"Coger, matar o casarse..."
"¿Eh?"
"¿Jugás?" me pregunta con una sonrisa traviesa.
Vuelvo mi vista hacia el celular y niego.
"Ni en pedo."
"Lorena, no seas aguafiestas."
"No, después me andas jodiendo por las cosas que digo."
"Por algo será... Dale, con famosos no porque es re aburrido." entorno los ojos y dejo el celular de lado.
"¿Y con qué?"
"Con los pibes de la escuela."
Empiezo a negar y vuelvo a agarrar el celular pero su mano me lo quita.
"Sebastián, Facundo y Ulises."
"¡No quiero!" chillo.
"¡Lorena!"
"Te odio, Delfina." ella sonríe satisfecha sabiendo que claramente, de alguna forma, accedí a jugar. "A ver... Mato a Ulises, no me lo banco mucho al pobre, me caso con Sebastián y bueno..."
"¿Y bueno? Termina la frase, forra."
"Deducila, pelotuda."
"Dios, Lorena, como te cuesta decir que te querés coger a alguien." se queja cruzandose de brazos.
"Yo no me quiero coger a nadie." me defiendo.
"Te querés coger a Facundo."
"Si me dan a elegir entre ellos tres como vos hiciste." le pego un manotazo aprovechando para sacarle lo celular. "Me toca. Lautaro, Gregorio o... el flaco Nicolás."
"Ah querés jugar sucio..." murmura haciéndome reír. "Tengo sexo con Gregorio." hace un énfasis provocando que yo entorne los ojos. "Mato a Lautaro y me caso con el flaco."
"¿Posta con Gregorio?" cuestiono sorprendida. Sinceramente pensé que elegía matarlo.
"Dicen que la tiene grande." se excusa levantando los hombros.
"Siempre pensando por la de abajo vos."
Delfina me mira y me guiña un ojo.
"Break para ir a buscar comida, ¿puedo?"
"Obvio, agarra lo que quieras."
Delfina se levanta del sillón y va hacia la cocina dejándome sola en el living.
Aprovecho los pocos segundos que tengo para sonreír como una estúpida y agradecer a quien sea que haya ocasionado todo esto, al destino, a un ser divino o a lo que sea.
Conocí a Delfina en la escuela. Coindimos en un trabajo de a duplas y desde ahí, no nos separamos.
Marzo había empezado de la mejor manera posible. Me sentía bien conmigo misma, conocí a Delfi y sé que eso influyó muchísimo en mi felicidad.
Sabía que necesitaba a alguien con quien contar, reírme y pasar el rato. Hace ya varios meses que no encontraba a nadie así y que ella haya aparecido como por arte de magia para alegrarme, me cambió mucho.
Delfina es una chica muy extrovertida, lo contrario a mi. Es una mujer hermosa tanto por fuera como por dentro. Su sentido del humor era muy parecido al mío y su forma de ser muchas veces se zarpaba haciéndome estallar de la risa.
Delfina es la persona que necesitaba en mi vida. Apareció cuando yo más necesitaba un hombro en el cual apoyarme y por fin creer que todo iba a estar bien. Entendí que si, que todo iba a estar bien. Con un poco de esfuerzo y un par de llantos de por medio, pero todo iba a estar bien. Y si bien aún no me siento capaz de decir eso o más bien de asegurarlo y confirmarlo, puedo decir que estoy bien, no sé mi entorno, pero yo me siento bien y con eso me basta.
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