Capitulo 11

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Cabalgando colina arriba cada vez sentía más frío. Recostada hacia abajo en el caballo veía el suelo rocoso y las pisadas del caballo en una dirección, intentando ignorar el frío, mientras sentía que me faltaba el aire.

Una brisa helada sopló de momento a mi cara. Miré hacia atrás y vi como Tocino se escondía en la bolsa.

Miré a Aarón

-¡Cierra la bolsa!- Le grité. El miro a Tocino y lo cubrió.

Saqué de el bolso una bufanda e intenté con ella cubrirme lo más que pudiera mi cara. Cada vez se sentía más frío y de momento... ¡Podía ver la nieve! La nieve caía en el suelo y aparecía más en el camino hasta forrar el suelo, con la velocidad del viento azotaba sobre nuestros abrigos y nuestros ojos. Intentaba cubrirlos con mis manos. Cada vez el suelo estaba más cubierto de nieve.

En el camino los caballos apenas podían moverse, porque la nieve no les permitía.

-¡Bajensen!- Gritó Doy.

Miraba como todos se bajaban de sus caballos y yo me quedé confundida...pero baje también. Los caballos estaban enterrados en la nieve. Cuando pisamos la nieve podíamos caminar sobre ella, pero al seguir caminando....Aaron y yo empezamos a enterrarnos en la en la fría y húmeda nieve cada pisada. Pero al mirar a Doy, Semi, Roller y Walden, ellos continuaban caminando en la nieve con facilidad. Sorprendida abriría  los ojos muy grandes de no ser por la nieve y el viento impactando constantemente nuestra cara.

-¿¡Pueden ayudarnos!?- grité

Doy se voltea y nos ayuda a salir y volver a montarnos en los caballos.

Los chicos con sogas movían jalando a los caballos atravesando la nieve. Éramos nosotros contra la fuerza de la naturaleza.

Estaba tan oscuro que ni podíamos ver el camino con claridad

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Estaba tan oscuro que ni podíamos ver el camino con claridad... el viento soplaba fuerte. Mis pies me dolían y mis manos estaban inmóviles, mi cara congelada por completo, rojiza y morada debajo de mi abrigo y bufanda, mis labios secos. Al estirarlos un poco se me hizo una pequeña partidura en  una parte del labio que estaba congelado. El frío congeló la sangre. No lo soportaba más, intentaba no moverme mucho pero moverme al mismo tiempo, para que las partes de mi cuerpo no se quedaran inmóviles.

-¡Estamos cerca, no sé preocupen!- dice Doy

-¡¿De donde?!- pregunta Aaron

-Ya verás-





Luego, debajo de mi manta, deje de sentir el viento, y se escuchaban las pisadas de los caballos, sobre una superficie sólida y no el crujido de la nieve cuando la pisas... Se siente un poco más cálido. Me destapo y veo que estamos en una cueva. Con la antorcha encendida se podia ver que la cueva no era muy grande, parecía un camino.

-¿Es un atajo?-Pregunté.

-Así es- responde Doy.

-Detengamonos aquí- Dice Doy.

Apenas podía moverme, me bajé cuidadosamente y froté mis manos.

-Haz una fogata Semi- Doy

-¡Si por favor!- Dijimos Aaron y yo al mismo tiempo, desesperados. Luego nos miramos con los ojos entre cerrados.

-Pasaremos tiempo hasta que baje la tormenta- dice Doy.

Una vez creada la fogata me le acerqué los más rápido posible, intentando descongelar mi cuerpo, mis pies, no sentía mi rostro, apenas podía mover mis manos de lo congeladas que estaban. Nuestros rostros estaban rojos, Aaron y yo. 

-¿Que te pasó en el labio?, parece que se te abrió- dijo Semi.

-Em... No pasa nada, no me duele- Dije

-Mentirosa- susurró Aaron.

Rodé los ojos.

-¿Cómo caminaron sobre la nieve sin hundirse? ¿Como es eso posible?- Impresionada pregunté

Semi se ríe

Semi-Somos elfos, además que seguimos la dieta élfica.-

-Pero yo soy elfa...-dije en voz baja.

-MITAD elfa-Dijo Semi

-Además, tu vives con humanos, comes carne entre otras cosas supongo-

-Si...pero no de cerdo- dije

Después miro al pequeño Tocino chocando con una piedra y dando vueltas...

-No sé cómo esa cosa sigue viva- dice Semi

-¿Será mitad elfo también?- comenta Walden

Empezé a reír a carcajadas... Pero fuí la única en reírme.

Hubo un silencio muy incómodo...

Semi sonrió sospechosamente y miró a Aaron el cual se aguantaba la risa.

Me sentí muy avergonzada que dejé de hablar por un tiempo.

Estábamos sentados alrededor de la fogata y ya se sentía cálido.

Semi -Creo que perdí tres dedos del pie- dijo seriamente.

Todos lo miraron serio...

Semi-¡Es broma!-

Walden -Y yo perdí una mano, pero el hechicero al mando me dió otra para que le reparara su vara mágica que usé para darle un golpe a Semi para que dejara de hacer chistes- dijo sarcásticamente

Intenté contenerme la risa

Doy puso su mano en su cara, en forma de decepción.

En el momento ví en la pared de piedra unas escrituras en élfico.

-¿Vieron eso?- Señalé 

Todos miraron la pared.

-¿Creen que signifique algo?-

Doy -Probablemente... Lo veremos mañana. Buenas noches- 

Puse mi arco y flechas a mi lado. Me acomodo y me arropo  para ir dormir.

El secreto de un elfoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora