♔︎𝙿𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛 𝚍𝚒́𝚊♕︎

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Unas molestas trompetas comenzaron a sonar, obligándolo a despertarse de mal humor por interrumpir su cómodo sueño. Con el ceño fruncido se acercó a la ventana viendo como un idiota se encontraba tocando aquel instrumento con el objetivo de servir como despertador.

—¡¿Es broma? lárgate! —le gritó desde su habitación para luego cerrar la ventana con fuerza— ¡Odio esto!~

Sin más remedio se dirigió a su aparente baño privado, ¿a quién mentiría? se mantuvo 10 minutos observando todo con impresión y curiosidad ya que más de la mitad de cosas que allí había no tenía idea de lo que eran. Luego disfruto del agua caliente que relajo sus músculos y calmó un poco su humor de perros, no podía creer como despertaban en ese lugar.

Vistiendo una playera negra ajustada con cuello, pantalones del mismo color y unos tenis verdes vibrantes, además de un gran pendiente en su oreja. Termiando todo con una chaqueta negra con toques púrpuras, dando honor a su madre y su legado con aquellos colores.
Salió del cuarto encontrándose en el pasillo con sus dos amigos y al bajar de la escalera con las chicas.

—¿Ustedes también se despertaron por ese idiota? —preguntó Sero.

—Si. —contestron todos notablemente fastidiados.

Sin más remedio fueron al salón donde estudiarían, rezando a cualquier dios existente que sus compañeros sean lo menos irritantes posibles, algo de lo que no tenían demasiada esperanza. Luego de dar vueltas por 10 minutos, recibir miradas de miedo y confusión, por fin encontraron el dichoso salón de clases.

—Espera no podemos pasar así y ya. le —regañó Tsuyu al pecoso.

—Tiene razón, aquí tocan la puerta. —razonó Shinso.

—Tch bien... —el peliverde hizo un pequeño ritmo en la puerta, siendo abierta segundos después por un hombre azabache con rostro de odiar la vida.

—Llegan tarde.

—¿Quiere usted ubicarse en este enorme lugar? —le respondió Momo.

—Nadie nos dijo dónde quedaba. —fue lo único que dijo Izuku.

_Ya pasen. —los cinco siguieron al profesor ante la atenta mirada de todos—. Ellos son sus nuevos compañeros, presentense.

—¡Hola! Soy Momo Yaoyorozu. —sonrió ampliamente.

—¿De quién eres hija? —preguntó una chica de cabello rosado.

—Garfio. —contestó con sonrisa ladina, todos soltaron un suspiro de impresión.

—Tsuyu Asui, hija de Úrsula.

—¡Sero Hanta! hijo de la fabulosa Reina Malvada. —e hizo una extraña pose.

—Shinso Hitoshi, mi padre es Jafar. —respondió con aburrimiento, ese chico les hacía acordar mucho a su profesor.

—¿Y tú? —cuestionó un rubio ceniza, el pecoso soltó un suspiro.

—Izuku Midoriya. —fue lo único que dijo.

—Di quien es tu madre o padre. —siguió insistiendo recibiendo una feroz mirada.

-Bakugo si no quiere decirlo esta en su derecho, ya tomen asiento. -habló el mayor.

Los cinco amigos tomaron sus respectivos asientos y, para lamento de Izuku, le había tocado detrás de aquel idiota rubio. Resignado no hizo más que observar la ventana, escuchando a la lejanía como el profesor hablaba. No quería estar allí, tampoco en la isla, sólo necesitaba ser libre de su madre y su legado, de las miradas que los juzgaban e incomodaba. ¿No podía sólo correr lejos?.

♔︎𝕯𝖊𝖈𝖊𝖓𝖉𝖊𝖓𝖙𝖘♕︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora