Izuku caminaba a grandes zancadas, demostrando su enojo y disconformidad, entrando a su cuarto y azotando la puerta en el proceso asustando a sus amigos que al parecer creían que su habitación era una sala de reuniones.—¿Qué hacen aquí?
—¿Quién fue el que dijo que podríamos venir cuando quisiéramos? —le contestó Shinso elevando una ceja ante la actitud de su amigo.
—Como sea. —suspiró para luego tirarse a su cama.
—¿Secede algo? —preguntó Momo.
—Nada.
—Vamos Izu te conocemos, no cualquier cosa te pone de mal humor.
—Ese...tonto príncipe y su actitud principesca. —dijo irónico—. ¡Me irritan!
—¿Todoroki? —cuestionó Tsuyu.
—¡Si, cree que por ser el hijo de la Reina puede tratarme con confianza, lo odio! —refunfuñó cubriendo su rostro con la almohada.
—A mi no me lo parece. —sonrió la azabache.
—¡¿Ah?!
—No estás acostumbrado que alguien además de nosotros se preocupe por ti y mucho menos un guapo príncipe.
—Mentira.
—Si quieres mentirte adelante pero recuerda el plan, tú mi querido amigo debes conquistarlo.
—¿No puedes ser tú?, eres hermosa seguro te hará caso...
—Me alagas pero no fue a mi a quien comía con la mirada. —soltó una risotada.
—¡Momo! —gritó sonrojado.
—Momo-chan tiene razón, sólo piensa en él como tú objetivo, no es necesario que te enamores. Mejor dicho no debes hacerlo, Maléfica te mataría.
—Nunca me enamoraría de un chico tan bueno, gentil...guapo...dulce...
—Ajá. —dijeron todos a la vez sacando al pecoso de sus pensamientos.
—¡Ah los odio! —dijo arrojandoles una almohada.
Así transcurrió el resto de la tarde, jugando cartas, bromeando y riendo, molestando al peliverde por su fascinación con Shoto aunque no lo admitiera. El tiempo juntos pasaba rápido y, tenían que admitir, que si no estuvieran juntos todo aquello sería más problemático y difícil.
El día siguiente llegó igual que el anterior, esa maldita trompeta, un baño rápido y vestido con un suéter verde oscuro, pantalones negros y tenis del mismo color. Esta vez tenía una apariencia más tierna desde la perspectiva de sus amigos, algo extraño en él, ya que siempre quería mostrarse "rudo" compensando su angelical rostro.
—¿A qué viene tanta hermosura? —bromeó Yaoyorozu.
—Cállate. —sonrió de lado—. Sólo me apegó al plan.
—Claro..."al plan" —dijo sarcástica.
Izuku ignoró a su amiga para dirigirse a clases junto a sus amigos, igual que el día anterior todos los miraban al pasar pero está vez no todas eran de odio, sino que algunas curiosas y algo más. El peliverde caminaba con total tranquilidad, con su frente en alto mostrando esos hermosos ojos esmeralda que hipnotizaban a cualquiera que los viera, como si calleran en un poderoso hechizo.
Al llegar al salón esté quedó en total silencio, los hijos de villanos sólo fueron a sus asientos y esperaron a que las aburridas clases comenzaran.El pecoso podía sentir una mirada fija en su nuca y eso estaba molestandolo, él se dedicaba a dibujar cosas en su cuaderno como siempre lo hacía, algunas veces incluso ayudaba a su amiga Momo en los diseños de ropas que ella hacía. Lentamente volteó para ver quien era aquel o aquella que no disimulaba para nada, encontrándose con la seria mirada de Shoto que al parecer ese día si asistía a clases, Midoriya lo ignoró por completo aún molesto por lo ocurrido el día anterior.
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♔︎𝕯𝖊𝖈𝖊𝖓𝖉𝖊𝖓𝖙𝖘♕︎
FanfictionLa U.A., una prestigiosa escuela donde los hijos e hijas de las princesas y príncipes asistían, un lugar donde la magia estaba prohibida ya que desde el punto de vista de la Reina Elsa el esfuerzo era lo mejor. La Villa de Villanos, una isla aislad...