DEAR GOLDEN ❁્᭄͜͡ theodore nott

Twenty two

dorada,

Estoy bien, gracias por preguntar. Sin tener a mi padre cerca, me siento solo, pero eso apenas me afecta. a menudo me dejaba solo. aunque tengo el elfo doméstico, se divierte conmigo. No sé cómo voy a sobrevivir, pero mis abuelos llegaron ayer y me siento mucho mejor. 

Espero que estés bien.
Theodore.

Aurelia suspiró, sabiendo que aunque theodore no lo dejaba notar, todavía estaba afectado por el hecho de que su padre estuviera encerrado en azkaban.

Los dos jóvenes se habían prometido escribirse durante el verano para asegurarse de que el otro estaba bien.

— ¿De quién es la carta? — preguntó Harry, entrando a la habitación.

— Theodore. -  aurelia respondió honestamente con una expresión en blanco en su rostro.

— ¿estas loca? —Harry frunció el ceño, caminando con enojo hacia donde estaba sentada Aurelia. —no hay forma de que dejes que se comunique contigo.

— ¿por qué? —Aurelia replicó, todo el incidente de Sirius la había cambiado por completo.

—¡¿por qué?! —Harry repitió, riéndose sombríamente. — ¿te has vuelto loca? ¡su padre es un mortífago!

— exactamente, su padre es un mortífago, no él. — Aurelia afirmó, agarrando una pluma.

— Aurelia escúchame por una vez. —gritó Harry, arrebatándole la pluma de las manos.

— ¡Harry! —Aurelia dijo con voz áspera — ¡devuélveme la pluma!

— ¡no!

— ¡Dije que me des la pluma!

— ¡dije que no!

— por favor. — suplicó aurelia, usando la tarjeta de ojos de cachorro.

— ¿Cuál es tu problema? — Harry frunció el ceño.

— ¿qué quieres decir? — Harry estaba poniendo de los nervios a Aurelia.

— ¡Deja de ser amiga de un mortífago! — Harry exclamó, tirando la pluma al suelo.

— ¡para! — Gritó Aurelia, su tono era cada vez más fuerte.

— SON LAS 11 DE LA NOCHE. POR DIOS DEJEN DE GRITAR EN MI CASA. — se escucho la fría voz de vernon dursley.

Aurelia suspiró antes de empezar. — harry por favor, no te enfades. Te prometo que me cuidaré, no podemos juzgar a alguien por-

— ¡No me importa!. — harry interrumpió, mirando a aurelia,

— Harry.

— ¡Haz lo que quieras! — Harry escupe antes de caminar hacia su cama. acostándose, apagó la luz y le dio la espalda a aurelia que ahora miraba con tristeza a harry.

Con un corazón dolorido, aurelia se dejó caer en su cama, acostándose. una lágrima se deslizó por su mejilla, recorriendo su mandíbula y cayendo sobre la almohada. se sentía triste cada vez que pensaba en su vida, todo se había convertido en un desastre.

De repente, sintiendo frío, Aurelia tiró de la manta y se volteó de costado, de espaldas a Harry. aunque no era su culpa, aurelia se sentía una persona terrible por pelear con su hermano.

Los gemelos tuvieron numerosas peleas, pero solo por razones tontas. esto molestaba mucho a aurelia.

Limpiándose las lágrimas, Aurelia miró por encima del hombro para encontrar a Harry constantemente dando vueltas y vueltas en su cama.

suspirando para sí misma, aurelia se dio la vuelta y cerró los ojos, esperando que el sueño llegara. estaba casi dormida cuando escuchó unos pasos.

sorprendida, rápidamente se levantó de su posición para dormir y miró a la persona que estaba parada frente a ella.

— ¿estás bien? —fue lo primero que preguntó Aurelia.

— Lo siento. —Harry suspiró, sentándose al lado de su hermana. —a veces puedo ser estúpido.

Harry miró a aurelia que lo escuchaba atentamente. sabía que no pasaría mucho tiempo enfadado con su hermana. era un mediocre a la hora de confesar lo que siente.

— quieres decir todo el tiempo. — lo corrigió aurelia, tratando de ocultar una sonrisa.

— ¿En serio? ¿Cómo puedes estar tan tranquila? Estaba esperando a que me grites. — Harry sonrió.

— No tengo ganas de gritar porque sé que es estar en tu lugar. — Aurelia se encogió de hombros. — Lo entiendo, Harry. Estás preocupado por mí, pero puedo cuidarme sola.

— Lo sé. Solo ten cuidado. De lo contrario-

— Soy mayor que tú, cállate ahora. Soy más madura que tú. — Aurelia sonrió.

— Solo por tres minutos, no lo presumas demasiado. — Harry trató de parecer ofendido pero terminó riéndose.

— lo que sea. — Aurelia puso los ojos en blanco antes de deslizarse más cerca de Harry, — Me alegro de que hayas decidido resolver esto, de lo contrario, habría muerto llorando.

— ¿Por qué lloras tanto?. — Harry se rió entre dientes levemente, echando sus brazos alrededor de Aurelia, quien apoyó la cabeza en su hombro.

— no lo sé. —aurelia murmuró.

los gemelos se sentaron en silencio, el único sonido que se podía escuchar era el de los grillos.

— ¿lo extrañas? -  Aurelia habló de repente. No pudo haberlo ignorado demasiado, la pregunta sin saberlo se le escapó de la lengua y se arrepintió al instante cuando sintió que Harry respiraba hondo.

— lo hago. — Harry asintió, dejando escapar un suspiro exasperado.

Aurelia se quedó callada. ella amortiguó un bostezo antes de empujar ligeramente a Harry fuera de su cama.

— Tengo sueño, vete. — murmuró aurelia, acostándose y tirando de la manta hasta su pecho.

— eso es grosero. —Harry comentó riendo antes de retirarse a su cama.

La mañana siguiente no fue agradable. Nunca lo eran con los Dursley.  Aurelia escribió una carta de respuesta a theodore, disculpándose por las dificultades que estaba enfrentando en ese momento.

Más tarde esa noche, Harry y Aurelia decidieron dar un paseo, lejos del agujero de mierda. cuando estaban en un café, se sorprendieron al encontrar a Dumbledore afuera del café.

Los gemelos se enteraron de que Slughorn ahora estaba designado como maestro de pociones. Aurelia se sintió bastante incómoda con Slughorn, quien básicamente ignoraba su presencia. tal vez fue porque le recordaba a James Potter.

Slughorn tomó un gusto instantáneo hacia el niño que tenía los ojos verdes de su madre.

Los gemelos fueron dejados en la casa de los weasley por lo que aurelia estaba muy agradecida porque sabía lo hogareño que se sentía. además, su hermano se sentiría mucho mejor con sus amigos alrededor.

Sentarse en las escaleras y mirar las estrellas era la mejor actividad para aurelia. las estrellas estaban claras en el cielo y, de mala gana, los pensamientos de aurelia derivaron hacia Sirius.

Pero ella no lloró. en cambio, tenía una gran sonrisa plasmada en su rostro. Harry le había dicho lo dolido que estaría Sirius si alguna vez la encontraba llorando.

Solo por su felicidad, aurelia prometió sonreír y apreciar los lindos momentos que recibe.

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N/A: Perdón por el capítulo corto.  tampoco fue bueno. El próximo será mejor que este, con suerte.
Además, sí, me encanta retratar la relación hermano-hermana porque es la más pura jajaja. No sé por qué soy un desastre emocional.

NT: lamentó mucho la demora en seguir actualizando, pase un tiempo alejada por mi salud mental, decidí volver a actualizar hace muy poco tiempo en realidad, les prometo que vendrán muchos capítulos desde ahora.