Capitulo 18

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Narra Lulo

Seguimos buscando por la cueva, no había señal de Aaron.

Hasta que escuchamos unos gritos.

-¡Ayuda!-

Era Aaron.

-¿De dónde crees que vinieron?- pregunté.

Walden -No lo sé, no estoy seguro, sigamos al frente antes de que algo le suceda-

Seguimos corriendo más rápido posible, dejamos los caballos atrás, el techo era muy bajo para montarlos.

El camino había terminado, parecía no haber salida.

-¿Ahora qué?- pregunté desesperada.

-Espera- Dijo Walden.

Con su antorcha miro a su alrededor.

Walden -¡Aquí!-

Había una grieta más.

No podía ver claramente.

Entramos por la grieta, parecía otro camino, no podía ver claramente. Era más oscuro, pero no sé veían paredes ni techo, era un oscuro, parecía un abismo enorme.

Walden agarró mi brazo y seguimos caminando con gran incertidumbre.

Luego la antorcha extrañamente se apagó de la nada, ni si quiera por viento.

No sé veía nada, había un gran silencio. Se escuchaban nuestras pisadas, puedo escuchar mi respiración. Nos detuvimos.

Luego veo una luz a lo lejos, moviéndose. Walden suelta mi brazo y veo como se va más lejos, desaparecía la luz con el hasta que nuevamente estaba todo oscuro otra vez.

-¿Walden?- dije.

No había respuesta, me inquietaba. Todo sucedió tan rápido.

Luego me encuentro totalmente sola, no puedo ver nada. Fuí doblando mis rodillas. Toqué el piso con mis manos, y me fui sentando en el suelo.... Así me quedé por un tiempo.

Pasaba el tiempo, luego, de momento un sonido bien ruidoso salió en alguna parte era horrible, no lo podía describir.

Tenía mucho miedo, ansiedad. Luego dejé de escucharlo de momento, debió venir de algún lado.
Con mis manos temblando estaba tratando de buscar una solución pero estaba llena de miedo, no quería perder la cordura.

Mi respiración se acortaba. Tenía las manos en la tierra. Tal vez si conseguía dos rocas solidas, podría de casualidad prender un fuego. Tirada en el suelo trato de buscar dos rocas en la oscuridad, sin ver nada. No sé que estoy haciendo.

Agarro una y después consigo otra un poco más pesada, podría ser pirita.

-Bien... -dije para mí misma. -Esta bien-

Arranqué un pedazo de mi camisa, la puse frente a mi.

¿Esto hará chispa? Tengo dudas

El secreto de un elfoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora