corrió sus ojos por todo el lugar, buscando algo apropiado para dibujar.

Suspirando, Aurelia estaba a punto de irse cuando sus ojos cayeron sobre un Slytherin que ahora estaba sentado junto al lago negro.

Theodore miró fijamente al lago, como si el lago tuviera algo que estaba buscando ; paz.

Una divertida sonrisa tiró de los labios de Aurelia mientras sus ojos brillaban. Ella abrió su cuaderno de bocetos y el lápiz que había comprado en el privet drive.

Ella dibujó la cara angustiada de Theodore. Aunque era muy difícil entender sus atractivos rasgos, Aurelia podía ver al chico con nitidez. La forma en que sus cejas estaban unidas y la forma en que estaba tocando con impaciencia su pie en el suelo, Aurelia se dio cuenta de que estaba en un pensamiento profundo. Su rostro reflejaba dolor.

Sintiendo la incesante mirada de alguien sobre sí mismo, Theodore levantó la cabeza para encontrar a Aurelia mirándole mientras garabateaba algo en el cuaderno que ella había sostenido en sus brazos.

Esperaba que ella mirara hacia otro lado, pero no. En cambio, ella siguió mirándolo y cuando finalmente se dio cuenta de que él la estaba mirando, sonrió.

Una sonrisa que hizo que el interior de Theodore estallara con mariposas. podía ver su alma pura a través de la sonrisa que estaba pintada en su rostro.

Frunció el ceño ante la forma en que su cuerpo estaba reaccionando y miró hacia otro lado antes de sonreírle. Nunca se dio cuenta de lo brillante que era su sonrisa.

Aurelia soltó un suspiro molesto cuando vio a Theodore caminando de vuelta dentro del castillo.

—¿Qué estás haciendo?

Aurelia se sobresalto por la repentina voz que le hizo soltar su lápiz.

—Harry!—exclamó ella antes de levantar su lápiz del suelo—me asustaste.

—Lo siento—Harry se rió cuando sus ojos se fijaron en el reciente boceto dibujado por su hermana. Aurelia siguió su mirada a su cuaderno y lo extendió para que él lo viera.

—Es tanto una bendición como una maldición sentir todo tan profundamente—Harry leyó las palabras garabateadas a través del boceto de un niño—Impresionante

—Gracias—Aurelia sonrió satisfactoriamente— ¿a dónde te diriges?

—No lo sé. Acabo de enviar una carta a canuto.

—Acerca de?

—Sólo acerca de cómo me siento en Hogwarts. Algo es diferente que la última vez. Me siento perdido. Solitario.

Aurelia tristemente le sonrió.

—Vamos a dar un paseo.—Aurelia sugirió para levantar el estado de ánimo de Harry.

—No me gusta-

—No te pedí tu opinión—Aurelia giró los ojos, arrastrando a su hermano junto con ella, hacia el borde del bosque prohibido.

Caminando, los gemelos vieron a una chica con el pelo rubio hasta la cintura. Harry la reconoció como Luna Lovegood pero aún era una extraña para Aurelia.

Harry estaba junto a Luna mirando sus pies mientras Aurelia estaba detrás, viendo a la Ravenclaw alimentar a los thestrals.

—Hola Harry Potter—Saludó Luna en su habitual voz cuando sintió su presencia. Aurelia caminó hacia adelante, deteniéndose justo al lado de su hermano.